Amanezco en la orilla de la cama, a punto de caerme. Edahi ha dormido conmigo, mientras que Fernando durmió en la cama de Alejandro, aprovechando que este pasó la noche donde sus primos. El pequeño cacique duerme igual que Alejandro, con sus brazos y piernas extendidas como un sapo al que van a examinar en un laboratorio, así que se adueñó de casi todo el espacio de la cama Kingsize que Fernando y yo compartimos. Luciano me escribió anoche como mil veces preguntándome si Edahi ya había comido, si ya se había dormido, si sintió frío..., parece más papá de Edahi de lo que lo es Carlos. A veces llego a pensar que fue cosa del destino que Carlos y Luciano se emparejaran, porque o si no sabrá Dios cuál hubiese sido el destino del pequeño Edahi, ya que Carlos no se cuida ni a sí mismo. El