Capitulo 3 parte 2

1579 Words
—Si ese es el problema, ¿Por qué no solo duermen juntos? Es lo más lógico de pensar, así Lisa no tendrá que levantarse a medianoche para buscarte. — Steven mira con fastidio a la pareja, no deseaba ser mediador en sus problemas, pero esa es la responsabilidad que lleva al ser el beta de Benjamín. Esto es algo que deja en expectativa a Lisa, sabe que lo más sensato es dormir junto a Benjamín, ya que, de lo contrario estará cada noche caminando dormida solo para buscar al hombre, esto es algo vergonzoso para ella, ¿Quién carajos camina dormida solo para buscar a otra persona? Y no solo eso, mientras duerme lo único en lo que su subconsciente se centra es en el alfa. El tema no vuelve a salir, y es cuando se ponen en marcha, el vehículo espera por ellos, es una limosina de gran tamaño, no es como las que comúnmente van trasportados los famosos, esta es realmente una gran limosina, Benjamín va del lado derecho, Steven en el medio y Lisa del lado izquierdo. ¿Por qué? Esto a pedido de la misma, no quiere estar tan cerca de aquel hombre, se lleva mejor con Steven, el beta tenía carisma y le es más fácil hablar con él, esto no es algo que ha Benjamín le guste mucho, de hecho, lo odia, su instinto posesivo sale a flote, cosa que jamás había ocurrido en el pasado. Muy pocas veces Benjamín se sintió celoso y con aquel común sentimiento de ser posesivo. Algo común para cualquier otro que ya ha encontrado a su pareja, sin embargo, es importante recordar que, es la primera vez que Benjamín frente a frente no solo a su pareja común y corriente, ella es su luna por lo que, irremediablemente, causa en su interior el molesto sentimiento de los celos. —¿Desde cuando eres tan cercana a Steven? — Benjamín interrumpe en la conversación del par, estos habían olvidado casi por un momento que eran tres y no solo dos. No le molestaba en lo absoluto, ya que Steven cumple un rol como beta y este es importante para ambos. Benjamín odia sabe que su Luna está sonriendo a causa de otro hombre, y que la misma pareciera desenvolverse bien, ya que, para él solo habían miradas de desprecio y malo tratos. Se estaba volviendo loco, esto por una simple humana. Increíble. —¿Se supone que sientes celos de mí, o de él? — Steven lamenta mucho ahora mismo estar en medio de ambos. De saber que esto ocurriría, hubiese llamado a un auto que lo llevara, ya tenía suficiente problemas con que su jefe sitiera celos de él, encima, ya tenía que lidiar con una alfa en casa, la cual era el doble de posesiva con él. No sabe cómo reaccionara su pareja al descubrir que ahora, debía encargarse de enseñar a una chica, que, más débil que un omega común, era una humana. —Es más fácil hablar con Steven, es todo. — Lisa trata de no darle importancia, es solo una conversación entre amigos, se dice. Pero escucha a Benjamín gruñir brevemente y esto es algo que le incomoda realmente a Lisa, más porque la hace sentir como un conejo asustado. —Deberías dejar de pasar tanto tiempo con él, yo soy tú alfa, eres mi luna, por lo tanto, debes pasar más tiempo conmigo, y tener esa “facilidad” de hablar únicamente conmigo. — Benjamín tiene los puños apretados, aquella incomodidad en su pecho era causada por ver como su luna se mantenía cercana a otro. Siente que la mujer no valora su esfuerzo, no se molesta en siquiera buscarlo para decirle palabras bonitas. Benjamín sabe que de no ser porque la diosa misma le había encomendado buscar a Lisa, una humana como su pareja, probablemente ya no estaría soportando mucho este trato, pero en su interior, todo lo que necesita es estar al lado de la chica, saber que está bien es suficiente, porque antes que nada esta su seguridad. Sabe que no debe culparla si está constantemente a la defensiva la ha traído aquí sin que ella supiera nada. Ninguno vuelve a decir nada, no es como que haya mucho de qué hablar, pronto llegarían a la estadía donde Lisa seria presentada a todos como la nueva luna del imperio. La fiesta de esta noche es en sí para presentarla a los allegados del gobierno interno. Una celebración muy privada y es algo que se ha hecho por primera vez en mucho tiempo. Puesto que todos los lideres que llegan a estar al mando ya tienen una pareja para entonces. Pero Benjamín sería el primer líder alfa en tener una pareja elegida específicamente por su madre Luna. Steven rompe el silencio entregando a cada uno las llaves de la que