El sol se filtra por la ventana dando directo al cuadro que presentaré el día del evento, los colores rojos están presentes, debo decir que dará polémica y la pieza que acompaña esta obra es única.
Cierro los ojos disfrutando del sol en mi rostro y comienzo a pintar, dando los últimos toques de color, veo la foto de la pieza y la comparo con el cuadro, tienen una hermosa dualidad.
Mila entra y me mira fijamente, algo está mal.
—Las que dicen ser tus hermanas están aquí— me dice —Traen a una señora, creo que es su madre, ¿Las hago pasar?.
—Hazlo.
Conoceré a la persona que me vendió para pagar una deuda y la que permitió que me metieran a la cárcel.
Me lavo las manos y salgo del estudio.
—Buenas tardes.— les digo
—Buenas tardes Keres— me dice la más pequeña
—¿Cómo puedo ayudarles?— me quito la bata que use —Te escucho.
—Cristal, gusto en conocerte— me estira la mano
—Keres, Keres Thompson.
—Te pareces tanto a mi hija— me dice y luchó con el instinto de poner los ojos en blanco
—No lo soy— le digo seria —¿Cómo puedo ayudarles?.
—Nos gustó la idea, queremos firmar el contrato.— me dice la más grande
—Ok.
Me levanto y busco un contrato en el archivero, siento la mirada fija en mi cuerpo, tal vez mis tatuajes son el punto que llaman su atención, ya que el color y cada uno cubre una cicatriz.
—¿Tienen algún presupuesto?.— pongo la base del contrato en el escritorio.
—Si, pero queremos que tú organices nuestro evento— me dice la señora
—No estaré disponible— le digo —Me casaré la siguiente semana y me tomaré unas vacaciones largas, pero pondré el proyecto a cargo de un especialista en esa rama.
—Felicidades— me dice y suena tan falsa
—Gracias— le digo —Presupuesto.
—Se casará con Elijah— dice la más grande
—¡No te cases con él!— me dice de inmediato —Es peligroso.
—¿Presupuesto?.
—¡Escúchame, es peligroso!.
—Minerva, Michelle tienen presupuesto o no.
—Si es de…
—Te matará como lo hizo con mi hija.— la interrumpe
Al menos dijo una razón poco viable, pero razón no tiene.
—Más peligroso que vender a una hija, no creo, además soy más amenaza para él que para mí.
—Máximo dos millones— dice Minerva.
—Intentaré trabajar con eso.
—¿Por qué no me escuchas?.
—Señora, no tengo por qué escuchar sus consejos, no llegué hasta donde estoy escuchando a las personas, es algo que mis padres me inculcaron.
—Ese hombre es muy peligroso, si no le gusta puede golpearte e incluso matarte como lo hizo con su exesposa.
—Sé dé lo que habla— le digo a punto de perder la paciencia —Pero también sé, que se unió con la exesposa para mandar a Ana a la cárcel, sin contar que Elijah la compro para evitar que usted la vendiera para la trata de blancas.
—Es mentira.
—Si señora, digamos eso para que no le pese el cargo de conciencia, en fin son temas que no me incumben y si no vinieron a hacer negocios, le pido que se retiren, no suelo atender a clientes.
—No, mi mamá se quedará callada y mi hermana también— dice Minerva
—Perfecto.— le digo —Estos son los salones que usamos para este tipo de eventos— le entrego una carpeta —Algunos tienen jardines, podemos hacer la pasarela adentro y afuera las bebidas y lo que sea que tienen.
Paso un buen rato platicando y planeando con ella al igual que mi empleada hasta que se van.
La energía de esas dos personas es demasiado fuerte, excepto Minerva, ella es más relajada y enfocada al proyecto, me alegra, al menos ella no piensa que soy Ana o eso es lo que me hace creer.
Me levanto cansada y con cero inspiración, lo mejor que se me puede ocurrir es ir a molestar a Elijah, agarro mi bolso y camino al elevador.
—Aún no es la hora de salir.
