Hice una reverencia, una magnifica y señorial, agachando la cabeza ante la imponente presencia de mi nuevo rey. Lorian me miro sorprendido, pero no se atrevió a reprochar o a contradecir mi acción.
—Este uniforme da mucho que decir ¿No es así?— se vio forzado a decir.
Alce la vista, su ropa traía muchos recuerdos a mi memoria. Tan dulces y amargos recuerdos.
—A partir de ahora debo dirigirme a usted como su majestad.
—Por favor— se apresuro a tomar mi mano y levantarme de aquella posición— Usted más que nadie debe sospechar que esto, lo que estoy haciendo no es más que una farsa. Por favor créame cuando le digo que yo no pretendí nada de esto, yo no quería ser el rey, no sabiendo que mi amigo aun está con vida.
—Explíqueme lo que sucede porque no lo entiendo.
Se arrodillo tomando mis
