Capitulo1 parte 3.

1404 Words
—¡Estas demente si crees que creeré algo como eso! — Grito tratando de no ser atrapada por el hombre, realmente el hombre en cuestión parecía decidido a que ella estuviera convencida de ir por con él. —¡Te estoy diciendo la verdad, mi luna, fuiste elegida para estar conmigo en la eternidad! — Lisa solo pudo hacer una mueca de disgusto mientras seguía huyendo del hombre empeñado en seguirla. —¡Deja de llamarme luna, soy Lisa! — Respondió nuevamente evitándolo a toda costa, pero no era tan fácil. No le quedaba más opción que saltar del balcón, afortunadamente era un segundo piso. Llego a este ni bien se asomaba, había muchos hombres fornidos esperando para atraparla. La brisa de la noche dio de lleno en su cara, ahí estaba el cielo nocturno iluminado únicamente por la luna resplandeciente. El brillo de esta podía dejarla en sumida en una especie de trance, era hermosa y tan grande que lograba calmar sus temores. —Te tengo…— Escucho en su oído, los bellos de su cuerpo se encresparon ante aquello, se vio entre el balcón y el cuerpo fornido de este hombre, al que todos llamaban líder alfa. Sus manos sostuvieron las muñecas de Lisa, llevando estas sobre su cabeza. Soltando un chillido cuando su rostro se ocultó en el cuello de la chica. ¿La estaba olfateando? — Tu olor es único, justo como lo esperaba, te he anhelado por mucho tiempo y por fin estas aquí conmigo. — Murmuro, por su parte ella seguía en shock absoluto. —Te advierto que será mejor que le alejes si no quieres que te la haga pasar mal. — Advirtió en un tono de voz peligrosamente bajo. En respuesta a esto, el fornido hombre solo dejo salir una risa. —¿Eres capaz siquiera de hacerme daño? — Volvió a murmurar en su oído, Otro escalofrío hizo que su cuerpo se arqueara, ¿Qué tipo de magia tenía sobre ella? No recuerda nunca haber reaccionado de esa manera ante nadie. — Prometo hacerte muy feliz, mi luna, protegerte de cualquiera que si quiera te mire mal. Sobre todas cosas, te haré sentir realmente bien. — Seguido de esto, el hombre dejo un beso en su cuello, lugar el cual nunca había abandonado. Algo en ella hizo “clic” por las palabras anteriormente dichas. —Ya he tenido suficiente. — Respondió sin dudarlo le dio una patada en sus partes de jefe, usando todas sus fuerzas. Aquel gran hombre gimió de dolor, se vio liberada de su cuerpo. Mientras él caía al piso, en posición fetal sosteniendo su orgullo en un intento de apaciguar el dolor. Ja, todos caían no importa que tan fuertes sean, una patada sería suficiente para que te dejen en paz. Lo sabe, porque fue lo menos agresivo que aprendió en sus clases de defensa personal. —Te lo he advertido. — Una sonrisa burlona aprecio en el rostro de la chica. Él solo soltó un gruñido parecido al que Steven hizo, solo que este era más profundo, parecía más una bestia eso realmente no lo podían hacer los humanos, ahora si dudaba de encontrarse en su mundo. ( . . . ) —Déjenme ver si entiendo, ¿Se te ocurre la maravillosa idea de ir ante ella sin siquiera explicarle una mierda de lo que pasa? — Regaño Steven, estaban abajo en una gran sala. Aquel hombre estaba sentado en un sillón con ambos codos en este, sus fuertes manos estaban entrelazadas, mientras que, con rostro imperturbable estaba ligeramente encorvado y con piernas separadas. Por su parte, Lisa, estaba sentada de forma recta y con las piernas cruzadas. —¿Y que se suponía que hiciera? Se un poco más comprensivo, Steven. — Otro gruñido salió de lo más profundo de su garganta. Para Lisa este hombre de parecía un verdadero animal salvaje. —¿La maldita lógica te suena conocida, Benjamín? — Lisa, miro con curiosidad al hombre frente a ella, Era un hermoso nombre para un pervertido como lo era este. — Lamento tanto que, te hayan puesto de pareja a un alfa idiota como este. — Steven la miro con compasión, más trataba de ser comprensivo con su jefe, ha pasado meses en la