7. ¿CÓMO CONTINUAR?

1355 Words
Cristian se encerró en su oficina, llorar, gritar y lanzar cosas a su escritorio fue la manera de hacer que el tiempo pasara, no fue hasta el atardecer que decidió continuar con su vida ¿Como? No lo sabría y menos después de oír todos los rumores que corrían por el edificio… Si mal Cristian y yo no tuvimos una buena relación, en lo profesional siempre estábamos de acuerdo en todo y eso genera envidias y rencillas con mis compañeros de trabajo, este accidente era la oportunidad de todos para destacar o terminar de hundirsen. Javier y Julián salieron en el mismo horario, ambos se quedaron hablando de lo que estaba sucediendo, Amelia sale tras ellos dañandoles la tarde (Amelia era insoportable, no solo para mi) - ¡Así que estás triste por tu noviecita!. Grito Amelia montandose al taxi con ellos Lo grita al aire, esperando que todos lo oyeran, incluso Cristian que hizo como que no escucho nada, pero lo hizo y le dolió… - callate que si el jefe te escucha es capaz de echarme. Susurro Julian viendo que Cristian estaba por ahí - él mantiene con otras y con su amiga creo que Ciana tiene derecho a rehacer su vida. Respondió la viperina de Amelia - sabes muy bien que el señor Vélez no es nada con Verónica. Intervino Javier ofendido, él quería mucho a su jefe y le respetaba (Verónica fue alguna vez mi compañera y la amiga de Cristian, el año pasado terminamos por un malentendido precisamente con ella y su supuesta amistad) Sí Amelia era una culebra, Verónica era una anaconda o un demonio - no te enojes solo digo que ambos son muy amigos y sin chismes… creo que Cristian le terminó a Ciana por sus celos, pobrecita. Replicó Amelia exasperando a ambos Mientras tanto Cristian iba a mi antiguo barrio, era una zona que es bastante complicada, toda mi vida viví en el Popular, no quería eso para mi hija y más que por eso el demostrarme a mí misma que si podía salir de las alcantarillas de Medellín, como alguna vez le llame, ahora me arrepiento y me duele haber sido así. Ya era muy tarde y Luciana extrañaba a los dos, no había podido ir a su guardería y no podrá hacerlo por un buen tiempo, mi madre ya estaba en casa, de hecho todos lo estaban, todos menos mi tío Alberto (Él era como un padre para mi, le ame y nunca se lo dije, él cuidaba de mí para que mi mamá descansará) Luis y gran parte de mi familia no querían saber nada de mí, incluso mi hermana la cual me adoraba cuando era chica - papi, viniste!!!. Grito Luciana saliendo al portón a recibir a su padre con un abrazo y un beso - como no vendría a ver a mi princesa. Respondió con un nudo en la garganta - mamá no aparece y estoy preocupada debemos ir a buscarla. Replicó Luciana haciendo mimos - lo haremos te lo prometo, pero no hoy. Dijo Cristian dejándola en el suelo - Su tío está con ella, yo iré más tarde, hace poco tuvo una recaída los doctores dicen que es normal y no hay que alarmarse yo iré esta noche. Interrumpe Lucero Cristian acento con la cabeza, se llevó a Lucíana, pero ella primero se despidió de todos, era muy simpática y tierna lo contrario a sus padres (Cristian no era el ser más simpático de todos y yo, yo era una persona que odiaba el contacto físico) - Hoy llevaré a la niña a dormir a mi casa si no te importa. Dijo Cristián algo estresado - claro que no… eres su padre, mañana la traes. Respondió mi hermana despidiéndose de ella Luciana da besos y abrazos a todos incluso a Luis que la ignoraba, mi tío Lucas era primera vez que la veía y se le había encantado aunque tenía su problema cerebral era muy inteligente, mi otro tío y mis primos no pensaban ni decían nada, no es que no me querían es solo que les esprimi su amor durante años y luego desapareci sin decir algo. Cristian se despide y se va con mi pequeña, ella insistió que fueren a mi apartamento, antes de llegar compran para comer, Luciana me busco por toda el lugar incluso debajo de la cama, cuando no me encontró se le salieron las lagrimas, Cristian no aguantaba y explotó en llanto - no fue un sueño, mamá se fue y no volverá. Susurro Luciana llorando - claro que no, ella prometió que volvería, te ama y no nos dejaría. Respondió Cristian limpiándose las lágrimas - eso no es cierto, se fue y en donde esta no podrá salir. Dice Luciana recordando su sueño - no digas eso, cuando vuelva seremos otra vez felices. Replicó Cristian - promete que despertará y que será feliz. Dijo Luciana confundida - te prometo que despertará de su sueño, el ser feliz depende de ella. Cristian me conocía bien y sabía que sí yo no era feliz es porque no quería Comen alitas y costillas a la bbq, se cambian de ropa a una pijama de padre he hija, extendiendo la mía en la cama, como si esperaran por mi, se cepillan y se alistan para ir a la cama, dejando mi lado del rincón… ¿Cómo Continuar? Luciana se acuesta en mi cuarto, Cristian le lee “La porcelana quebrantada” Un escrito poco práctico y apropiado para su edad, pero a ella le encantaba y le recordaba buenos momentos. Yo lo había escrito a los 16 años y aún lo tenía, se lo dedique a mi madre para que siempre lo guardara en su corazón, pocos escritos e historias mias le gustaban, digamos que tenemos ideas distintas, Lucero era muy acorde a la biblia y a lo estipulado por la iglesia, yo no, aunque era una gran cristiana me empeñaba en ser una insurgente y cambiar las cosas, entre ellas mi forma de pensar, pero jamás de creer, por eso chocamos, pero aun así le amaba… Un día Luciana esculcando en mis cosas lo encontró, pidió que se lo leyera y yo lo hice, me pidió que se lo diera, al día siguiente me lo dedico con una chocolatina, por eso era su favorito - es una historia muy linda, nunca me la había mostrado. Susurro Cristian sollozando - que descanses papi. Dijo Luciana entre dormida Cristian la cobija y se despide de ella, toma pantallazo a la historia y sale de la habitación, se acuesta en mi cama, no podía conciliar su sueño, el cómo continuar era una pregunta que ni su corazón ni su razón le podían responder, llorar y releer fue su noche… Cuando por fin logró dormir, soñó con que Yo estaba perdida en un bosque peligroso con varias criaturas, lo más curioso fue que un hombre me llevaba consigo, ambos cogidos de la mano, paramos en medio del frondoso bosque y de la nada me beso esto le provocó que se despertara sudando, o eso creyó, pero en realidad continuaba durmiendo entrando en una pesadilla tras otra, Cristian lucha con la maleza y los nublados, pelea y pelea, pero nada servía. Eran las 5 de la mañana, Cristian por fin se levantó y se baño, luego de estar listo preparo el desayuno, tenía una llamada perdida, yo había tenido una complicación, despertó a Luciana y le hizo arreglarse lo más rápido posible. La esposa de mi tío la cuidaría, su nombre era Andrea, mi hermana no podía cuidarla porque tenía que estudiar por la mañana y por la tarde tenía técnica, mi hermano trabajaba, la única que quedaba era Andrea, Luciana se despidió y entró a la casa. Sabía que su padre no podría cuidarla, a su corta edad tenía en claro que se encontraba en una situación que ni los adultos solucionan, el cómo continuar también era una pregunta que en su inocencia hallaba la respuesta, continuar por ella, por su madre y por su padre, el amor y la esperanza era su manera de llegar a la meta.
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