PVO Leandro.
_Te dije que te apuraras Elías, ya ves, Romeo se nos escapó.-Me quejo mientras observo el aburrido ambiente que elegí.
_No fue mi culpa, ya te dije que tenía que esperar Leandro. Al menos hasta que se durmieran.
_¿Hablas de tu esposa y amiga?.-Asiente molesto mientras toma copa tras copa. Ahora que lo veo, Elías sí ha cambiado mucho en este año. Se ve más gruñón, serio y se ha dejado crecer un poco el cabello, lo que le da un aspecto más joven.-¿Sigues enojado con tu hermana por lo que pasó?
_¿Y como quieres que esté Leandro? Emma le prohibió el ingreso a Danna, la humilló y yo no pude hacer nada.
_Ajá, ¿Y eso lo que te tiene ahora con un carácter de miércoles verdad?
Esta vez Elías no me responde. Mira a todos lados, como tratando de calmar su enojo. Quizás con una dama lo logré ahora que su amante ni esposa están.
_Pijamada, pijamada, eso nunca sucederá, no mientras siga siendo mi esposa.
_Elias,¿Que demonios balbuceas? Pensé que hablaría con un amigo sobre lo pasa en esta maldita ciudad, de mi vida, la tuya, incluso la de Romeo, no ver tu mal humor.-Me quejo y por fin me mira.
_Lo siento, es solo que estoy cargando con el divorcio, la presión de Danna, mi hermana y...
_Y tu esposa.-Mascullo en tono burlón.-Dime Elías, ¿A qué le tienes miedo?¿A que ella también tenga un amante y te ponga los cuernos?.-Me burlo pero por su expresión, no le agradó mi broma.
_Mira Leandro, a mí no me importa si ella tiene un amante o no, pero debe ser cuidadosa y dudo que ella lo sea, si lo quiere ver, pues...que venga a la casa.
Dice y me echo a reír. El chiste del año.
_¿Que?¿Porque esa risa?
_Deberías escucharte Elías, suenas a un esposo celoso, uno que se muere de celos por su fea esposita.
_¡Que!¿Celoso de esa...mujer?¡Por favor Leandro!
Sí, se que lo está, aunque él no lo va a admitir.
_Bien, digamos que no lo estás, mi pregunta sería, ¿Soportarías ver a tu esposa besándose con otro? O aún mejor, ¿Escuchar sus gemidos mientras está con otro en su habitación?
Mmm, no. No lo toleraría. Esta que aprieta su copa y eso lo dice todo.
_No te entiendo Elías, pensé que estabas enamorado de Danna, tu ovejita, que no veías a ninguna otra mujer.-Digo y doy un sorbo a mi copa.¿No está muy fuerte?
_Espera, ¿Cómo la llamaste?
_¿A quien?
_¡A Danna!
_¿Ovejita?.-Se me queda mirando con la boca casi abierta.-¿Que pasa Elías?
_¿Porque dices que yo la llamaba ovejita?
_Bueno, en los mensajes y audios que me enviabas decías que eras muy feliz con tu ovejita, así la llamabas.
_¿A Danna?
_Supongo, nunca me dijiste el nombre, solo después de tu accidente, Romeo me dijo que ella era tu novia, así que deduje que era a ella a quien te referías de esa manera.
Elias agacha la cabeza y mira al suelo.
_¿Elias que pasa? No pareces el Elías que dejé antes de largarme de aquí.-De nuevo se toma la cabeza y parece algo desesperado.
_Mira Leandro, te lo voy a decir porque creo que deberías saberlo.
_¿Saber que? No me preocupes Elías.
_Que en ese accidente perdí la memoria.-Me suelta y yo no puedo creerlo.
_¡Que!¿P-pero que demonios Elías?
_Sí, pero la estoy recuperando poco a poco.-Me dice para calmarme.-Aunque eso de ovejita, rayos, no recuerdo que llamara así a Danna, además, ¿Porque ella no me lo dijo?
_Bueno...-Me encojo de hombros.
Así que tuvo un accidente y perdió la memoria. Romeo nunca me dijo de esto tampoco.
_Espera, ¿Porque Romeo no me lo dijo Elías?
_Yo le pedí que no le dijera a nadie.-Me confiesa.-Ni siquiera a mi familia que ignora olvidé algunas cosas, aunque a ellos y si los recuerdo, incluso a tí, a Romeo y a Danna.
_Bueno, los 4 hemos estudiado juntos, pero jamás oí que llamaras a Danna, “ovejita", al contrario, tratabas de alejarte de ella, aunque pareciera chicle.
_¿Que?
_Es la verdad, por eso cuando Romeo me dijo que Danna era tu novia me sorprendió.
