Me miro en el espero de la habitación que George mandó a preparar para mí. Ya me he bañado y vestido, por lo que estoy casi listo para salir en busca de Allison y debo admitir, que nunca me había sentido tan emocionado por encontrarme con una mujer. Quizás porque nunca he estado a estas alturas de casarme y mucho menos, con una mujer tan asombrosa como ella.
George nos ha preparado todo lo necesario, justo como le pedí en la carta que le envié antes de salir de la aldea de Allison. En realidad, él se esmeró, ordenando que nos trajeran ropa para la ocasión y estoy muy agradecido con él. Esta noche llevo una camisa blanca de manga larga, junto a unas calzas negras y una túnica oscura también. Me contemplo en el espejo y mi aspecto es bastante decente. Casi como si lo hubiese elegido yo mis
