Dániel.
Faltaba solo una semana para la boda, debía comprarme el traje, las últimas semanas había estado ocupado respondiendo todas las sugerencias de Bridget, la organizadora de bodas que eligió Isabel, me molestaba mucho la actitud de Isabel, demostraba en todo momento que no le importaba la boda, entendía que era un contrato, pero, ¿qué mujer no desea una gran boda?. Este matrimonio se iba a realizar sí o sí, entonces debía poner un poco más de empeño, todo dejaba que lo decidiera yo,
Desde que Franco se enteró que me estaba por casar insistió en prepararme una despedida de soltero, yo me negué, sabía de lo que era capaz de hacer, no iba a faltar alcohol y mujeres, yo estaba en periodo de abstinencia y no quería pecar, no era bueno para mí salud mental ver cuerpos semidesnudos bailan
