CAPÍTULO 6.

1028 Words
ENAMORADO VALERIA ¿Ahora qué hago? ¿Cómo puedo hacer para que ese hombre no me busque? No quiero volver a verlo, tengo mucho miedo, no me interesa y no puedo ser responsable emocionalmente en este momento, lo que ocurrió entre nosotros es algo que jamás debió suceder y que temo se repita sin que yo pueda recordarlo nuevamente, me está dando ansiedad de sólo pensarlo. — No te ves muy convencida de querer salir con él, Vale — me dice Fabi — Es que realmente dudo mucho que se interese por mí para algo bueno, fue un amor de un noche solamente — explico — No digas eso, estoy segura de que allí hubo algo más — ¿Algo más? — cuestiono temiendo que ya sepa lo que sucedió — Sí, ya sabes, amor — Ah, eso, no, no lo creo en verdad — ¡Qué alivio que no dijo lo que creí! — No digas eso — ¿Cómo alguien como él podría interesarse en alguien como yo? Mírame, soy torpe, tímida, una nerd que nunca sale de su casa porque además estoy trastornada, ¡es imposible que eso suceda! — No digas eso, amiga, eres demasiado cruel contigo misma — No soy cruel, Fabiola, soy realista, sólo eso — Te entiendo, no ha sido fácil para tí en todos éstos años — Tengo miedo, Fabi, y ni siquiera puedo explicar el porqué — Le llamaré a tu hermano para que… — ¡No, no! — interrumpo — Por favor, no le digas nada, no quiero preocuparlo, bastante hace con haberlo dejado todo para tratar de ayudarne — No le hablaré por ahora, pero si te descontrolad lo haré sin pensarlo, ¿Eh? — Te prometo que estaré bien, sólo debo quedarme aquí, como siempre — Vale, ¿Y a qué hora vas a empezar a vivir? Te vas a quedar a vestir santos — No me importa, Fabi, quizá sea lo mejor, creo que no sería una buena compañía para nadie, sólo imagínate a Alan o a cualquier otro hombre teniendo que lidiar conmigo, ¿Qué clase de vida sería? Sin poder llevarme a a cenar o a… a ningún lugar — No te me resignes a que así será el resto de tu vida, porque como dijiste, tu hermano dejó todo para tratar de ayudarte y sé que cuando regrese lo logrará, sólo es cuestión de tiempo — ¿De verdad lo crees? — Claro, él te adora y sé que se está esforzando mucho por tí y tú sabrás corresponder al gesto — Tal vez… ALAN No dejo de pensar en ella, ¿Será que esta noche la volveré a ver en el antro? No puedo esperar para ello. — ¡Manuel, ya es tarde! — Lo sé, lo sé, pero tenía que esmerarme, estoy tan ansioso como tú por ver a mi dulzura. — Lo noté y de verdad te lo digo porque te aprecio, pero tienes que bañarte con agua y jabón no con perfume — ¿Si se percibe el exquisito aroma? — ¿Exquisito? Debes consultar a un médico, tu olfato está deteriorado — Lo que pasa es que me tienes envidia porque yo luzco sensacionao y tú no — Anda, galán, te espero en el auto — Ay, ya. Llegamos al antro con la esperanza de volver a ver a nuestras chicas, pero no hay señal alguna de ellas, es como si se las hubiera tragado la tierra. — ¿Y Fabi te dijo a qué hora vendrían? — No, no dijo que vendrían, pensé que Valeria te lo había dicho a tí — No, ni siquiera me he atrevido a llamarla — Qué idiotas somos, debimos consultarlas antes de pensarlo siquiera que estarían aquí — Pues sí, quizá lleguen más tarde — No, algo me dice que no vendrán — Le escribiré a Valeria — Bien, yo quiero ver eso — No te dejaré entrometerte en nuestra relación — Sí, su relación, no pensé que tan pronto ya tuvieran algo — Después de lo que sucedió anoche, es obvio que ya somos algo, ¿No? — Tan astuto que eres para unas cosas y tan iluso que eres para otras — ¿Por qué lo dices? — Hermano, cualquier otra chica, ya estuviera como chicle tras fe tí después de lo de anoche, pero Valeria ni siquiera se ha preocupado por preguntar por tí o Fabi ya me lo hubiera dicho, ¿No lo crees? — ¿Tú qué sabes? Yo sé que ella siente lo mismo que yo — Adivinaré, ¿Te lo dijeron sus besos y sus caricias de anoche? — Sí — Fuiste sólo una aventura, un pasatiempo, ya admítelo — Es la chica perfecta, ¿no lo entiendes? Y no me importa si tienes razón, yo haré que se enamore de mí — Si no la quieres para algo serio, mejor ni la busques, no le hagas daño ni te hagas daño a ti mismo, te lo digo por tu bien — Es que sí me siento enamorado — Permíteme corregirte, impresionado, sólo eso — Sí, claro, tú estás impresionado con Fabi como yo con Valeria — No es lo mismo, yo no pasé la noche con ella en la cama, ella es una chica seria, de esas que son para toda la vida — No le faltes el respeto a Valeria — No digo que ella no lo sea, quizá sólo se quitó las ganas como hacemos nosotros a veces, tú sabes, es una necesidad básica — No, yo no lo creo — A ver, dime una cosa acá entre nos, ¿Acaso ella te regaló su virginidad? — No era virgen, pero tampoco era experta, ¿Sabes? La sentí como… no sabría explicarte, pero fue algo especial — Suponiendo que fue así como dices, especial, ¿Por qué no se ha interesado en buscarte? — Porque… quizá está pensando en que no me interesa, quizá, espera a que yo la busque, ya sabes, el hombre es quien da el primer paso siempre — ¿Siempre?, pero dadas las circunstancias, anoche no fue así, ¿O sí? — Ahmm, para ser sincero…
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