Narra Camille: Retomando los viejos hábitos, me he dedicado a una cabalgata matutina junto a mi querida Rosita desde que regresé al rancho. Ella parece haberme extrañado, puesto que se entrega por completo en nuestras carreras. Hoy, como los últimos días, peino a todo galope las vastas llanuras de mi padre, aprovechando el momento más sereno de la agotadora agenda que me espera, para poder estar a solas. Pese a que me cueste admitirlo, estas semanas aquí han sido algo curativas, porque me han hecho enfrentarme a esos temores que durante años me han perseguido, sin embargo, no puedo negar que, en cada lugar que miro el recuerdo de mi hermano mayor dice presente. Sin darme cuenta, termino visitando uno de mis espacios favoritos de todo OakDale: un viejo columpio que hizo para mí a unos