BASTIAN (TRES AÑOS ATRÁS) Me sentí desorientado al despertar de la anestesia. Abrí los ojos confundido. No sabía dónde estaba y lo primero que pude ver fue una luz blanca y borrosa en el techo. Me quise mover, pero sentí la cara hinchada. Había muy poco dolor en ella. Estaba muy confundido debido a la anestesia que me administraron. Anestesia. Fue lo único que pasó por mi cabeza al mismo tiempo que la idea de que ya no era más yo, me estaba carcomiendo el pecho. Mi rostro, mi identidad, mi nombre, se había ido todo a la basura. Quise llorar, quise gritar, me quise levantar de ahí y salir corriendo, pero mi voz no estaba en ese momento. A medida que mi vista se iba aclarando, pude ver que no estaba solo. Había dos hombres de n***o al fondo escoltando la puerta, y Apolo que sonreía