Las últimas 3 semanas habían pasado volando y para horror de Jules, había estado siendo testigo como la relación entre Dorian y Logan se habia estado volviendo más íntima y cercana.
Pero, como la personalidad del muchacho apenas había cambiado cuando éste empezó a hablar, se le dificultaba bastante expresarse adecuadamente emocionalmente hablando.
No sé animaba a externar su incomodidad ante aquella inesperada amistad entre aquellos dos.
Así que, se limitaba a guardar silencio cada vez mas tiempo hasta que llegó el momento en que el muchacho de nuevo había dejado de hablar.
Así mismo empezó a comportarse bastante ausente, frío y cortante con Dorian.
Dorian y los demás lo atribuyeron a su proceso de recuperación psicológica, sin embargo llegó el punto de quiebre para este y decidió intentar averiguar que diablos le sucedía al muchacho.
- ¿Se puede saber que rayos te sucede?.
Le preguntó Dorian de repente mientras preparaba unos sandwiches de mermelada.
Jules alzó la vista de su MacBook y le miró detenidamente unos segundos, luego abrió la boca para posteriormente cerrarla de golpe y poner los ojos en blanco.
Dorian suspiró frustrado ante aquel intento de respuesta por parte del otro.
- Si no me dices que te sucede, jamás podré entenderte.
Le dijo él.
Apenas Jules iba a contarle cuando de repente el celular de Dorian empezó a sonar.
- Ah, es Logan... Nos ha invitado a una exposición de arte, su hermana es pintora.
Le dijo él.
Jules se puso como tomate por la ira e inmediatamente se puso de pie, tomó sus cosas y se fue a la habitación.
Dorian frunció el ceño y fue tras él.
- Dime qué te sucede por favor.
Jules se volteó para mirarle a los ojos y luego tomó aire.
- No me gusta Logan, le gustas.
Respondió al fin.
Dorian echó a reír.
- ¿Cómo crees?. Para nada, solo somos amigos.
Aseguró el muchacho.
Jules entonces apretó los labios y luego giró la cabeza con dirección a la ventana.
- Anda vístete, vamos a esa exposición.
Le dijo Dorian pero Jules inmediatamente se echó a la cama y se puso una almohada sobre el rostro.
- ¿No vas a ir?.
Le preguntó Dorian.
- NO VAMOS A IR.
Recalcó Jules de mala gana.
Dorian entonces se enojó.
- Oye no seas pesado. Claro que yo iré, tu a mí no me prohibes nada, y si no quieres está bien, pero no decidas por los dos.
Allá tú si quieres actuar como tonto solamente por tus celos e inseguridades.
Deberías hacer más amigos a parte de mi, en serio yo no tengo problema con eso.
Le dijo él para luego irse a bañar y a arreglar.
Al llegar a la galería, Dorian ubicó a Logan entre la gente y se dispuso a conversar con el y con la hermana de este.
Al cabo de unas horas mientras Dorian fumaba un cigarro en la terraza, llegó Logan y se acercó mucho a el.
- ¿Realmente estás enamorado de Jules?.
Le preguntó él.
Dorian se giró y asintió.
- ¿Por que?.
Preguntó el con cautela.
- Es que me parece alguien totalmente distinto a tí. Tu brillas y el parece ser una persona de las que apagan el brillo de los demás.
Es extremadamente antipático y también muy extraño, mereces estar con alguien que te haga brillar...
Le dijo el joven.
Pero Dorian le miró sorprendido ante aquella respuesta.
Logan se aproximó a el y lo besó apasionadamente en los labios.
Dorian abrió mucho los ojos.
Supo que Jules tenía razón.
- Creo que será mejor que me vaya.
Apenas dijo aquello, Dorian se dió la media vuelta dejándole ahí.
Pero entonces vió la espalda de Jules perdiéndose entre el gentío.
El estómago lo sintió de plomo e inmediatamente fue tras el.
Al salir al exterior, vio a Jules quien caminaba muy deprisa hacia el estacionamiento, y Dorian echó a correr hacia el otro.
- ¡JULES!.
Gritó a pleno pulmón mientras le daba alcance.
El joven se dió la media vuelta y luego le propinó un golpe en la mandíbula a Dorian tan potente, que le hizo caer de nalgas estrepitosamente contra el suelo.
- ¡VETE A LA MIERDA DORIAN!.
