LOCA
ALAN
Ella no voltea y ni siquiera saluda, Fabi se acerca y la mira con seriedad.
— ¿Vale? — Fabi sonríe — se quedó dormida
Me acerco a ella y la veo así tan tranquila con sus anteojos puestos, su cabello despeinado y su libro al lado, es una escena encantadora y lejos de sentirme decepcionado, le encuentro misteriosa y fascinante, la chica nerd que se escapó una noche de ella misma sólo para robarme el corazón, no podría sentirme más dichoso.
— No la veas tanto que la vas a gastar — interrumpe Manuel
— Es la mujer perfecta — respondo mientras sigo admirando su belleza
— Ay, ya se quedó dormida mi niña Valeria, — dice Tina al traernos unas bebidas — pero no la podemos dejar aquí, no quiero abusar de su buena fe, muchachos, ¿Pero podrían llevarla a su habitación?
— Desde luego — respondo sin premura
— Muchas gracias, mijo
Intento acomodarla entre mis brazos para cargarla, pero comienza a moverse abruptamente.
— ¡No, no, suéltame! — despierta agitada y me separa de ella de inmediato
— Está bien, calma, no quise asustarte
Me mira fijamente a los ojos casi si parpadear, sigue asustada.
— Perdón qie viniera hasta aquí, no quería molestar, sólo quería saludarte
— Ehmm — titubea — e-está bi- bi- bien, — ¡Tartamudea! Qué sorpresa — pe- pe- pero yo no- no soy lo- lo -lo que espe-pe- peras, yo…
— Tú eres perfecta, — tomo su mano y la beso, sus ojos siguen mirándome fijamente y yo siento que el intenso paloitar de mi corazón — quisiera venir a visitarte, ser tu amigo
— ¿Mi amigo? — cuestiona
— Sí
— Yo no- no salgo nu-nunca de-de aquí, no- no voy al ci-ci-cije ni- ni a fi-fi- fiestas ni- ni a ningún lado y so-solo me- me la pa-pa-paso le-le-yen-do, te vas a aburrir mu-mu- mucho co- conmigo
— Puedo traerte todos los libros que quieras y verte leer, incluso leer contigo y compartir opiniones, ¿Cómo ves?
— Sí, esta bien
¡Ella aceptó! ¡Me aceptó!
— Manuel y yo nos tenemos que ir, pero volveremos pronto, que tengas una linda noche
— Gracias
Me retiro feliz por haber descubierto la verdadera personalidad de Valeria, no es nada de lo que había imaginado y aún así me encanta, ha desafiado todos mis prejuicios y estereotipos de mujer que deseaba para mí, y resulta fascinante.
VALERIA
Ya en el comedor, Fabi nos cuenta cómo Manuel le pidió que fuera su novia.
— ¡Me encanta verte tan feliz, Fabi! Manuel parece un buen muchacho y tú te lo mereces
— Ay, muchas gracias, Vale, ojalá qie tú pronto nos des la buena de que ya andas con el Alan
— No digas esas cosas, Fabi, es más, ni siquiera debiste traerlo, qué pena que me viera así
— Ni digas nada que para él tú eres la nujer perfecta, no tiene ojos para nadie más, sólo para ti
— No, yo no me siento lista para estas cosas, mejor no hablemos de eso. Tina, ¿No me llamó Eduardo?
— No, mija, no ha llamado
— Es que me dijo que hoy llamaría para decirme algo importante, pero ni sus luces y aquí me tienes toda intrigada
— Tenle paciencia a tu hermano, estoy segura que algo se le atravesó y por eso no te ha llamado, pero lo más seguro es que mañana mismo lo haga
— Tienes razón, Tina. Estuvo deliciosa la cena, muchas gracias a las dos por todo, voy a dormir
— Descansa, mija, sueña con los angelitos — Tina me da su bendición
— O con los Alancitos — insiste Fabi
Me sonrió sin decirle a nadie, mientras camino a mi habitación voy recordando los ojos de ese hombre, sus manos y lo atento que ha sido conmigo, ahora entiendo cómo fue que llegué a su cana, es tan encantador, además de guapo, pero qué vergüenza, ha de pensar que soy una facilota, la primera noche y ya dormimos juntos, ojalá que no regrese.
Lista para dormir, apago las luces y me tapo con mis cobijas como siempre. ¡Dulces sueños! ¿Será que sí soñaré con los Alancitos?
ALAN
Mientras tanto, en el trabajo.
— Hermano, ha sido otra noche exitosa para nuestro antro
— Nuestro changarro se ha convertido en el lugar favorito de muchos, eso es muy bueno para nosotros
— ¡Salud por eso!
— ¡Salud!
— Ya es tarde, debemos ir a dormir si queremos ver mañana a nuestras mujeres
— Por favor, delega responsabilidades y vámonos ya
— Sí, señor
Salimos del antro y nos vamos a casa. Al llegar, nos percatamos que las luces de la habitación de Valeria están prendidas.
— Ya es tarde para leer, ¿No crees? — sugiere Manuel
— Sí, pero no creo que se trate de eso
Ambos vemos que Valeria camina hacia el balcón de manera amenazante.
FABI
Valeria tiene una crisis nerviosa
— ¡Mamá! ¡Rápido, localiza a Eduardo! Vale, por favor, regresa aquí, es muy peligroso lo que haces
— ¡Aléjate! ¡No te acerques!
— Me alejo, pero ven hacia acá, te puedes lastimar
Valeria tiene una crisis nerviosa
— ¡Mamá! ¡Rápido, localiza a Eduardo! Vale, por favor, regresa aquí, es muy peligroso lo que haces
— ¡Aléjate! ¡No te acerques!
— Me alejo, pero ven hacia acá, te puedes lastimar
— ¡No, no me vas a encerrar! ¡No me vas a hacer daño porque yo no lo voy a permitir!
— Vale, nadie quiere hacerte daño, sólo ven
— ¡No! ¡No vas a volver a amarrarme! ¡No me harás más daño! ¡Primero muerta!
— Manita, no te acerques al borde que te vas a caer
— Fabi, hija, esto lo que indicó Eduardo que le pusieras, ya está lista la jeringa, sólo hazlo y se quedará dormida — dice mi mamá
— Gracias mamita, ahora el problema está en que me deje acercarme, tengo miedo a que se vaya a aventar
— Hazlo despacio, poco a poco mientras le hablas de algo lindo
— Ok, mamá. Vale, quería contarte que Manuel y yo ya somos novios y que…
— ¿Quién es Manuel? ¡No conozco a ningún Manuel!
— Es el chavo que me trae cacheteando las banquetas
— ¡Tú eres novia de Eduardo! ¡Tú eres mala!
— No, Vale, Eduardo me dejó por otra, acuérdate
— ¡Mientes!
Se descuida un segundo y logro acercarme para inyectarle el calmante, pero se descuida un segundo y logro acercarme para inyectarle el calmante, pero tardará un momento en hacer efecto. Mientras tanto, ella sigue como loca y de un momento a otro se arroja por el balcón.
— ¡Valeria!