Karlf se hallaba en su habitación, cómo siempre esperando a que llegara Jenna, al cabo de un rato llegó tal cual el otro lo había tenido previsto. - Que bueno que estás aquí. Dijo el joven - Madre quisiera poder por favor salir de este lugar. Jenna intentó calmar a su hijo tras tocarle con suavidad el brazo. - No es bueno que salgas por el momento, Calisto ya ha declarado la guerra formalmente, no solamente eso, sino que también te amenazó de muerte. Le informó ella. Karlf no supo qué hacer, estaba contrariado, se sentía extraño e incapaz de hacer algo. Tal noticia le había dejado pasmado. Luego de meditarlo unos momentos fue entonces que decidió decir algo al respecto. - Madre, ¿No crees tú que todo esto resulta demasiado extraño?. - Hijo tú no entiendes nada de lo que está su