Dolores.
549 Words
Clint se acercó a Calisto con dos copas en las manos, le ofreció una y luego le dió un beso en los labios.
- Eso fue interesante, ahora entiendo porque motivo no te presentabas a los carnavales.
Le dijo muy serio.
Cal asintió, y solo optó por observar a su amado.
- ¿Hace cuanto que estamos juntos?.
Le preguntó Cal.
Clint se quedó pensando.
- ¿Te refieres a desde la primera vez que en verdad estuvimos juntos?.
- Me refiero a desde que empezamos con nuestra relación, incluso antes de que estuviese con Irithel.
Le contestó Cal.
- Pues, creo que diecinueve años.
Le contestó Clint.
- ¿Cuanto tiempo llevamos de casados?.
- Lo que tienen de edad tus hijos. Diecisiete años.
Cal asintió lentamente.
- ¿Porque preguntas mi amor?.
- Tú me conoces mejor que nadie, dime la verdad…
- ¿Que sucede?.
- ¿Crees que me he vuelto una mala persona?… Mira, se que puede sonar tonto, pero desde hace tiempo que no me siento yo… me refiero a que desde hace muchos años me siento perdido, cómo si el verdadero Cal hubiese quedado enterrado bajo la tierra.
Le contestó Cal muy apesumbrado.
Clint asintió solidariamente, luego se acercó más a Cal y lo observó detenidamente.
- Es que en realidad ya no eres la misma persona, has envejecido… tal vez no por fuera, pero sí por dentro. Cal, ahora tienes treinta y siete años, es normal que te sientas distinto a cuando tenías veintiuno. Yo me siento distinto todo el tiempo y eso que tengo miles de años experimentando la vida… bueno, algo parecida a una, ya que comencé a vivir realmente hasta que te conocí.
Le respondió Clint sonriendo.
Calisto de repente se puso a llorar, dejando al otro muy confundido.
- ¡Ay Clint! Antes estaba muy seguro de poder hacer las cosas que pensaba hacer… pero ahora ya no estoy tan seguro de poder hacer nada.
Dijo Cal.
Clint ladeó la cabeza confundiéndose cada vez más.
- ¿De que hablas?.
- No quiero dejar a mis hijos Clint, no quiero… quiero ver a mis nietos.
Le dijo Cal llorando.
Luzbel asintió.
- Comprendo, ahora todo tiene sentido… me gustaría poder devolverte la mortalidad mi amor. Pero lo hecho hecho está.
Cal asintió.
- No necesariamente tienes que irte dentro de poco, tal vez quieras quedarte hasta que nazcan tus nietos.
- Ayra quiere ser inmortal e irse con nosotros a la otra dimensión y ni siquiera parece estar interesada en Josna.
Le dijo Cal de repente.
Clint abrió los ojos sorprendido.
- ¿Enserio?.
- Sí, me lo dijo hoy en la tarde.
- ¿Que le respondiste?.
- ¿Tú que crees?.
- Mañana es el cumpleaños de Josna…
Le dijo Cal de repente.
- Si, lo sé… Edithe contrató a unos artistas y acróbatas, también unas bailarinas muy interesantes.
Le informó Clint sonriendo.
- Que bien, estoy cansado.
Le informó Calisto.
- ¿Muy cansado?.
Le preguntó Clint cuando de repente se transformó en Wang Zhan.
Cal sonrió ante la inesperada acción.
- Bueno… tampoco estoy tan cansado.
Reconoció.
Zhan sonrió triunfante.
- Bueno, entonces vamos dentro…
Le contestó al mismo tiempo que le sujetaba la mano y lo llevaba de vuelta a la habitación.
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