5. Hablemos

951 Words
[AIXA] Al día siguiente: 21 de septiembre Otro día más de esos donde la consecuencia de esa pesadilla me pasa la cuenta y ni el más caro maquillaje me ayuda a cubrir las ojeras que tengo. No sé si lo peor de todo es lo que me imagino o siempre quedarme estancada en esa imagen que es hasta donde llega mis recuerdos, no sé que me ha hecho aquella noche para que todo lo que ocurrió quedara nublado en mi cabeza y llevo meses queriéndolo descubrir, pero este proyecto me llevo a poner esa búsqueda en pausa también. —Ixa, ya nos dejaron el auto en el garaje— Escucho que me anuncia Kiran desde afuera del baño y dejo de respirar por un momento, siempre que lo escucho dejo de hacerlo y es que todavía me duele su cercanía. —¡Ya voy!— Respondo y continuo con mi tarea. Sé que acá no estamos en virtud de marido y mujer, bueno en realidad hace tiempo dejamos de serlo, aquí estamos solo en calidad de profesionales que buscan cumplir el único sueño que parecería quedar en pie entre nosotros y la verdad es que, si este no fuera un país con costumbres tan extrañas culturalmente hablando, yo no estaría aquí a su lado, pero bueno debo respetarlas, así como ellos respetan las nuestras cuando van a nuestro país ¿no? Trato de no pensar en eso y simplemente enfocarme en terminar de prepararme para comenzar este día y así lo hago hasta que estoy lista, o mentalmente así lo creo. Salgo del baño busco mi bolso el cual deje encima de la cama y al salir de la habitación, allí esta él vestido con un pantalón color azul marino y camisa blanca esperándome. Se ve elegante, pero su rostro luce cansado al igual que yo. Nuestras miradas se cruzan por un instante y creo que nos hemos desacostumbrado a esto, hace diez meses que solo nos encontrábamos en la oficina o para cenas programadas con la familia donde nos pasábamos una especie de dialogo pre armado donde todo estaba fríamente calculado para que nadie sospechara nada de lo que pasaba puertas adentro de nuestra casa y es que nos habíamos convertido en dos perfectos actores para que nadie sintiera que estaba perdiendo algo.  Ahora nos toca seguir, pero por diferentes motivos, solo que en situaciones un poco más adversas e incomodas incluso para nosotros —Te ves muy bien— Me halaga y preferiría que no hubiese dicho esas palabras. —No tienes que ser cordial— Respondo mientras salimos del departamento y vamos rumbo al ascensor. —Solo digo la verdad, ese vestido color champagne te sienta bien— Habla y no quiero ni siquiera mirarlo. — Okey— Respondo fría y es que todo lo que tenga para decirme ya realmente no me importa, dejo de hacerlo el día que por su culpa perdí ese bebé. Lo escucho respirar un poco más fuerte de lo normal mientras que esperamos que el ascensor llegue y apenas las puertas se abren, entramos y él es quien aprieta el botón con la letra “G” en ambos idioma para que luego el mismo se cierre y empiece a moverse —Ixa, te juro que no quiero presionarte, pero llevamos diez malditos meses sin hablar del asunto y esto ya no puede más, en algun momento vamos a tener que hacerlo. Para bien o para mal tenemos que conversar de lo que paso. Desde el momento que saliste de ese hospital no cruzamos palabra de lo ocurrido y yo no puedo más, te juro que siento que me estoy muriendo día a día, estoy viviendo una pesadilla… no duermo, no puedo comer, apenas vivo para trabajar… te juro que te intento respetar… trato de entenderte, de hacer lo tú quieres… incluso iba firmar ese papel para acabar con todo con tal de que fueras feliz, pero ya ni si quiera sé si eso iba a solucionar algo. Necesito que lo hablemos por favor— Me pide mientras que sus ojos se cristalizan y por consecuencia los míos también porque sé muy bien lo que significa ir a ese terreno. —Sabes, mi vida tampoco ha vuelto a ser la misma desde aquel día. Yo fui la que perdió más después de todo aquello y no creas que callé porque quise… si he guardado silencio es porque me cuesta demasiado hablar de todo eso, pero te entiendo, sé que debimos tener una conversación en algún momento y tomar una decisión los dos, pero tú tampoco me escuchaste cuando debiste. Igual ya esta, no estoy aquí para reprocharte nada… ahora tenemos un año para intentar hablar de todo lo que paso— Es lo único que consigo decirle y cada palabra que le digo esta llena de verdad y dolor. —Podemos ir de a poco, a tus tiempos, pero necesitamos hacerlo… no te estoy pidiendo una reconciliación, pero entiéndeme, es necesario hablarlo— Murmura y tan solo asiento porque no hay palabras que le pueda decir en estos momentos, no me salen. Sé que tiene razón, que no lo hablamos, nunca le dije nada, ni siquiera le grite más que lo que se dijo en aquella escalera y tal vez debí liberarme un poco más y dejar salir todo este maldito dolor que llevo por dentro… no lo sé, quizás ahora es tarde, veremos… tenemos un año para descubrirlo.  —De acuerdo— Respondo mientras que las puertas de este ascensor se abren liberándonos y haciendo que debamos disimular ante la inminente realidad que es este desconocido y nuevo mundo para nosotros dos. 
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