12.

3413 Words
Jules se miró detenidamente en el reflejo del espejo y decidió que le gustaba como se veía. Había optado por vestir una camisa formal Dolce & Gabbana en color blanco, un poco abierta en el pecho sin corbata, unos pantalones Maison Margiela de vestir color negr*, zapatos de vestir Hugo Boss y de accesorio únicamente un reloj Ulysse Nardin. Peinó su cabello hacia atrás y puso cara de disgusto al ver que su corte de cabello había perdido el diseño original, ya que no había ido a la barbería y este había crecido dejándole exactamente el look de Leonardo DiCaprio en la película Titanic. Suspiró al ver su nada intencional slide bangs en el cabello. El joven entonces se puso loción para después del afeitado y le ardió un poco el rostro. - Como arde ¿Verdad?. Le preguntó Dorian, quien iba vestido con un traje Gucci de lana de angora de corte ajustado color negr*, una camisa blanca Boss, zapatos de vestir negros Prada, un reloj Franck Muller y solamente un simple pendiente Agrafe de oro blanco Cartier en el lóbulo de la oreja derecha, el cabello lo llevaba peinado en media coleta. Cómo tampoco le había cortado los últimos meses, la abundante melena ahora le llegaba al pecho. Jules entonces le señaló la otra oreja. - El otro pendiente fue enterrado con mi mamá. Lo tiene ella, y este lo tengo yo. Le dijo el. Jules se acercó más para ver de cerca el precioso pendiente con muchos diamantes. - 79 en total... Le dijo Dorian sonriendo. Jules pensó que ese pequeño detalle en la oreja le daba un look muy cool. - A mi mamá le gustaban mucho esos pendientes, poco antes de morir me obsequió ambos, pero... Yo le puse uno en el funeral. Le contó el joven con la voz apagada. Jules le miró muy triste. - No importa, en fin. Te has de estar preguntando por qué te he pedido que nos fuésemos tan bien arreglados y con ropa muy cara... Verás, hoy es la inauguración de un lujoso sky bar en la ciudad, ese bar es uno de tantos que tiene el hermano de mi papá. Y resulta... Que, bueno, él es tío político del gordo de Brad. Al que golpeé hace unos meses. ¿Recuerdas?. Le preguntó Dorian. Jules asintió. - Bueno, muy probablemente en el lugar estén varios de nuestros compañeros y conocidos y yo... Quiero que todos sepan que estamos juntos. Incluída mi familia, ya que estarán mis primos y primas... Tal vez algunos tíos. Estoy seguro, que el día de mañana estaremos en la portada de varias revistas y portales de internet que se dedican a los socialités... Y mi papá... Obviamente tu mamá, se van a salir enterando ya sea por boca de alguien del círculo o por lo que lleguen a leer en algún lado. Tu no sabes y no entiendes aún como pueden llegar a ser de... Comunicativos en "La Crema y Nata" de la sociedad a la que ahora perteneces. Aún no lo sabes, pero tú mamá se casó con una familia Old Money y es por eso que todos me conocen aquí, y todos quieren ser amigos míos. Y... Vários integrantes de mi familia, bueno... Son bastantes snoobs. Y como te habrás dado cuenta, yo soy la oveja negra. La familia de mi mamá, también son así. La única que considero buena persona entre ese montón de clasistas es mi abuela materna y por parte de mi familia paterna... Pues es mi papá. No les gustó mucho que él se haya casado con una profesora de historia. Aunque tú mamá sea muy buena mujer. Así que ya estás al tanto de la situación. Es por eso, que está noche... Que hoy, no te dejes amedrentar por comentarios elitistas... Aunque siendo sinceros, les superas en porte y clase a la gran mayoría de las personas que conozco de siempre. Le dijo para luego tomar aire. Jules se quedó pensando unos segundos meditando lo que el otro le había contado. - Por cierto... Te vez estúpidamente guapo, pero en verdad, muuuy guapo. Me dieron ganas de hacerte un oral. Le