PENÉLOPE Escuchar a Rodrigo mencionar sobre mi venta me había hecho perder el control de mí misma por un momento. ¿Qué sabía él en realidad de mi venta? ¿Desde cuando había sabido que había sido vendida a Ulises?. Se estaba burlando de mí, por ese suceso en mi cara. — ¿Qué sabes de mi venta? —le pregunté con un hilo de voz. — ¿Quién no lo sabe? —Sus ojos estaban desorbitados.— Caíste redondita y eres tan tonta que no te diste cuenta de que para tu esposo, en realidad, no eres más que una mercancía que adquirió en oferta. No estaba dispuesto a hablar sino más bien a insultar. ¿Cómo fue posible que él haya permitido que me vendieran de esa manera?. — ¿Emilia lo sabía? —pregunté intentando regresar a mis cinco sentidos. Me sentía aturdida en ese momento. Mi cabeza sentía que estab