La que supuse madre de los tres empresarios soltó una exclamación de abuela al ver a Edrick, le preguntó algo, pero este no respondió. Sólo se quedó sorprendido igual que yo. —Harris —dijo, mirando de inmediato los detalles en mi cara—. ¿Pero qué…? —Cariño —le interrumpió la señora suavemente—, creo que la nueva huésped podrá responder tus preguntas después, ahora parece muy cansada. Élan no dijo nada, sólo miraba su vaso con agua como si Edrick no existiera. Noté un instante después la silueta de alguien que pasaba detrás del castaño, la señora arrugó el entrecejo, interrogante y al ver su expresión y mi mirada detrás de él, Edrick tuvo que girar para ver de qué o quién se trataba. La silueta de quien reconocí al instante sólo pasó frente al umbral del comedor