dijo Dorian para luego acercarse a él y besarle el cuello. Jules echó la cabeza atrás exponiendo la garganta. Dorian entonces lamió la nuez de joven y luego frotó la nariz en la muy bien definida mandíbula. - Ay... Pero que sexy eres. Dijo riendo entre dientes. Jules entonces enredó los largos dedos niveos en la oscura melena del otro y luego se llevó un largo mechón a la nariz, inspirando el delicioso aroma a Chanel. - Vamos... O nos pondremos demasiado calientes y terminaremos por no ir. Le dijo Dorian echando a reír. Al llegar al garage, Dorian cogió la llave de un Alfa Romeo 33 Stradale en color rojo. Jules abrió mucho los ojos al saber que se irían en aquel vehículo. - ¿Sabías que solo hay 33 en todo el mundo?... Por eso se llama así. Le dijo este mientras se abrochaban los cinturones de seguridad. Jules asintió nervioso. - Tranquilo, si le sucede algo... Pues la culpa es mía. Una vez choqué un Aston Martin en unas vacaciones en Mónaco. Mi papá casi me corta las bolas, pero al final me perdonó. Le dijo Dorian riendo. Jules no le encontraba la gracia el haber dañado semejante marca de vehículo. - ¿Quieres conducirlo?. Le preguntó Dorian mirándolo de reojo. Jules inmediatamente negó. - Anda... Cambiemos de lugares. Jules volvió a negar. - No seas pesado. Conduce tú... Si pasa algo pues cambiamos de lugares y yo me echo la culpa. Le dijo el. Jules lo meditó unos segundos y luego accedió. Así pues los jóvenes se bajaron del auto para cambiar lugares. Y Jules condujo hasta la ciudad muerto de miedo. - Conduce más rápido mi abuela... Le dijo Dorian riendo. Jules chasqueó la lengua y luego le enseñó el dedo medio a modo de grosería. Dorian rompió en una carcajada y Jules le indicó que guardase silencio. - ¿Te estoy distrayendo?. Le preguntó Dorian muy divertido. Jules asintió mirando por los espejos retrovisores como un neurótico. - ¿Enserio?. Preguntó Dorian mientras le empezaba a tocar allá abajo. Jules inmediatamente le dió un manazo muy fuerte en la parte externa de la mano. - ¡Ay!... Pero que enojón eres Valentine... Es ahí, ¿Ves ese enorme rascacielos?... Bueno, es ahí a dónde vamos. Y ya quiero que sea Noviembre, para que me acompañes a la noche de gala que hace la familia de mi padre cada año para una muy noble acción benéfica para los desafortunados del mundo. Jamás verás tanta hipocresía en un solo lugar. De verdad... Pero quién soy yo para hablar mal de tan bondadosas personas con almas puras y caritativas. En fin... Le dijo el joven riendo con ironía. Jules le miró confundido, entre más tiempo pasaba con Dorian, más extraña le parecía la gente rica. Al llegar al lugar, Jules sintió un alivio al darle la llave al Valet Parking. Dorian echó a reír y luego le pasó el brazo derecho por encima del hombro izquierdo, recargando parte de su peso en el otro. - Ya pasó... ¿Ves?, No sucedió nada. Es solo un auto. Le dijo este riendo. Jules meneó la cabeza. - Ya, ya... Respira, que te has puesto pálido. Le dijo este riendo. Al llegar al lobby, se encontraron con Norma y sus padres quienes al ver a Dorian inmediatamente fueron a saludarlo. Jules miró a la chica quien a su vez le miraba con recelo. - Dorian querido... Que gusto verte. Dijo la madre de la joven. - ¿Cómo está señora Dumas?. Preguntó Dorian fingiendo cordialidad. - Muy contentos de verte. Respondió la atractiva mujer. El padre de Norma se acercó también y seguido por su hija. - ¡Muchacho! Que gusto. ¿Cuando vuelve tu papá?. Hay algunas cosas que quiero hablar con él. Le preguntó el padre de Norma. - Hace mucho que no vas a cenar con nosotros, esperabamos verte más seguido ahora que vives de nuevo aquí. Nos gusta mucho verte con Norma. Dijo la mujer. - Según yo dentro de ocho semanas regresan de su luna de miel, y he estado algo ocupado