Esta vez Elías se toma la cabeza con ambas manos, parece confundido hasta atolondrado.
_No recuerdo a Danna.
_¿Cómo?
_Que no tengo ningún recuerdo con Danna de manera romántica, eso es lo que te estoy diciendo Leandro, y si estoy con ella es porque Romeo me dijo que éramos novios antes de ese accidente, por eso yo y ella ...
Esto es raro. Romeo nunca me dijo que Danna y Elías tuvieran una relación, claro que él estuvo en Londres por varios meses, pero estoy seguro que hubiese sabido algo y él me lo hubiese dicho. Si que es raro.
_¿Osea solo estás con ella porque Romeo te lo dijo?
_B-bueno, no solo por eso, Danna también parecía muy servicial diciendo que extrañaba al hombre amoroso que era antes del accidente, y pues quise creerle, como podía rechazar a la mujer que estuvo cuidando de mí por todos esos meses Leandro, no, tampoco soy poco hombre para hacerlo.
_Y si eso es cierto, ¿Porque te casaste con otra? No tiene sentido.
_Si me casé con Alysson, fue por mis padres, ellos dijeron que yo estaba de acuerdo con esa boda, por supuesto que tampoco lo recuerdo, pero no quise preocuparlos negándome cuando antes de mi accidente estaba de acuerdo con esa boda.
_Osea ellos no saben de tus lagunas mentales, ¡Dios! Ya entiendo.
Todo esto muy raro. En sus mensajes siempre parecía feliz y mencionaba a cada rato a su ovejita, ¿Pero quién es su ovejita? porque algo me dice que Danna no es.
_¿Y si todo fuera mentira?.-Le suelto y me mira confundido.
_No, Romeo no se atrevería a mentirme de esa manera, ¿Porque lo haría?
Es cierto, ¿Porque lo haría?
_Quizás a Danna sí le decía de esa manera y ya no quiere.
_Sí, quizás.-Porque no le encuentro otra razón.
Doy un sorbo a mi copa para olvidar todo esto que Elías acaba de confesarme y observo la pista de baile. Hace un momento no había más que un par de parejas aburridas, ahora hay más y parece que todo gracias a una rubia que no deja de saltar como una borracha en la pista.
_Mas bien, cuéntame de tí Leandro, ¿Ya superaste a la mujercita esa que te dejó?
Él sabe que ese tema aún es delicado para mí pero aún así lo hace inconsciente. Supongo que su tema con su ovejita lo tiene aturdido.
_No es fácil Elías, no puedo quitarme de la cabeza a la que creí era el amor de mi vida, con la que compartiría todo y de la noche a la mañana desaparece. Incluso a dónde voy sigo buscando su rostro incluso ahora acabo de verlo, ves, sigo fatal.
Elías por fin se ríe y mira a la pista de baile.¿No querrá que dos hombres bailen juntos o sí?
_No, no puede ser.-Dice de pronto y se levanta de su asiento.
_¿Que no puede ser? ¿Elias?¿Q-que pasa?.-Pregunto al ver sus ojos dirigirse a la pista de baile.-¿Elias pero que...
Antes que pudiera seguir, el muy idiota avanza a paso acelerado y se mete entre el tumulto que de la nada comenzó a bailar, saltar y gritar. El ambiente cada vez se torna más eufórico, así como mis ánimos porque el muy imbécil se fue a coquetear a una pelirroja que ahora sostiene de la cintura y pareciera están apunto de besarse.
_Y hace un momento parecía un celoso desesperado por su esposa.
Esposa...
Suspiro nostálgico y termino lo último de mi amarga copa. Elías y la pelirroja logran desaparecer de mi vista y yo creo que mejor me voy, salgo sobrando aquí. Llamo al mozo por la cuenta ,y este me explica que la bebida que tomamos no era lo que pedimos y que no pagaría nada por ellas.
¡Rayos! ya entiendo porque estaba tan fuerte este licor que está haciendo que tenga alusiones, pues de nuevo estoy viendo el rostro de la sinvergüenza de Valeria en una rubia que tiene un cuerpo escultural.
No, esto ya es preocupante.
Me levanto a duras penas de mi asiento, pues mi cabeza comienza a dolerme y encima me hace alucinar. De nuevo dirijo mi vista a la pista y otra vez ella; Valeria, y para colmo de males, bailando con un hombre que la sostiene de la cintura e intenta besarla.
Jaja, esto es absurdo. Creo que voy a preguntarle al barman que bebida alucinógena nos ha dado, deseo unas cuantas botellas para llevar.
_He dicho que no, ¡¿Que no entiendes?!
