[KIRAN]
10 meses atrás
Escucho el sonido de sus tacones entrando a la casa y no puedo evitar salir del estudio para ir a nuestro encuentro, ya no veía la hora de que llegara; la extrañaba tanto… Llego al foyer y al verla me quedo sin reacción. Su vestido esta rasgado, su maquillaje esta todo corrido, su cabello esta todo desordenado y su mirada esta enrojecida al punto que apenas puede concentrarse en la mía —Ixa ¿Qué paso?— Pregunto en un susurro mientras que me acerco lentamente a ella y siento como tiemblan mis piernas con cada paso que doy.
—Te dije que esto iba a pasar y no me creíste…— Responde apuntándome con el dedo —Te lo advertí ¿Cuántas veces te lo dije?— Me pregunta con su voz quebrándose y niego con mi cabeza.
—No… no pudo…—
Ella me evita y va directamente hacia la escalera de la casa —Pudo y como… no tuvo piedad, le importo una mierda todo— Sentencia subiendo los escalones y se detiene a la mitad para darse la vuelta —Te pedí que vinieras conmigo, te lo suplique y tú y tu maldito afán de cumplir con tus compromisos… me juraste que nunca me ibas a abandonar y lo hiciste cuando más te necesitaba… cuando más te necesitábamos— Se corrige y la miro confundido.
—¿De que hablas?— Inquiero.
—De que el estúpido tratamiento de fertilidad finalmente dio resultado, después de tres malditos años de intentarlo estoy embarazada, vas a ser papá… y siento decírtelo la misma noche que el imbécil de tu mejor amigo y socio me violo. Te pedí que no me dejaras sola con él… no me creíste, me dijiste que no podía ser posible, que era tu mejor amigo… ahí tienes a tu mejor amigo— Me dice dejándome con un caos interno que no sé ni siquiera como resolver.
—Ixa— Trato de decir y al verla queriendo subir la escalera trato de sujetarla del brazo, y algo ocurre que el tacón de su zapato se rompe y ella rueda por la escalera.
Presente
Despierto asustado con la imagen de ese momento que me vuelve a perseguir y ser el culpable de la muerte ese hijo que tanto nos había costado concebir y de que quien se supone que era mi mejor amigo abusara de ella es algo que no puedo perdonarme y no sé si algún día pueda hacerlo, mucho menos ella.
—¡No! ¡No! ¡No!— La escucho gritar y al mirar la hora me doy cuenta de que son más de las tres de la madrugada.
Si sigue gritando así los vecinos se asustarán…
Me levanto del sofá, voy hacia su puerta, golpeo con calma ya que ella ha cerrado con llave y en cuestión de unos pocos minutos ella abre. Se la ve desorientada y con sus ojos llenos de lagrimas —Perdona, pero estabas gritando y no quería que los vecinos llamaran a la policía— Murmuro.
Ella me mira con enfado —Estoy bien, solo tuve una pesadilla—
—¿Quieres que te haga un té o algo?— Propongo y es que ya no sé como acercarme a ella.
—No tienes que seguir intentándolo, solo ve a dormir, mañana tenemos un largo día por delante— Dice y ante esto solo puedo asentir.
—Mañana tenemos que jugar a ser el matrimonio que alguna vez fuimos— Murmuro.
—Aha— Responde y prácticamente cierra la puerta en mi cara haciéndome entender que a pesar de que tal vez pueda seguir habiendo algo de amor allí en el fondo, las heridas son demasiado profundas y nos falle muchísimo.
En estos momentos no me queda más que darme la media vuelta y regresar a aquel sofá a hacer un intento por descansar e intentar que aquellos recuerdos no me atormenten más, pero definitivamente será muy difícil cuando ellos han marcado lo que ahora somos ella y yo. No puedo dejar de pensar en las muchas promesas que le hice cuando comenzamos nuestro amos y en la manera que le falle cuando más me necesite. Vivimos tantas cosas juntos y en ese instante en el que nuestro amor parecía que se iba a concretar con la llegada de ese bebé todo se derrumbo. Al final del día la vida es así de caprichosa, puede darte todo y quitártelo en un abrir y cerrar de ojos.