últimamente, Ah... Les presento a Jules. Les dijo Dorian al matrimonio. - Ah si, tu hermanastro. Dijo la mujer. - Mi novio. Aunque si, también es mi hermanastro porque es hijo de mi madrastra. Pero en realidad somos novios. Informó Dorian haciendo que tanto los padres de Norma y la misma se quedaran boquiabiertos. - ¿Que cosa?. Preguntó el padre de la chica. Jules se miró el reloj para distraerse. - Si, es mi novio. ¿No lo sabía? Soy homosexual. En fin, me dió mucho gusto verlos. Amor, despídete. Le dijo Dorian al joven. Jules miró a la familia Dumas y se despidió con la mano, se metió al ascensor con el otro y dejaron al matrimonio e hija totalmente en shock. Las puertas del ascensor se cerraron, Jules y Dorian se miraron a los ojos en total silencio y luego de unos segundos ambos echaron a reír, obviamente Jules no emitió sonido alguno, sin embargo el muchacho estaba seguro de que las carcajadas de Dorian se escuchaban hasta China. - ¿Viste sus caras?. Dijo el joven sin dejar de reir, mientras que Jules se acomodaba el saco. Las puertas se abrieron y Jules vio a muchas personas en aquel lujoso lugar, apenas iban saliendo del ascensor y un mesero les ofreció unas copas de Dom Pérignon. Entonces se les acercaron un grupo de jóvenes. - Dorian. Dijo uno de ellos apenas verle. - Chris... Respondió el otro fingiendo una sonrisa. - ¿Y donde has dejado a tus amiguitas de siempre?. Le preguntó Chris ignorando deliberadamente a Jules. - Eh... Bueno, es que en esta ocasión, me acompaña mi novio. Ahora, si nos disculpan... Dijo Dorian muy educado mientras se abría paso entre los boquiabiertos jóvenes. - Mis primos. Le dijo Dorian en voz baja. Jules asintió. Entonces apareció un hombre maduro, de aproximadamente cincuenta años muy parecido a James. - Dorian... Al final decidiste venir. Dijo él. - Que bonito es aquí tío, en serio. Por cierto, te presento a... - Jules Valentine, el hijastro de tu padre. Cortó el hombre de manera despectiva. - Y mi novio. Amor te presento a mi tío Jaime. Por cierto ¿Quien es mi tía está vez?. Preguntó Dorian mirando a todas partes. Jules pudo ver cómo al hombre le iban y venían los colores al rostro totalmente furioso. - ¿De que mierda estás hablando niño?. Dijo en voz baja. - Pues que técnicamente cambias de esposa cada año. Respondió el otro. - Como tú de carrera. Repuso el hombre con ironía. Dorian echó a reír. - Si exactamente igual, ahora veo de quien heredé eso... ¿Quien es mi tía pues?. Preguntó el muy contento. - Tu no eres gay, deja de estar diciendo estupideces en público. Le dijo el hombre. Dorian le miró divertido y se cruzó de brazos. - Enserio Tío, Jules y yo somos novios. Le aseguró este. El hombre miró al otro joven de arriba a abajo y tuvo que reconocer que el muchacho en verdad parecía modelo de revista. No desentonaba de aquel sitio y sinceramente tenía mucho porte y garbo. Luego posó los ojos en su sobrino y al verle el precioso rostro, expresión altiva y sonrisa socarrona se sintió enfurecer. No le agradaba que el muchacho no solamente era asquerosamente rico, si no que fuese también espantosamente atractivo y guapo. El joven lo tenía todo, incluso actitud y carácter. - Si viniste solamente a decir estupideces y querer llamar la atención a costa de este joven, por favor retirate. Le ordenó el hombre cada vez con menos paciencia. Dorian echó a reír. - Pero si el edificio es mío, en dado caso podría pedirte que muevas tu miserable Bar a otro lugar... Por si lo olvidaste, mi abuelo me dejó este lugar y otros cuantos más en la ciudad. Es mío. Le recordó el muchacho. Jaime se puso color granate. - Aún no cumples veintiuno. Le dijo este. - Ay por favor, falta poco para que los cumpla y por si no te habías enterado, hace poco me he visto con los abogados de mi