“Si preguntas «¿Deberíamos estar en el espacio?» Haces una pregunta sin sentido. Estamos en el espacio. Vamos a estar en el espacio”. —Frank Herbert
El grupo Bilderberg se reuniría en marzo de 2018 y para el 3 de mayo de ese mismo año, Viling fallecía, quedando Bolton a la cabeza del proyecto, fue este quien nombraría oficialmente al satélite recién descubierto en Júpiter como Viling.
La orden girada desde las altas esferas es enviar una misión tripulada a Viling en un proyecto de índole ultra secreto que se conocería con ese nombre clave: Viling.
Involucraba además todo aquello que con anterioridad ya se ha descrito, establecer un método de extracción transporte y distribución de bajo costo.
Claro que la información que se le da a Bolton es muy limitada y solo se le pide que aliste una misión tripulada, que tome muestras de suelo, realice los análisis pertinentes y mida las condiciones del planeta y su viabilidad para albergar una colonia.
Nada parecía fuera de lo común incluso la viabilidad para colonizar era un procedimiento rutinario que usualmente se usaba para medir que planetas eran más propensos a albergar vida en condiciones futuras, así que, lo primero que debía de hacerse estaba claro. Para el diseño de la aeronave y los trajes espaciales había una peculiaridad que debía tomarse en cuenta para ello, la atmósfera era altamente corrosiva así que tenían que hacerse aleaciones de metal muy especial y muy resistentes, además de utilizar materiales que fueran resistentes a las condiciones ácidas; se cuenta que Bolton haría llenar una piscina con ácido sulfúrico y en ella probaría cada pieza y componente del ensamble.
Lo inusual de todo aquello es que Bolton no trabajaría en la misión solo con su equipo como era lo habitual, sino que participarían expertos rusos y chinos dentro de la obra.
No solo eso, sino que dentro de la tripulación estarían Helena Yarikova astronauta rusa quien había estado ya en la estación espacial internacional, además de que tenía una carrera profesional en Edafología, que es una disciplina que se encarga de estudiar la composición de los suelos.
También estaba Joseph Urmakof de origen ucraniano, quien si bien no había ido aún al espacio tenía un entrenamiento bastante amplio y además era ingeniero en electrónica, así que se haría cargo de la supervisión y mantenimiento de los componentes.
Por parte de China estaba el biotecnólogo Jenk Lee, que tenía cierta experiencia trabajando en bacterias reductoras de azufre, que son bacterias que básicamente producen sulfuro de hidrógeno así que estaba muy acostumbrado a trabajar en un ambiente similar al que se iba a enfrentar, él se encargaría de establecer si existirían las condiciones para una colonia humana en Viling.
Japón también participaría con Azumy Tsubaksa, quien era una experta en ingeniería metalúrgica, particularmente había trabajado con meteoritos y había hecho algunas misiones de orbitación para medición de partículas en la atmósfera terrestre.
En la tripulación irían también por parte de la NASA George Shutz, judío americano experto en mantenimiento de aeronaves como responsable del mantenimiento y función de los motores. Nataly Being, mujer afroamericana, experta en radiocomunicación la cual sería la primera vez que ejecutaría como piloto y segunda al mando. Y el comandante Richart Weels quien ya había participado en la estación espacial internacional además de haber comandado ya dos misiones de mantenimiento a la misma.
Siete personas muy experimentadas que compartirían espacio por 6 años dentro de aquella nave, sin embargo, no se conocerían hasta días antes del despegue, mientras tanto cada una llevaría un entrenamiento bastante extenuante durante los siguientes meses.
Sin embargo, durante la construcción del cohete Prometeo III comenzaron a ocurrir una serie de accidentes bastante curiosos.
Uno de los trabajadores perdería la vida al caer a la piscina de ácido en una de las pruebas de las láminas de cubierta, el accidente ocurrió mientras la grúa levantaba la lámina, este se encontraba en una pecera que se encontraba anexa, por error de cálculo la lámina le golpearía en la cabeza provocando su caída.
No fue todo lo que aconteció, William Dasher operador del montacargas perdería la vida cuando su compañero olvidaría apagar la prensa de servicio, esto es un aparato gigantesco que se encarga de aplastar los metales de los equipos de desechos. William bajo con su montacargas un alerón y mientras lo colocaba la prensa se activó aplastándolo entre los metales retorcidos.
Un ingeniero caería de veinte metros de altura al soltarse uno de los andamios y fallar el arnés que lo sujetaba mientras colocaba la fibra de carbono del casco protector de la punta del cohete.
Cuando montaban la cápsula de tripulación esta se deslizo matando en el acto a once personas.
Hubo un momento en el que Bolton consideró seriamente que lo mejor sería suspender el proyecto, pero rápidamente fue relevado del cargo dejando en su lugar a Eduard Simons un militar con grado de general graduado en aeronáutica, lo curioso es que no trabajaba para la NASA sino para el pentágono, comenzaban a ocurrir muchas cosas extrañas conforme más avanzaba el proyecto.
Al c******e la voz de que la obra estaba maldita, varios operadores comenzaron a negarse a trabajar, claro que para Simons todo aquello era una superstición, con la finalidad de convencer al equipo de trabajo llevaría un sacerdote a bendecir el lugar, pero los accidentes no dejaban de ocurrir, tan solo en medio año habían muerto cerca de setenta personas y aquello ya había retrasado mucho el proyecto.
Había muchos intereses de por medio que obligaban a apresurar las cosas, muchos empresarios como el caso de Bill Gates y Elon Musk entre otros, invertirían una parte considerable de sus fortunas y pondrían elementos humanos a disposición de la NASA, solo son la finalidad de agilizar el proceso.
Prometeo III estaría listo en septiembre de 2019, pero este lanzamiento no debería de ser público así que china haría su parte y liberaría un virus, este tenía las características de propagarse rápidamente y sería ligeramente mortal, la intención era simple, mantener la atención mundial aquí mientras se llevaban a cabo los preparativos de la misión.
Sin embargo, una falla en los motores durante las pruebas obligaría a retrasar esta durante algunos meses más. No sería sino hasta abril del año 2020 cuando ya con la tripulación reunida se lanzaría la misión Prometeo III y daría comienzo formalmente el proyecto Viling.