Cal llevaba dos días sin salir de aquella habitación, desde que habían llegado, se la pasó leyendo un libro viejo y sobado que había encontrado por casualidad en aquel lugar, Era muy parecido al Nehmeris, sin embargo éste tenía dibujados muchos simbolos extraños y hablaba de portales. Se percató de que su piel había crecido de nuevo, se acercó a un espejo enorme y con mucho miedo se miró. Estaba normal, sólo que con el cabello muy corto, apenas debía medir unos dos centimetros. Le gustó como se veía y fue a ponerse ropa. No había dejado que Luzbel lo viera mientras estuviese en el proceso de recuperación. Ya tenía cejas y pestañas. Una vez listo salió al pasillo repleto de extrañísimos artefactos multicolores. Muchos tenían ojos que seguían aquel que pasaba por ahí. El lugar era en