Gritó Jules totalmente fuera de si, luego rápidamente se subió a la camioneta y arrancó a toda velocidad de ahí, dejando al otro devastado.
Jules condujo a exceso de velocidad por la ciudad, de manera imprudente e irresponsable, estuvo a punto de chocar contra otro auto pero logró esquivarlo a último momento.
Aquello hizo al muchacho volver en sí y este, aminoró la velocidad, pero aún le temblaban las manos por la rabia.
Entonces su teléfono empezó a sonar y vió que era Dorian.
Jules inmediatamente apagó el celular y luego de un rato se detuvo estacionando el vehículo cerca de un bar.
Se metió al bar, se sentó en la barra y pidió una botella de vodka.
Y empezó a beber a una velocidad impresionante, haciendo que varias personas a su alrededor le mirasen preocupadas y otras sorprendidas.
Luego de un rato, Jules estaba algo ebrio, y, para su sorpresa Norma se hallaba sentada a lado de él mirándole fijamente.
- Déjame adivinar, a ti también te ha roto el corazón...
Le dijo ella muy seria.
Jules entonces le miró de soslayo y luego se limitó a asentir lentamente.
Norma chasqueó la lengua y meneó la cabeza de manera reprobatoria.
- Apuesto que el chico nuevo tiene algo que ver...
Aventuró ella.
Jules entonces la miró fijamente.
- Toda la escuela se ha dado cuenta de lo cercanos que se han vuelto aquellos dos...
Y aunque no lo creas, sinceramente siento pena por ti.
Dijo la joven con sinceridad.
Jules supo que ella no mentía.
- No me tengas pena.
Le respondió Jules muy serio.
Norma asintió.
- ¿Quieres salir de aqui?... Podemos ir a conversar a otro lugar más tranquilo.
Sugirió ella.
- No puedo conducir, estoy algo ebrio.
Le dijo él.
- Yo no he bebido alcohol todavía, si quieres yo conduzco. Vine con unas amigas, pero... Estarán bien sin mí.
Respondió ella.
Jules se giró donde la chica le señaló y vió a un grupo de chicas muy guapas que miraban a Norma con envidia al ver que ella le hablaba a un hombre tan guapo.
- Vale...
Respondió Jules dándole la llave de encendido y le dió su tarjeta de crédito a la chica para que pagará la cuenta.
- ¿Cuál es el NIP?.
Preguntó ella mirando la tarjeta.
- 1198... Paga la cuenta de tus amigas también, ya que te estoy robando de con ellas es lo mínimo que puedo hacer.
Contestó el joven.
Norma hizo señas al bartender y como había mucha gente no escuchó.
- Deja voy hacia la cajera.
Le dijo Norma para luego irse a pagar ambas cuentas tal cual se lo había pedido Jules.
Ya en la camioneta, Jules echó la cabeza atrás y bajó la ventanilla.
- ¿Quieres que te lleve a casa y ya de ahí puedo irme a la mía?.
Le preguntó Norma.
Pero Jules negó.
- Bueno, entonces... ¿Quieres ir a mi casa?. Mis padres están en New York... Además, hay vodka allá.
Sugirió la chica mientras conducía tranquilamente por Rodeo Drive.
A Jules le pareció buena idea y asintió.
Al llegar a casa de Norma, la joven lo condujo hasta el bar que se hallaba en la terraza, y desde ahí podía ver fácilmente la mansión de los Harsh.
- Yo amaba mucho a Dorian... Incluso alguna vez me atreví a soñar que me casaría con el cuando crecieramos.
Pero el siempre ha sabido como jugar con las personas.
Cuando te conoció a ti, follaba conmigo y luego simplemente perdió el interés en mi persona.
Por eso te aborrecía la verdad, luego comprendí que no fue culpa tuya.
Tú no hiciste nada malo, y para serte sincera...
Siempre me has parecido absurdamente guapo.
Incluso más que Dorian.
No sé que te haya hecho pero, si tiene solución... Arreglenlo.
Le dijo Norma para luego darle un trago a su vaso.
Jules la miró detenidamente y luego paseó la mirada por el escultural cuerpo de la chica.
- Jamás he tenido relaciones s*x*ales con una mujer. ¿Quieres follar?.
Le preguntó él de manera directa.
Norma abrió los ojos ante la propuesta.
- Ah... Pero solo como amigos ¿Verdad?.
Preguntó Norma.