Incluso su melodiosa voz la estoy escuchando a la perfección en esa mujer que ahora forcejea.
_¡Vete al diablo!.-Ella lo golpea en el rostro pero el imbécil sigue acosándola. Ella sigue dando pelea pero pareciera que a los demás les importa un comino lo que pase.
_Vamos preciosa, nos vamos a divertir.
_¡Que no! Suéltame ahora o juro que te arrepentirás.
_¿Así?¿Y si no quiero?¿Que me harás?
No, ya no puedo seguir viendo como la copia de mi chataîgner sigue siendo acosada de esa manera.
_¡Ella dijo que no!.-Le grito antes de darle un golpe en la cara y lograr tumbarlo al piso. Por supuesto, todos nos miran pero no le toman tanta importancia, la música sigue, la vida sigue y el tipo borracho sigue en el piso.
_¿Se encuentra bien Srta?
Pregunto acercándome a la preciosa dama que me mira fijamente con sus ojos bien abiertos.
_¿L-leandro?
¿Como sabe mi nombre? Espera, a menos que no sea una alucinación y ella en verdad sea...
_¿Valeria?
La mujer no me responde, por al contrario, retrocede lentamente mientras yo me acerco a ella instintivamente.
_N-no te acerques.
_¿Que?.-Pregunto al no poder escuchar nada, pero enseguida la forajida, se echa a correr, yo por supuesto no soy idiota y la sigo. La perdí una vez, no voy a volver a perderla de nuevo, al menos no hasta que me dé una buena explicación de porque se fue, de porque desapareció sin dejar rastro y ahora aparece frente a mí, con una peluca porque eso creo que es, a menos que se haya dejado crecer el cabello, aunque no creo.
_¡Valeria!
_¡No, largo!.-Grita intentando cerrar la puerta de los baños, pero se lo impido a tiempo.-¡No!¡No te acerques!
Vuelve a gritar advirtiéndome pero a mí me vale. Esta vez se encierra en uno de los tres baños que hay.
_Asi que quieres ocultarte apesar que hay un gran hueco en el piso, no eres nada inteligente chataîgner.
Me aseguro de cerrar con seguro la puerta principal de los baños y me acerco a dónde ella está encerrada.
_Abre la puerta Valeria, a menos que quieras que la tire.-Por supuesto que no soy capaz pero quiero intimidarla.
_¡Vete al carajo maldito engendro!¡¿Que no entiendes que no quiero verte?!
¿Que? Ella jamás se ha expresado de esa manera tan grosera, además soy yo el que debería estar molesto.
_Maldita sea Valeria, o abres o sino...sabes que, ya me llegaste.
Me agacho a la altura donde puedo verla, menos mal este espacio libre es suficiente para que mi cuerpo pueda entrar.
_¿Q-que haces?
Levanto mi mirada y ella sentada en el inodoro, encogida de rodillas y con los ojos desconcertados por la estupidez que estoy haciendo, pues estoy arrastrándome como una sucia cucaracha por el suelo y todo porque esta mujer que no me quiere abrir la maldita puerta del cubículo.
_Leandro no te atrevas, no lo hagas o te voy a patear, pisar y arrancar ese lindo cabello.
No la escucho y logro entrar al pequeño baño, me acerco y ella ya no tiene escapatoria. La tengo.
_Ahora si me vas a decir que rayos significa esto Valeria, ¿Acaso este era tu plan? Seducirme, enamorarme para después botarme como a una basura eh chataîgner?
Estoy furioso, molesto, pero no puedo evitar sentirme atraído por ese lindo rostro de niña enfadada que me enamoró apenas lo ví.
_¡¿Que yo que?!¡Tu eres el pinocho mentiroso!.-Grita desviando la mirada.-A-ahora haste a un lado o sino yo...
_¿O sino que?
No hará nada, no se atreverá a golpearme como a ese hombre que golpeé, aunque me excita la idea que sí lo haga para después besarme y pedirme disculpas de rodillas mientras...
_Leandro te estás pasando...
_¿Yo? Si no he hecho nada... aún chataîgner.
Me acerco con ese instinto salvaje que solo ella despierta en mí. Desvío mis ojos hacia sus pechos, mis pechos, esos que me parecen más grandes, quizás sea el licor lo que me hace verlos así, pero lo que me excita es ver qué debajo de ese polo, sus pezones están erguidos, esperando por mí, así que no puedo evitar morderlo apesar que está debajo de esa ropa.
_L-leandro no te atrevas o sino..mmm, ¡Dios!.-Me quiere advertir algo pero termina gritando, chataîgner no tienes resistencia, pienso burlón.
_Eres una cínica, una maldita sinvergüenza chataîgner..
