- ¿Sabes?… nunca te lo he dicho, pero a veces eres en verdad muy extraño… Le dijo Luzbel a Cal mientras cruzaban un río de aguas pestilentes. - ¿Extraño?… ¿Por que?. Preguntó Cal dando un salto de una roca a otra. - Pues… a veces tengo la impresión de que no eres consciente de todo lo que eres capaz de hacer. No entiendo cómo es que descubriste que podías hacer eso qué haces. Le respondió Luzbel esperándolo. Cal ladeó la cabeza y luego continuó su camino. - Me preguntó cómo me veo… Dijo en voz baja. Luzbel le lanzó una extraña mirada para luego alcanzarle. - Te ves… horrible. En verdad no quisieras verte, hasta para mí me resultas espeluznante. Es gracioso como eres capaz de infundir temor aun sin proponértelo. Cal alzó la vista y vió un enorme castillo en ruinas. - Usualmente