SU VERDADERA PERSONALIDAD
MANUEL
Con un tanto de nostalgia comienzo a relatar una parte importante de mi historia.
— Hace años, yo vivía en esta ciudad con mi familia, no recuerdo por dónde se ubicaba nuestra casa exactamente, pues todo alrededor ha cambiado mucho, pero lo que sí recuerdo bien es que mis padres solían traerme a este parque, estaba llenos de juegos y siempre había niños con quien jugar, todos mis recuerdos de éste lugar son de felicidad y amor incondicional de mis padres, pero mi abuelo me llevó a vivir con él, a la capital, cuando mis padres murieron en un trágico accidente. — ella toma mi mano y sus ojos se le han puesto vidriosos
— Lo siento mucho, no debí preguntar
— Yo recuerdo mucho este lugar porque aquí siento que mis padres vuelven a estar conmigo como cuando era niño, por eso es mi lugar especial y por eso decidí traerte aquí para que ellos te conozcan, por decirlo así
— Dices unas cosas tan bonitas, Manuel
— Pero no queremos llorar, así que mejor cierra los ojos y cuenta hasta cinco
— Uno, dos… — coloco la sorpresa frente a ella — cinco
— Ya puedes abrirlos — Ella ve lo que tiene enfrente y sus ojos se hacen grandes y llorosos de la emoción, me arrodillo frente a ella. — ¿Tú, quieres ser mi novia?
— ¡Sí, si quiero! — comienza a llorar — ¿De verdad hiciste todo ésto sólo para mí?
— Por supuesto, tú te mereces ésto y más — le digo mientras le ayudo a secarse las lágrimas
— Las flores están hermosas y el osito de peluche es muy tierno, muchas gracias, Manuel
— Ah, no, ya somos novios, así que ahora me llamo “mi amor, mi vida o mi cielo” para tí, queda prohibido que me llames por mi nombre
— Mi amor, mi cielo, mi corazón, mi vida
— Me gusta, tú para mí eres mi princesa
FABI
Luego del momento tan romántico, Manuel me ha traído a casa y aquí afuera se encuentra Alan esperando.
— Hola, Alan, ¿Cómo estás?
— Muy bien, Fabi, quisiera pedirte un enorme favor
— Alto allí, hermano, que estás hablando con mi novia, mi princesa — interrumpe Manuel y presume
— ¿En serio, ya son novios?
— Sí, desde hace como una hora
— Me da mucho gusto por los dos, se ven muy bien juntos — Alan nos abraza a ambos
— Pero dime, ¿En qué te puedo ayudar? Que me tienes con la intriga a todo lo que da
— Bueno, primero tienes que aclararme una cosa, desde la ventana de mi habitación, — señala cuál — se ve una linda chica leyendo en el jardín, ¿Se trata de Valeria?
— Emm… sí, Alan, Valeria no quería que supieras que ella es muy distinta a la chica que conociste en el antro, ella es muy tímida y siempre se la pasa leyendo o escribiendo sin salir de aquí, esa noche estaba decidida a cambiar y por eso se comportó de esa manera, ni parecía ella misma, pero al día siguiente tenía mucho miedo de que no la aceptaras así como es en realidad, no te vayas a enojar, por favor — le digo al notar su cara de decepción
— No estoy molesto, sólo que me hubiera gustado que me lo dijera aunque fuera por mensaje
— Lo siento mucho, pero ella me pidió que no dijera nada
— No te preocupes, Fabi, además, debo decirte que me parece encantadora y quisiera que me recomendaras libros para regalarle
— Esa es una magnífica idea, tratándose de libros, no te los va a rechazar jamás, mañana te paso una lista
— Gracias, Fabi, ¿y crees que pueda pasar a saludarla?
— No veo problema, pero de igual manera debo preguntarle a mi mamá
— ¡Al fin conoceré a mi suegra! ¡Qué nervios! ¿Me veo guapo? — Manuel comienza a acomodarse la camisa
— Mi amor, estás guapísimo
— Calma, hermano, sé tú mismo — le aconseja Alan volviendo a desacomodar la camisa
— Pasen, por favor
Caminamos un momento y luego llegamos a la cocina.
— Mamita, ya regresé — ella se encuentra cocinando de espaldas hacia mí
— Qué bueno mijita, ¿Cómo te fue?
— Bien, ma, Manuel y yo ya somos novios
— Ay, me da mucho gusto, de todas maneras te la pasas hablando de él, Manuel ésto, Manuel el otro… — Manuel y Alan ríen un poco
— ¡Mamá! No me avergüences delante de las visitas — mi madre voltea y enseguida se dirige a Manuel
— Tú debes ser Manuelito, lo sé porque mi hija me ha hablado mucho de tí, un rubio guapísimo y quién sabe que más, estás muy guapo mijo y usted también — se dirige a Alan por un segundo, luego vuelve con Manuel — tienen mi permiso de ser novios, aunque no lo necesitan porque ella ya es mayor de edad
— Muchas gracias, señora — responde Manuel
— Me llamo Clementina Gutiérrez Quezada, para servirle a ustedes y a Dios, pero me pueden llamar Tina, es más cortito y bonito
— ¿Tina? Mucho gusto — Alan le estrecha la mano
— Mamá, gracias por tu permiso, Alan quisiera visitar a Vale, ¿Crees que haya algún inconveniente con ello?
— Ijole, la verdad no sabría decirte mija, es algo que debemos descubrir porque como nunca nadie nos visita
— Entonces lo tomaremos como un sí
— Vale está en el jardín todavía, dile que ya deje sus libros y se prepare para cenar
— Sí, ma
ALAN
Fabi nos lleva hacia donde está Valeria, siento mi corazón latir tan fuerte que casi se sale, mantengo la respiración y sigo. De pronto, Fabi se detiene.
— Por aquí, por favor. Vale, tienes visitas — ella se encuentra de espaldas hacia nosotros, pero no responde, Fabi se acerca a ella temerosa de su reacción, ¿Estará molesta porque me trajo hasta ella?