Escéptica, tome su rostro con mis manos e inmediatamente él colocó las suyas sobre las mías para evitar que lo tocará. Lo miré a los ojos, en ellos habían melancolía e intranquilidad, me acerqué lo suficiente sólo para poder verlo con mayor claridad y descubrí que él no había cambiado, simplemente estaba furioso. Nuestro reino había sido devastado, su gente asesinada y le habían hecho creer que su familia estaba muerta. Con ese trágico destino, cualquiera se hubiese vuelto loco. —Es mentira— exprese en un murmullo acercando mis labios a los suyos— si no me amas, entonces aleja tus labios,aceptaré eso como una respuesta definitiva y me iré de aquí. En un acto repentino hundió sus labios sobre los míos y envolvió mi cuerpo en un abrazo desesperado. Sus labios se sentían ásperos, pero aq