_E-entonces déjame.-Se queja mientras mis manos recorren sus piernas descubiertas por culpa de esa corta falda.
_¿Dejarte?Ja.-Me burlo.-Ya te dejé todo el tiempo del mundo Vale, te dejé más de un año en hacer lo que quisieras, pero se acabó y vamos a comprobar si es cierto que eres la zorra que creo.
_¿Que? Óyeme Leandro yo...auchhh mierda eso estuvo rico.-Grita de placer al sentir mis dedos jugar en su sexo.
_Se dónde tocarte y hacer que goces de placer chataîgner, yo sé todo sobre tí, todo.
Sí, lo sé todo, así como ella sabe todo de mí. Dejo que este sofocante deseo explote y la estrello contra la pared del cubículo para después morder su cuello. Valeria en vez de quejarse, gime encantada por lo que acabo de hacerle. Su olor, ese delicioso olor y aroma que despide su piel, me están emborrachando de nuevo.
Poco a poco voy bajando, llego a sus pechos y los succionó violentamente. Ella no se queja, al contrario, pide más y eso es lo que hago.
_¡Leandro!.-Exclama excitada.-Más, más, oh sí, me gusta, me gusta.
_Y tú más.-Susurro y levanto su falda para meterme por completo en ella.
_Leandro no te atrevas, no atrevas...
Me pide suplicante, pero hago omiso a su pedido. Ella lo desea tanto como yo, así que solo complazco sus deseos escondidos.
_Eres un hijo de...
_Sí, lo soy.-Le corto y entro en ella de un solo movimiento, lo que la hace gritar.-Pero tú lo eres más Valeria, aún así, estás disfrutando esto.
Valeria solo me mira excitada, con los ojos suplicando porque me mueva, porque la tome como lo hacía cuando éramos felices y nos entregábamos a la lujuria y pasión de aquel tiempo.
Mientras me muevo, no puedo evitar gemir y gruñir como nunca, ambos nos tenemos ganas, unas ganas como si nuestros cuerpos necesitaran de esto para vivir.
_Leandro no pares, no pares.
_No, no pienso hacerlo.-Gruño y me sigo moviendo como un loco. Sus besos, sus mordidas y gemidos son solo el entremés de esta locura. Sé que ambos tenemos un carácter de mierda pero esto es inaudito, jamás en mi vida me imaginé cogiendo en el baño público de un bar.
Sucio y asqueroso, pienso al ver el lugar pero que más da, eso no importa, si no seguir gozando y disfrutando de su cuerpo caribeño, ese bronceado y sonrisita que son propios en ella.
Cuando por fin termino, me disocio de la realidad al eyacular tan fuerte que ambos gemimos al mismo tiempo. Por unos momentos, tengo la mente en blanco, pero no dejo de observar su expresión y esos labios que vuelvo a besar desesperado.
_Eres un troglodita.-Susurra agitada.-¿Acaso no entiendes el significado de la palabra parar?
_Que yo recuerde dijiste que no parara.
_Imbecil, dije que pares, no que sigas.
_Mentirosa, aunque esa característica la desconocía de tí.
Error, lo primero que recuerdo de Valeria Carson es que jamás le des la contra o le digas cosas que la ofendan, y yo acabo de cometer lo segundo.
_¡Eres un maldito infeliz!.-Grita furiosa para después golpearme en la entrepierna con su rodilla y empujarme al abismo ¡Diablos!¡La mato! Pero lo único que hago es llevarme las manos a dónde creo acaba de matar a nuestros futuros hijos.
_¡Vete al maldito infierno mentiroso!
Vuelve a gritar furiosa, aunque todavía queda rezagos de la excitación en ella.
_Y a mi no me vuelves a llamar mentirosa, ¡el verdadero mentiroso eres tú!.-¡¿Pero que rayos dice?!.-Mejor regresa a casa y quédate con tu esposa que debe estarse preguntando dónde está su francesito.
¡Que!¡¿Que esposa?!¡Que rayos dice esta
chataîgner loca.
Veo como Valeria abre la puerta del cubículo y se ve en la ventana, se arregla lo más que puede y saca el seguro de la puerta de los baños, no sin antes darme una última mirada.
No, no, no te vas a escapar de nuevo. Valeria no te atrevas, no lo hagas.
Intento levantarme del suelo en el que estoy, al lado de inodoro.
_Valeria no...
_Ya déjame en paz Leandro, ¡Déjame en paz!.-Vuelve a gritar antes de dar un fuerte portazo a la puerta e irse. Dejándome a mí de nuevo, en la más completa soledad y ahora, confusión.
¿Casado yo?¿Cuando?