El Arte de Amar ©

Capitulo 33

La joven pareja estaba acostada, envueltos en sábanas, acabando de entregarse todo su amor, cuando aquel alto ojiverde abrió la puerta ebrio, mostrándose confundido, para así perder el conocimiento y caer al suelo

—¡Dios mío! ¿Qué le ocurrió?—habló Dania sentándose y tapándose con las sábanas, mirando al ojiverde

—Estaba ebrio—dijo Landon tomando su ropa interior

—¿Estará bien?—ella aún está sentada tapándose bien

—Sí, si linda, él estará bien, solo está ebrio, lo iré a dejar a su habitación—Landon camino hacia él levantándolo con fuerza

El castaño con dificultades lo llevó a su habitación, la cual se encontraba a un costado, tomó la llave del ojiverde y abrió la puerta. El ojiverde entre abría sus ojos haciendo muecas extrañas, Landon lo llevó hasta la cama y lo dejó caer, quitándole sus zapatos, trato de dejarlo lo más decente posible, lo cubrió con una manta

—Bien amigo, será hora de que duermas porque yo estaba en algo importante—el castaño lo miraba mientras este balbuceaba

El castaño salió de la habitación, mirando a los lados para no ser visto en ropa interior. Entró a su habitación y esta vez se encargó de ponerle seguro a su puerta, ya que antes no pensó en eso, camino hasta la habitación y al mirar hacia la cama, Dania se tapaba entre las sabanas, logrando sacarle una sonrisa a Landon

—Temía a que te fueras—dijo acercándose a ella

—No, a menos que eso quieras—sonrió pícara

—No, no quisiera que te fueras, quisiera tenerte así conmigo todos los días—se acostaba poniendo su brazo para que ella se acostara en él

—Yo también quiero eso—ella lo besó

—Debo admitir, que esta fue la mejor noche de mi vida Dania—se miraban a los ojos

—Para ser la primera vez, me gusto—Landon abrió más los ojos sorprendido

—Que honor linda, ser el primero—unieron sus labios para después sonreír, aunque Dania pensó en el acontecimiento que se vivió con Bill, ¿realmente era la primera vez?, se preguntó—¿Te quedarás conmigo?—pregunta Landon

—No lo sé, papá se daría cuenta de que no estoy en casa—hizo mueca de disgusto

—Mañana llegarás primero que él y no habrá sospecha de que no dormiste en casa—eso hacía sonreír a Dania

Terminó aceptando, porque la verdad dormir en brazos de su novio era más placentero que abrazar un peluche. Al día siguiente, Landon había salido temprano, necesitaba ir a comprarle un cambio de ropa a Dania, pues si querían despistar a su padre, debía llegar con otra ropa y no la misma. Ella se levantó con un buen humor, se dieron una ducha, por separado, se vistieron y salieron de la habitación muy temprano. Al estar en el set, Dania divisó a lo lejos a su buen amigo Owen, este corrió a ella y la abrazo

—Mi dulce niña, veo que te la pasaste bien—dijo Owen sonrojando a la chica

—Y tú debes de ser el gran amigo de Dania, me ha hablado bien de ti—dijo el castaño extendiendo su mano en saludo

—El mismo que viste y calza, es un placer conocerte—estrecharon sus manos—¿Y dónde está Bill?—pregunta Owen de repente

—Ah, no lo sé, dudo que venga, anoche paso una de tantas borracheras—reía el castaño, pero miro a lo lejos que se acercaba el ojiverde—Aunque queda descartado lo que dije—apunto a Bill

—Qué carita traes—dijo Owen con mucha confianza

—Me siento como el carajo, pero aun así, tengo interés en venir—tocaba su cabeza y miro a Dania

—Cierto, hoy tenemos otra grabación juntos—habló de repente la chica

—Pues a trabajar, con permiso hermano, me llevaré a tu chica—Bill extendió su brazo para que Dania lo tomará

—Nos vemos más tarde Landon, adiós, Owen—beso a cada uno y tomó del brazo de Bill—Será un día pesado para ti, ¿no?—pregunta la chica

—Tal vez, mi cabeza va a estallar, pero estaré bien—sonrió el ojiverde

—¿A qué se debió tu borrachera?—pregunta curiosa

—Solo para distraernos, Landon aceptó ir, pero después se marchó—Dania sonrió al recordar el porqué

—Me imagino, aunque deberías controlar tu forma de beber—estos llegaron a la escena donde grabarían

—Lo pensaré, aún no sé cómo es que pude llegar al hotel—se río, mientras pedía al personal una pastilla y agua

—Sí....sí, supongo que aún tenías noción, pero, ¿no recuerdas algo más?—Dania se preguntaba, porque le importaba su respuesta

—Mmm no, la verdad no—hizo mueca, su pastilla se cayó y ambos se inclinaron a tomarla, juntando sus manos, perdiéndose en la mirada de uno al otro

—Lo siento, aquí tienes—Dania reaccionó y le entregó la pastilla

—Gracias, sabes, quisiera regresar a Brooklyn—el ojiverde tomaba su pastilla

—¿Así? Pues después podrías ir—dijo sonriendo de lado

—Tal vez si, mi padre compró una casa en NY, espero que puedas ir a verme—este la miro enamorado

—Me...me encantaría—sonaba nerviosa, Bill la tomó de la mano

—Ojalá que si lo consideres—sonrieron

—Linda, olvidaste tu bolso que dejaste anoche en mi habitación—se acercó el castaño presenciando lo que veía