abuelo. Y lo primero que voy a hacer, es pedirte el lugar, darte una compensación y luego abrir un spa... Adios... Le dijo este para luego tomar a Jules de la mano izquierda y llevárselo de ahí. Entonces los dos salieron a la terraza que ofrecía una preciosa vista de 360° de la ciudad. Jules se giró hacia Dorian y via a este mirándole, luego el joven le abrazó de manera muy cariñosa. Ambos se besaron en frente de varias personas. Los amigos de Dorian se quedaron pasmados y Norma junto con sus amigas prácticamente estaban igual de sorprendidas. - ¿Entonces Dorian es gay?. Le preguntó Eunice, la mejor amiga de Norma. La joven sintió ganas de llorar. Brad, el joven robusto con el cual Dorian había tenido problemas anteriormente, observó la escena y luego les tomó una foto, y la envió al periódico de la universidad. Pero no fue el único en fotografiar a los jóvenes, si no que tal cual lo había vaticinado Dorian, varios reporteros también les estaban sacando fotos. Al día siguiente, Dorian y Jules se despertaron temprano, y se prepararon para ir de camping. Al llegar al bosque, Jules se sintió decepcionado al ver que no dormirían en una tienda de campaña, si no que Dorian tenía una lujosa cabaña a lado de el lago (Claro que si). - ¿Te gusta?. Le preguntó Dorian mientras el otro asentía. - Bajemos la despensa de la camioneta. Le dijo el muchacho al otro. Aquella tarde habían decidido hacer senderismo, tomando fotografías de cuánto animal se les puso en frente. Entonces Dorian se tomó selfies con Jules y las posteó en Inst*gram. En ninguna se estaban besuqueando, pero si se veían muy cercanos. Entonces le apareció un "me gusta" de su padre, al parecer este aún no se enteraba de su amorío. Los muchachos fueron por cañas y se subieron a un bote, y se fueron a pescar al lago. Dorian estaba asombrado de la suerte que tenía Jules con los peces, parecía que tenía un imán. Regresaron a la cabaña, limpiaron los ocho enormes peces que obtuvieron, los destriparon, y luego los cocinaron en el horno con aceite de oliva, especias y jugo de limón. Entonces Jules se metió a bañar y al salir, se metió Dorian. Jules fue a esperarlo en un sillón a lado de la chimenea totalmente desnudo. Dorian bajó y al verlo sonrió, fue a la cava y sacó una botella de Château Lafite 1869. Al ver la botella de vino, Jules abrió los ojos sorprendido. - Era de mi mamá, se la regaló el presidente... Mi papá a olvidado que está aquí... Hay que decantarlo primero antes de beberlo. Le dijo el joven mientras empezaba a descorchar la botella y luego vertia el contenido en un precioso Riedel Crystal Mamba para ponerlo a contra luz utilizando el fuego de la chimenea y asegurarse de no vertir sedimentos de vino en las copas. Jules se daba una idea de que aquel vino debía de ser carisimo. - Mi madre me dijo dónde lo había dejado, supongo que quería que lo bebiera en alguna ocasión especial con alguien especial... Está es una ocasión especial y tú eres la persona más especial para mí en el mundo entero. Le dijo el al otro. Jules tomó la copa y luego esperó a que el otro se sentará a su lado, también estaba desnudo. Ambos bebieron del vino y les gustó el tanico cuerpo de la reserva. - Es bastante seco... Observó Dorian haciendo de somelier. Jules sonrió. - Se me antojó un gran mignon o un York. Declaró Dorian. Ambos se miraron unos minutos más. Dorian entonces dejó ambas copas vacías en la mesa de centro y empezó a besar al otro, pero Jules le detuvo y luego empujó al joven y lo recostó. Entonces se inclinó sobre de este, y empezó a darle sexo oral por primera vez. Al terminar de hacer el amor, ambos permanecieron abrazados largo rato. - En realidad... Yo siempre he sido gay Jules. Reconoció este. El otro se incorporó para verle mejor y le miró muy