10. EL JUEGO ACABA DE COMENZAR

1247 Words
Indiferencia nos había enviado aun juego de terror, ubicado en un bosque de terror, sacado de mis peores pesadillas, lo que más me asustaba no era estar atrapada en la nada, me preocupaba acompañada de quien estaba... - porque no te haces un favor y vienes conmigo. Dijo Patán agarrándome de la mano - qué te pasa, claro que no!!!. Me dio mucha ira su actitud - así que hablas!!!. Grito Impaciencia sorprendiéndome - ya déjenla que no ven que solo lleva dos días. Reprocho Depresión - Vámonos que ya va a anochecer. Interrumpió Miedo llevándonos a otro lado El bosque se volvió espeso y entre más caminábamos más oscuro se hacía, ellos parecían asustados, Envidia estaba muy callada note que Miedo era muy lindo y se me hacía familiar, de tanto mirarlo, él se dio cuenta que lo observaba, me sonrió y siguió derecho - nos cogió la noche, los nublados nos atraparan si no montamos a las copas de los árboles. Dijo Lascivo interrumpiendo el silencio - esperen ¿tendremos que subir hasta allí y quedarnos toda la noche?. Pregunte asustada, no lo podía creer era simplemente absurdo - así es, no te preocupes las noches en los juegos son cortas además allí estaremos a salvo. Respondió Envidia Los tres escalaban con facilidad, yo jamás lo había hecho y menos tan alto, todo se oscureció y los árboles empezaron a moverse solos, Miedo y Lascivo se devolvieron para ayudarme a subir, cuando estábamos en lo alto, empezó a oler a muerto, la luz de la luna me hacía ver que eran altos y feos con espinas en todos lados, al parecer no podían agacharse o arrodillarse, siempre miraban hacia al frente, Soberbia no se quiso montar con nosotros al árbol, esto provocó que uno de ellos lo arrastrarán por todo el bosque, su cuerpo era lleno de sangre y sus gritos nos hacían perturbar, Necio, que estaba más adelante peleando con uno de ellos también es derrotado - no hagas esa cara ellos se lo buscaron. Dijo Envidia notando mi incomodidad - aun así están sufriendo. Respondí con voz frágil Los chicos tenían razón la noche no duró mucho, lastima por los heridos, no quería que uno de esos me tocará, me harían desconectar, inmediatamente cuando amaneció nos bajamos del árbol, todo estaba destrozado y el camino que llevaba a la salida había sido derretido por ellos… Necio tenía cadenas marcadas en sus pies y cuello, me sentía mal por no haberle ayudado, pero que era yo en este mundo, Soberbio tenía sus manos quemadas y un rayón en su rostro, aun así intentamos ayudarlos y unir fuerzas, pero no se dejaron, como su nombre lo dice no aceptan ayuda de nadie y pretenden que todo esté bien - ¿Temor, estás bien? No te preocupes al principio les dolió ahora son cicatrices. Dijo Lascivo intentado calmarme - creo que ya se donde están, los nublados se empeñaban en ir hacía la cabaña. Intervino Miedo malhumorado - hay que ir, el fruto de este juego es asimilar y extraer bien la droga. Dijo Lascivo poniéndose en marcha - cómo es eso. No esperé más para preguntar de qué estaban hablando - Hay varios frutos escondidos en este lugar, solo es cuestión de buscarlos y comernoslos, son como pastillas que te dan fuerza en el mundo real, en este caso te ayudarán a que tu cuerpo se adapte. Respondió Miedo señalando una vieja cabaña con muñecas vudú por todos lados - no tengas miedo yo seré tu guía. Susurro Lascivo a mi oído - En realidad me gustan las cosas raras y míticas más si son paranormales. Respondí con sarcasmo, todos se quedaron viéndome - entonces ¿por qué tu nombre?. Pregunto Envidia - porque le temo a ser vista o ser reconocida mi peor enemigo es saber que me aman y pretendan que sienta lo mismo. Respondí y todos se quedaron cayados - Indiferencia tenía razón ambos son muy parecidos Miedo y tú son iguales. Dijo Envidia con hipocresía en su tono - debe haber alguna diferencia, por ejemplo tú eres más bella. Interrumpió Lascivo dándome la mano para bajar Miedo ni siquiera se había dado cuenta que hablábamos de él, ya iba muy adelante, ya estábamos cerca de la cabaña, el camino que lleva a ella tenía espejos rotos, una muñeca me saludó y se empezaron a bajar, algunas tenían rasguños y rayones, Miedo estaba cerca de una de ellas - cuidado!!!. Le grité asustada para alertar Él voltio a tiempo, pero al parecer no vio nada, Lascivo me tapo la boca y seguimos con el camino, las muñecas se sentaron, una de cabello n***o tenía sangre en sus ojos se me hizo muy conocida, Envidia me hizo una seña para que no las mirara, por fin alcanzamos a Miedo, dentro de la cabaña no había muñecos, era una linda casa de madera teñida - ¿Qué fue eso?. Pregunte algo irritada con lo que había pasado - cuando nos acercamos a los frutos no podemos ser nosotros, si tu eres Temor debes mostrar que ellas no están, es una forma de engañarlos y que tuvimos un cambio. Dijo Envidia con voz baja - ya estuvieron aquí. Susurro Miedo desde las escaleras Corrimos hacía ellas y vimos a Depresión tirada en el suelo, Patán estaba más adelante, intente no ser yo, pero créanme que es muy difícil, como no ayudar a un ser que siente y aun vive. - ¿Les ayudamos?. Pregunte saltando encima de ellos - están bien. Dijo Miedo cogiendo mi mano, cuando lo hizo sentí cosquillas me mira extraño y me ayuda a salir - ya vi un fruto. Susurro Envidia con su rostro asustado Miramos hacía la derecha y había un pasillo totalmente oscuro y en una alcoba estaban todos los frutos que podías comer, aun así a ellos no les gustaba la idea de pasar por allí, iba a preguntar, pero recordé que Indiferencia había dicho que en lugares oscuros estaban los nublados, nos estaban esperando y si pasábamos tendríamos una recaída… - debe haber otra entrada. Susurre pensando en otra salida - eso no es cierto, estamos atrapados. Dijo Envidia confundida, Miedo le tapa la boca antes de que termine De repente estábamos rodeados de las muñecas, Envidia y todos empezamos a temblar, entramos a un cuarto y atrancamos la puerta de manera que ellos no entrarán - ya va a anochecer ellas le temen a la oscuridad. Dijo Miedo sentado en un sillón antiguo Envidia se sienta en las piernas de Miedo (Creo que eso me provocó cierta ira y celos) - ¿y sí anochece no será peor? los nublados están al otro lado de esta habitación. Dije exasperada de su tranquilidad - nos esconderemos. Susurro Lascivo montándose a un cajón alto Miedo me señalo una mesa con una muñeca por debajo, negué con la cabeza, pero aun así no alcance a esconderme al lado de la muñeca diabólica, Envidia le sigue, la puerta vuela de un golpe, me demoré en pensar y uno de ellos me señaló con sus dedos espinosos, yo estaba detrás de un espejo, era cortarme o que ellos lo hicieran, retrocedí un paso atrás y el espejo me absorbió, de pronto aparecí en una habitación iluminada con un árbol en ella - los frutos. Dije dentro de mí, no podía temer para que las muñecas no me encontraran Haber encontrado los frutos espantaba mi temor, me dio esperanza de continuar.
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