búsqueda de su pareja. —Al menos debió explicarme las cosas y no ir tras de mí, cual presa indefensa. — El ahora llamado Benjamín, la miro con una sonrisa socarrona. Eso causo que su rostro tomara un rubor dos tonos más oscuros. ¡Maldita sea!, Este hombre era demasiado guapo y lo sabía. —Si hay cosas que lamentar aquí, es porque me dieron a una luna como esta, y para finalizar es humana. No es nada parecido a lo que me han presentado, parecía más sumisa en sueños. — Benjamín ahora se cruza de brazos, Lisa entonces comprende que era él aquel hombre que aparecía en sus sueños sin falta cada noche. Ese que la tomaba entre sus brazos y le murmuraba que la haría sumamente feliz: Este pervertido al que todos llaman “Líder Alfa”, era quien se estuvo metiendo en sus sueños por largos meses, quien no la dejaba dormir correctamente, la razón por del porque su corazón martilleaba queriendo salirse de su pecho. También es quien anhelaba conocer, pero era algo que no diría. No cuando se encontraba frente a este finalmente, y es que ahora que puede verlo de frente, siente que su mirada puesta en ella se siente tan familiar. Quizás estaba muy cansada y empezaba a imaginar cosas sin sentido, verdaderamente la falta de sueño era grande. —Bien puedes buscar otra luna, o lo que sea, y a mi dejarme en paz, gracias. — Lisa le dio una mirada llena de indiferencia, era un idiota. ¿Cómo se atrevía a llevarla con él sin siquiera preguntarle antes si realmente era lo que quería? Algo que detestaba mucho era que, otros actuaran según sus deseos sin consultar a los demás. —Por más que así lo quiera, créeme es imposible, debemos llevarnos bien es lo que tendremos que hacer para llevar una sana convivencia o a menos el intento. — Un resoplido salió de sus labios, en ningún momento Benjamín dejo mirarla, estando atento a cada expresión que hacia su luna. —Maldita sea, estoy atrapada Dios sepa en que mundo, con personas que son de todo menos humanas. Y un idiota. Simplemente grandioso. — Si le preguntaban a Lisa, aun dudaba que estuviera despierta y no en un loco sueño. Nuevamente se pellizco, pero dolió. No estaba dormida, el dolor en su brazo lo comprobaba. —Sera mejor que te comportes. — Benjamín la miro de manera desafiante, mientras se levantaba mostrando lo imponente que era realmente. Pero Lisa igualmente se levantó para mirarlo fijamente, no era tan intimidante como el hombre frente a ella, pero no se dejaría intimidar de nadie, en ningún momento dejo de mirarlo, no lo dejaría ganar. —Cálmense ambos, por favor. — Intervino Steven quien sostenía el puente de su nariz con sus dedos, Soltó un estruendoso suspiro, su paciencia se veía amenazada por dos personas impredecibles. — Lisa, puedo explicarte con detalle que ocurre, ya que este tipo no tiene intención de hacerlo. — El mencionado Benjamín rodó los ojos, cuando es mencionado. —Te lo agradezco mucho, Steven. De verdad podre estar más aliviada. — Lisa se giró, hacia el chico de cabello rubio y le sostuvo del antebrazo, a continuación, lo que ambos escucharon fue un gruñido profundo. Benjamín tenía sus ojos puestos justo donde estaba puesta la mano de su luna. Los manos del hombre se volvieron puños casi de inmediato. Lisa se preguntó, ¿Por qué reaccionaba así? —Cálmate Benjamín, no te robaría a tu luna. No cuando mi cabeza dependería de ello, y no me arriesgo, gracias. — La chica hizo una mueca ligera. ¿robarla? Por otro lado, el nombrado no hizo ningún otro sonido, y parecía que hablaba consigo mismo. Todo esto le parecía extraño, dudaba que algún día podría acostumbrarse a estar en este nuevo “mundo” algún día, mientras no veía otra alternativa que seguir las instrucciones que le daban. Deseaba la manera de escapar de todo aquello, pero quien sabe, seguramente si lo hacía no duraría ni un solo día, entonces era esto o enfrentarse a una persecución sin sentido.
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