Si pienso que la cena se llevara a cabo en algún restaurante o algún hotel. Estoy muy lejos de la realidad. La casa del shayk no está muy lejos de donde Elliot. Cuando el auto toma un sendero nos encontramos con una casa estilo victoriano en una colina bordeada por árboles. Los autos estacionados me dicen que será una cena muy concurrida. El coche se detiene y bajamos. —Pensé que sería una cena más íntima— digo sin perder mi sonrisa mientras caminamos hacia la entrada. —En realidad, también lo pensé —dice en voz baja y seria. —Tenía previsto recordarle mis intenciones. En la entrada, un hombre vestido de etiqueta nos aborda y sin inmutarse, Elliot le saca un boleto dorado y se lo entrega al hombre. Este escanea el código y asiente dándonos acceso. El salón desborda elegancia y un