—Lo siento, jefa, voy a molestar a mi prometido.— le digo
—¿Vas con él?— me pregunta
—Asi es, acabo de decir que lo iré a molestar.
—Entonces— le hace una seña a su asistente —Necesitarás esto— me entrega un carrito con carpetas y muestras —Tu boda esta, cercas y solo han decidido la invitación.
—¿Ahorita ya?.
—Si Keres ahorita ya.
—Iba a molestarlo y tener sexo.
—Nada de sexo, llévate tu carrito.
—A veces caes mal— le digo
Agarro el carrito y lo empujo hasta el elevador, este carrito no me favorece nada.
Bajo a su piso y de inmediato las miradas caen en mí, no odies a Mila, no odies a Mila, lo hace para que tengas una boda hermosa y perfecta.
La secretaria no está, no es raro, abro la puerta y entro de reversa.
—Tenemos mucho trabajo que hacer— me giro al mismo tiempo que hablo —Pero…
La mujer se baja del escritorio de Elijah en cuanto me ve.
—¿Michelle?— me alejo y cierro la puerta —Pensé que te habías ido.— sonrió cuando la veo —Acaso tú…
—Ya me lo quitaste una vez, no lo harás dos— me dice
—Ok— le digo y me acerco al estante de las bebidas —¿Te ha hecho caso?.
—Si, porque crees que estoy aquí.
—Ah, y luego llegue yo.
—Exacto— se sienta frente a mí —No sé cómo regresaste, pensé que si te destruía él no lo soportarías, me puse tan feliz porque murieras, pero eres peor que un gato, tienes tantas vidas.
—Veo que tú y tu madre comparten el mismo gen de maldad.
—¿Cómo sobreviviste?— se acerca y me mira —Pensé que la bala te perforo la cabeza.
—Es que no soy ella— le digo
—Claro que lo eres, viví contigo mucho tiempo, te conocería en cualquier lugar, dime Ana, ¿Cómo te hiciste rica?, acaso Elijah te dio todo eso.
—Te lo diré, nada más, porque me estoy divirtiendo y Eli aún no llega.— le doy un trago a mi bebida —Herencia de mis padres, eran doctores y no necesito que me dé dinero, yo tengo todo lo que quiero por mi cuenta.
—Siempre has tenido una buena imaginación, ¿Padres doctores? Por favor— se ríe
—Ahora yo te tengo una pregunta, ¿Tú drogaste a Elijah y no su exesposa?.
—Mi madre dijo que había muerto asi que soborne a uno de sus guardias diciéndole que me había contactado antes de morir y asi borre todo rastro mío.
—Y yo me creía lista— le digo riéndome —Pero ya me cansé de escucharte, presumes mucho, eres millonaria por Ana, asi que no te has ganado nada por tu cuenta, hasta el dinero que usaste para quebrarla y que muriera vinieron de ella.
—Sigues teniendo ese talento para desquiciar a las personas.— me agarra la barbilla —Yo debería estar con él, antes y ahora.
—Eres tan divertida— me suelto riendo —¿Qué me vas a hacer? ¿Matarme? No, ya sé darme la droga para manipularme.
—Mi mamá y yo no nos ocultamos nada, me dijo muchas cosas de ti.
—De Ana, de mí no sabe una mierda y tú tampoco.
Le doy un golpe con la cabeza y después la empujo con mis dos pies, seguido me pongo sobre ella.
—Cuando dije que podía ser más peligrosa que Elijah lo dije en serio.— le doy un puñetazo —Y mira, si quieres a Elija todo tuyo, si quieres su dinero, también, no necesito de nadie, yo sola puedo.
Justo cuando le iba a dar otro golpe entra Elijah.
—¡Keres!— me grita y detiene mi mano
—Ayúdame, esta loca— dice Michelle
—Lo se le dice Elijah—y Michelle sonríe como loca —Y me encanta que sea asi.
—Siempre tan romántico— le digo y me levanto —Dice que por mi culpa no se quedó contigo.
—¿Peleaste por mí?.
—Me gustas, pero jamás pelearía por un hombre, no está en mi sistema, ni lo estará.