- Anda, dinos ¿Cómo fue que conociste a nuestra madre?. Le preguntó Ayra a Cal. Calisto se hallaba rodeado por sus hijos y sobrinos quienes lo habían “secuestrado” para que les contase sus aventuras. Cal los miró a todos sonriendo y luego detuvo su mirada en Eros y en Ayra, posteriormente suspiró y después de carraspear un poco les contestó: - Pues… fue muy interesante en verdad. Yo viajaba con los demás hacía Tarkka para ayudar a Stavros a recuperar el control de su país. Llevábamos muchos días de viaje y sinceramente ya estábamos muy aburridos, no podíamos “aparecernos” solo por que sí ya que Clint se había quedado casi sin poderes y todavía no conocíamos a Azazel, y Belial todavía no era aliado nuestro, también estaba el hecho de que todo el mundo desconocía la verdadera identidad