Leilah El pasillo del Saint John 's está silencioso, el eco de los pasos de las personas a nuestro alrededor resuena suavemente y las luces fluorescentes parpadean levemente, pero eso no me distrae del calor de los labios de Evan sobre los míos. Su beso es profundo y lleno de una pasión que hemos reprimido durante demasiado tiempo, pero de repente un carraspeo nos hace separarnos bruscamente. Me tenso al voltear y ver al doctor Cisneros observándonos. Su rostro muestra una mezcla de tensión y algo que no puedo descifrar del todo, quizás culpa o algún otro sentimiento. Siento la mano de Evan apretarse en la mía, y su tensión es palpable. —¿Qué quiere? —pregunta Evan de manera seca, con los ojos entrecerrados hacia Cisneros. El doctor levanta las manos y nos mira alternativamente,