sería su habitación. Es importante que las tengan en todo momento porque de lo contrario sería una catástrofe Lisa piensa que no todo es malo, y es, aunque quedó impresionada con la información que le fue dada por Steven, hace unas horas, sabe que el comportamiento territorial de Benjamín está perfectamente justificado. Realmente empieza a creer que aquello de las parejas destinadas tenía que ser verídico. Pase a todo, quizás si fue elegida especialmente para Benjamín, ya que, si bien su madre luna pudo escoger a alguien de su mundo, prefirió darle una tarea tan agobiante como ir en búsqueda de una completa extraña. Lisa piensa que tal vez no puede ser tan malo, siendo que hace unos meses dejo su trabajo, no tenía familia que se preocupara, tampoco sus vecinos siendo que odiando el ruido decidió irse muy lejos, con todos sus ahorros ha podido vivir gratamente ella sola. “Quizás realmente he sido escogida para estar con Benjamín, soy su destino…Y él el mío…” Han pasado unas horas desde entonces, Benjamín debía encontrar la manera de hacer que Lisa, aquella humana que le pone tantas excusas (muy razonables) le evitara a cualquier costa. No solo poniendo a prueba su paciencia, sino que también debía contener aquel instinto que le enviaba a reclamar a su luna, pero sabe que lo mejor es mantenerse al margen, a su parecer la humana era buena en la defensa personal, no quería otra patada en sus partes nobles, de ser así nunca tendría decendencia. El solo pensar que era evitado y rechazado por la pareja que le es destinada hace que mente no piense en otra cosa cuando la tiene cerca. Un verdadero peligro para un jefe y líder alfa como lo es Benjamín. —Estamos próximos a llegar, Lisa, preferiría que te quedaras cerca mío en todo momento, los funcionario suelen ser algo agresivos en cuanto a conocen a alguien nuevo. — Benjamín estaba sintiéndose un poco ansioso. No puede evitarlo, sabe que desde que presente a su pareja, muchos ojos estarán sobre ellos. Y es que esto no le importaba antes únicamente se trataba de él, pero ahora debe procurar por el bien de su pareja. —Creo que se perfectamente como cuidarme sola…Pero gracias. — Lisa se jacta de esto, si puede con alguien como Benjamín, va a poder con cualquiera. O eso es lo que ella cree. Finalmente bajan e ingresan en el gran edificio, Lisa ve como no hay mucha diferencia entre ambos mundos. Ya que aquí también la arquitectura era verdaderamente hermosa eso no lo podía negar. Las puertas del elevador se abren e inmediatamente les envuelve el ambiente de dicha reunión formal, lo que ella puede ver son personas aparentemente normales con trajes y vestidos elegantes. Si no fuera por aquella diferencia de que todos los presentes eran criaturas diferentes a ella creería que estaba en su mundo. Los presentes se dan cuenta de cómo ha llegado su alfa, le abordan inmediatamente, han sido largos los meses en los que su búsqueda no dio frutos, al volver nuevamente vuelve a buscar, para aquellas personas, su alfa ha estado ausente y han pasado tantas cosas que deben de informar todo. Steven también es abordado por otro grupo de personas, quienes desesperadas le piden consejos, piden su asistencia y sabiduría para los negocios. Lisa bufa, ya que es dejada de lado muy fácilmente, pero ambos hombres no la pierden de vista en ningún momento, hasta que se aleja para poder comer o beber algo. Sabe que es difícil ocultarse de Benjamín, era incluso más alto que los alfas comunes, no por nada era el líder. Lisa se resigna, y va hacia el banquete que es ofrecido, de todas maneras, no tiene nada mejor que hacer, no conoce a nadie, duda llegar a hacerlo, por lo que el platillo de distintos quesos parecía lo más importante en ese momento, pero su comida se ve interrumpida cuando presiente que le hablan. —¿Cómo una joven señorita puede estar falta de compañía en una reunión así? — Busca al dueño de dicha voz, es un hombre junto a otras personas que bien pueden llegar a los 40 años. — Únete a la plática querida, dime, ¿con quién viniste? —Oh… ¿yo? Vengo de realmente lejos, disfruto el buen ambiente que…-— Lisa se sorprende, hay una mujer delante de ella muy cerca, la susodicha en cuestión parece olfatearla muy descaradamente, reconoce este gesto, es el mismo que hacían las personas cuando se dieron cuenta de que no pertenecía ahí. — Disculpe, ¿puedo ayudarla en algo?
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