La arrastro hasta mi caballo y la subo en el sin importarme sus quejas. Estoy molesto, más que molesto, estoy enfadado como ella no se imagina. Hoy, pensaba despertar a su lado luego de una noche de pasión como la que tuvimos, pero para mi sorpresa, cuando abro los ojos, lo primero que hago es encontrarme totalmente solo. Al principio creí que se había marchado, retractándose de su decisión de casarse conmigo, pero luego vi que su caballo estaba ahí y pensé que debía andar cerca, porque, admitiéndolo, sé que con ella el sexo fue extraordinario y estoy muy, muy seguro de que le gustó. La esperé durante un largo rato sin señales de ella, hasta que la escucho gritar mi nombre desesperada. Salgo en su búsqueda y cuando llego a los vados del arroyo, me la encuentro a punto de ser violada por