Lista o no acá estoy, creo que no jugar no era una opción, esta era mi nueva realidad y enfrentarla era lo que mi naturaleza me dictaba, el juego iba a comenzar para todos ellos, pero en mi conciencia yo lo había comenzado desde mi despertar en aquel cuarto vacío…
Acepte que Miedo me ayudara a ir por mi libro, los cuatro nos fuimos por un atajo, cuando llegamos al apartamento todo era borroso y poco conocido, ya no recordaba mi edad o mi familia, Lascivo se quedó en la sala, Envidia salió a mirar el lugar, se paró frente a la ventana y por primera vez en meses ven una camioneta que pasaba por la calle, fue la que me mató y por eso estaba allí.
No recordaba nada, de donde la había puesto, de repente me da un ataque de pánico y sí los nublados le habían encontrado y desechado, me demoré mucho en buscarla y Miedo entró al cuarto
- debemos irnos que no ves que ya se está haciendo tarde!!!. Grito Miedo sorprendiendome
- lo siento es que no encuentro algo. Le dije desesperada y angustiada
- ¿Qué es?. Preguntó Miedo cambiando a un tono más suave
- es un cuaderno. Respondí temblando
- ¿este? Que es. Replicó Miedo el cuaderno se resbala y al recogerlo ve las anotaciones, su rostro se volvió pálido
- ¡Sí, gracias!. Grité sollozando
- cómo es que tienes esto ¿por qué te acuerdas?. Pregunta Miedo
- por favor no digas nada… tenía mucho miedo de olvidar lo que más amo… si Indiferencia se entera me matará. Llore ante él del desespero y la melancolía
- A él no le importa nada, pero si los nublados lo encuentran lo usarán en tu contra. Dijo Miedo organizando las hojas
- las llevaré siempre conmigo. Respondí limpiando mis lagrimas
Envidia entra a la alcoba sin avisar, Miedo me da el cuaderno y alcanzó a esconderlo en mi bolso, su mirada fue perturbadora como si me fuese a pegar, después de todo Miedo me tenía de la mano
- nos vamos ya. Susurro Miedo saliendo de la habitación
- no es lo que parece, él solo me estaba consolando. Dije a ella, ya que su mirada era matadora
- no te preocupes. Respondió irritada, debería ser hipócrita y no Envidia
Volvimos al campus, todo estaba cambiado, todo parece indicar que cada vez que me iba el lugar cambiaba, los carros pasaban con frecuencia, mi cuerpo temblaba al verlos
- qué es lo que está en juego ahora. Dijo Gula un hombre delgado, pero se veía enfermo
- Está muriendo de hambre come y come, pero no tiene llenadero. Me susurro Lascivo al oído
Indiferencia una vez más se desvanece, todo se torno en n***o y por un momento el paisaje cambio de una montaña a un bosque algo tenebroso, Lascivo había desaparecido y unos cuantos también.
El bosque se volvió espeso y entre más caminábamos más oscuro se hacía, ellos parecían asustados, Envidia estaba muy callada note que Miedo era muy lindo y se me hacía familiar, de tanto mirarlo, él se dio cuenta que lo observaba, me sonrió y siguió derecho.
Este infierno llamado juego era más que un escarmiento por nuestros actos en la vida pasada, empiezo a cuestionarme si merecíamos tales torturas, lo que veía y oía a mi alrededor era el mismo Seol.
En el mundo real, en el mundo de mi hija, ella podía sentir mi terror, nuestra conexión era un peligro, todos a nuestro alrededor peligraban, mientras nuestros cuerpos estuviesen separados y las almas entrelazadas, este no es un final, volveremos a encontrarnos.