atento. - Yo... Siempre me he esforzado por parecer de cierta manera ante los demás. La verdad es que, vine huyendo de Europa porque alguien averiguo mis preferencias y me chantajeaba con decirle a todo el mundo. Sabía que mi papá se enteraría en algún momento, pero planeaba mantenerlo en secreto más tiempo... Hasta que te conocí. Y cuando creí haberte perdido, comprendí que no vale la pena permanecer "En el closet". Te amo... En serio te amo. Le dijo en voz muy baja y luego le sonrió. Jules sonrió también. Ambos jóvenes se dirigieron a la cocina ya con ropa, y sacaron los pescados ya fritos, Dorian puso pimienta a un puré de papas, Jules blanqueó espárragos y luego se puso a freír zanahorias silvestres en mantequilla. - Aprendí a cocinar gracias a Pietro, desde niño siempre me sentí atraído por la gastronomía. Mis papás siempre creyeron que terminaría estudiando eso, pero la verdad es que no me gusta cocinar estando bajo presión y estresado. Solo me gusta hacerlo por hobby. ¿Y tú? ¿Cómo es que sabes cocinar?. Le preguntó muy interesado mientras bebía otra copa de vino tinto y sacaba del refrigerador un grueso y pesado corte de carne York. Lo puso en el sartén con un poco de aceite de oliva y agregó un poco de romero, pimienta negra y sal de grano. Jules se detuvo unos segundos y escribió en su teléfono, luego se lo dió al otro y se puso a preparar una ensalada. "Mi mamá trabajaba, yo cocinaba". Dorian sonrió. - Me agrada tu mamá, aún no la conozco bien, pero teniendo en cuenta como eres, supongo que ella es una muy buena persona. Ya entiendo por qué mi papá se casó con ella, apuesto que mi mamá aprueba su relación. Dijo muy optimista. Jules sonrió ante aquella observación. Después de un rato, los dos muchachos se sentaron a comer todo lo que habían preparado, mientras cenaban, Jules escuchó fascinado las interesantes anécdotas que Dorian le contaba de sus viajes a las catacumbas parisinas. - Y te juro que te cagas de miedo estando allá abajo, supe que el catafilo que contraté la última vez, desapareció hace meses. Bueno, no sería el primer desgraciado que se pierde allá abajo. Si quieres, en vacaciones vamos. Le dijo. Jules esbozo una sonrisa fingida, definitivamente no le apetecía nada ir a París solamente para meterse a túneles subterráneos, oscuros y tenebrosos. Dorian reparó en que el muchacho no parecía muy contento ante aquel plan, pero estaba seguro de que accedería a descender con el, solamente para pasar tiempo juntos. - Si nos perdemos, lo haremos juntos y si morimos, bueno... Lo haremos también juntos. Dijo riendo. Jules asintió y luego frunció el ceño ante aquel plan tan exageradamente fatal. - Es broma. Ni de chiste te expondría a semejante estrés, el oxígeno es muy malo y además hay cucarachas. Definitivamente no volveré a meterme a esos putos túneles nunca más en mi vida. Expresó el joven con solemnidad. Jules asintió agradecido. - ¿Sabes?... Ahora que lo pienso, eres como Ariel, de la Sirenita... Hermoso y mudo. Afirmó el joven echando a reír y haciendo al otro atragantarse con el vino. - Me gusta esto, podría pasar el resto de mi vida haciendo esto que hacemos... Cocinar, conversar... Bueno, yo conversar y tú escuchar... Aunque me gustaría mucho saber que es lo que piensas en el momento. Y por eso... Le dijo, para luego continuar en señas. "Me he tomado el tiempo de aprender el lenguaje de señas los meses que no me hacías caso, quiero entenderte". Jules abrió los ojos como platos. "¿Estas bromeando?". Dijo emocionado moviendo los dedos. Dorian negó sin dejar de sonreír. "Es lo más genial que has hecho hasta el momento". Le dijo. Dorian se emocionó. - Que bien que te haya gustado, aunque según yo, el yate fue por mucho aún más genial ".
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