Jules asintió.
- Sin trucos.
Advirtió él.
Norma sonrió.
- Va... Que nadie se entere pues... Entonces... ¿Ahora somos amigos?.
Le preguntó ella mientras se ponía de pie y el otro la seguía hacia su habitación.
- Claro... Siempre y cuando no tengas planeado algo contra mi.
Respondió Jules.
Norma cerró la puerta de su habitación y luego vió al muchacho mirando el lugar con interés.
- Nada contra tuya.
Aseguró ella.
Jules vió como Norma lentamente se quitó el vestido, quedando solamente en lencería de encaje negr* extremadamente sexy.
El joven empezó a quitarse la ropa también, hasta quedar totalmente desnudo frente a ella, quien lo miraba boquiabierta.
- Pero que bueno estás...
Le dijo para inmediatamente saltar sobre de él y empujarlo contra la cama.
Jules empezó a besarla apasionadamente, mientras que con las manos exploraba el sensual cuerpo femenino de la otra.
Jamás había tocado a una mujer en su vida, le agradó mucho la suavidad tanto en los músculos como la piel, nada que ver con la dureza en el cuerpo masculino.
Apretó suavemente ambos senos y luego metió ambas manos debajo del sostén, y tocó los suaves pezones rosados.
Norma gimió de placer, ver a ese hermoso hombre explorando su cuerpo le hizo sentir especial.
Y más al ver la concentración total con la que el joven miraba y tocaba cada parte de ella.
Entonces Norma se quitó las bragas y abrió las piernas, haciendo que Jules abriera mucho los ojos.
- ¿Y que piensas?.
Le preguntó ella riendo al ver la expresión del joven.
Jules sonrió y se sonrojó.
- Creo... Creo que no soy tan gay como pensaba.
Aseguró el riendo con ella.
Norma entonces llevo su mano derecha hacia la vulva y luego separó los labios con el dedo índice y el anular, para posteriormente introducirse el dedo medio.
- Estoy empapada...
Le dijo ella con voz trémula.
Aquello hizo que Jules tragara saliva con dificultad.
- ¿Quieres probar?...
Le preguntó Norma.
Jules asintió y se agazapó, luego empezó a lamer tímidamente la v****a de la chica, después a succionar el clítoris con mucha delicadeza, ocasionando que Norma empezara a gemir como loca.
- Ay... Wow... Que rico.
Musitó ella.
Jules empezó a devorar a la joven, cada vez mas excitado.
Norma le detuvo y luego le indicó que se recostara boca arriba.
- La tienes muy grande... Y es preciosa.
Dijo ella muy contenta admirando el pene de Jules.
Luego, la chica sacó la lengua y empezó a lamer el tronco y después el glande, haciendo que Jules soltará un jadeo.
Norma, empezó a darle un oral, haciendo que Jules aferrara las manos a las sábanas.
Definitivamente Norma, era extremadamente buena dando orales.
- ¿Tienes preservativos?.
Le preguntó Jules.
Norma asintió e inmediatamente sacó uno de su mesita de noche, luego le puso uno y se fue sentándo sobre el miembr* del joven y empezó a cabalgarlo.
Jules mientras tanto jugaba con los preciosos senos redondos y de cuando en cuando le sujetaba la delgada garganta, apretando ligeramente el cuello de la chica.
El sintió que quería hacer más, así que rápidamente se giró mientras la abrazaba y empezó a penetrarla suavemente, sintiendo como se hundía en el húmedo interior de la chica.
Eso lo volvió loco.
-Quitatelo... Quiero sentirte.
Le pidió ella con urgencia.
Jules miró los oscuros ojos de Norma y asintió.
Se salió de ella, se quitó el preservativo y de nuevo se hundió en ella, y la sensación le causó vértigo.
Jules empezó a aumentar la velocidad de sus embestidas, haciendo que Norma empezara a gemir como loca y más cuando Jules empezó a mover su dedo pulgar suavemente haciendo círculos en el clítoris.
Al cabo de un rato, Norma empezó casi a gritar y alcanzó el clim*x, apretó tanto que Jules también soltó un gemido gutural y se salió antes de eyacular, terminando en el vientre plano de la joven.
Ambos se miraron a los ojos y se fundieron en un apasionado beso.
- Que nadie se entere.
Repitió Norma en voz baja.
- Por favor.
Le pidió Jules respirando agitado.