CAPÍTULO OCHO Thorgrin, Kendrick, Erec, Srog y Bronson estaban parados como una pared unificada contra el ejército del Imperio, su gente detrás de ellos, con las armas desenfundadas, preparándose para enfrentar la embestida de las tropas del Imperio. Thor sabía que sería su muerte, su última batalla en la vida, pero no se arrepentía. Moriría aquí, frente al enemigo, de pie, espada en mano, con sus hermanos de armas a su lado, defendiendo su patria. Tendría la oportunidad de compensar lo que había hecho, de haberse enfrentado a su propio pueblo en batalla. No había nada más que pudiera pedir en la vida. Thor pensó en Gwendolyn, y solo deseaba tener más tiempo para dedicárselo a ella. Él rezaba para que Steffen la hubiera llevado a un lugar seguro y que estuviera a salvo ahí, detrás de las