Narra Carlos Me despierto con la alarma de mi celular. La he puesto muy temprano. 4:30 a.m. Sí. Estoy madrugando un domingo, a pesar de que anoche me trasnoché haciendo el amor con Luciano hasta muy pasada la medianoche. Prácticamente se podría decir que solo he dormido dos horas, teniendo en cuenta que la acción con mi esposo finalizó casi a las dos de la mañana. Carajo. Luciano y yo tuvimos hace unas horas el sexo más destructor que pueda existir. De ese sexo que es totalmente imposible tener con mujeres, ya que ellas por naturaleza son más delicadas, y por más perras que puedan ser algunas en la cama, no tienen la misma resistencia física que un hombre. Hubo un poco de sangre de por medio, ya que admito que a veces no puedo controlar mi fuerza, pero no fue nada grave, y Lucian