La multitud gritó con euforia en cuanto los mellizos Green tomaron la posesión del balón. Me incliné hacia adelante en mi asiento para apreciar el juego con mayor claridad; Johnson High estaba perdiendo dos goles por uno, contra Fairfield, mi antigua escuela. El partido estaba por terminar, por lo que esa era la última oportunidad que tenía mi nueva escuela en empatar el partido. Gael le lanzó el balón a Caleb, quien se encontraba justo en frente del marco del equipo contrario. Era simplemente él contra el guardameta. La cancha había quedado de pronto en un escalofriante silencio, todos estábamos a la expectativa de lo que iba a llegar a ocurrir; muy en el fondo de mí, deseaba que fallara, puesto que sí lo hacía, se igualaría el marcador, por lo que la apuesta habría terminado. Una enor