¿CÓMO LLEGAMOS AL ALTAR?

1092 Words
ANNA 1 MES ATRÁS - Tu hermana ha regresado de estudiar en el extranjero, así que es momento de que tome su lugar en la empresa y empiece a dirigir el departamento creativo. - ¿Por qué padre? Es la única empresa que nos queda. ¿No te basta con la destrucción que hizo la última vez? - ¡Deja de criticar a mi hija! solo sientes celos de que tu padre y yo la enviamos a estudiar a la Universidad donde no te aceptaron. - ¿No me aceptaron? Trabajaba en la empresa, estudiaba el colegio, en casa me ponían a hacer tareas. ¿En qué momento podía armar un portafolio para poder aplicar Lucrecia? - Por favor hija, deja las excusas, ¡deja la envidia! hicimos un trato que no pudiste cumplir. Si lograbas entrar en la universidad que quería tu madre yo te enviaría, acepta tu derrota y admite que tu hermana está más capacitada. - Llevo años trabajando desde abajo, le he dado mi alma y corazón a la empresa, no llegué nunca tarde, cumplí con todas mis tareas asignadas, me gané el respeto de mis compañeros. Ahora regresa ella y recibe todo, ¡TODO por lo que trabajé! - Ves, te lo dije Alonso, ¡ella nos odia! quiere destruir lo poco que tenemos al dirigir algo que no puede. - ¡Yo también estudie! mientras trabajaba. Tu hija destruyó la última empresa que dirigió y ahora acabará con todo lo que dejó mi madre. - ¡Cállate! – la dura mano de mi padre contra mi rostro se escuchó en todo el lugar. – Abigail será la nueva directora y no se diga más, YO MANDO EN ESTA FAMILIA, que no se te olvide tu lugar. Ya está decidido, nuevamente soy desechada por esta familia, como si de una funda de basura se tratara. Lo único bueno es que no puede irme peor, ¿no? Bueno, a veces cuando estás en el piso la vida decide que será divertido patearte. Abigail no llegó sola, un guapo, pero antipático Guillermo llegó con ella. Un vividor de cuarta que encantó a mi padre y madrastra con un léxico muy rebuscado, así como totalmente equivocado. Nadie es tan estúpido para creer tantas patrañas>> pensé, pero olvidé que no hay nada peor que dos ignorantes que lo niegan, pues ahí, ambos cayeron redonditos dejando participar como consultor externo (de asuntos sin importancia) a un tipo que estoy muy segura no sabe ni sumar bien. Mis días en la oficina pasaron a ser un infierno, pues el vividor no solamente resultó ser un petulante de lo peor, sino un acosador, que no pierde la oportunidad de andarme hablando al oído con “bromas” de coqueteo sin sentido. Porque lo que el tipo tiene de idiota en los negocios lo tiene de idiota para coquetear, es que ninguna mujer decente y con 2 dedos de cerebro caería con alguien así>> pero olvidé que mi hermanastra puede. - ¿Me vas a despedir padre? - ¡Anna por Dios!, la filtración de esa información tan confidencial salió de tu mail, ¿sabes lo que hubiera significado eso? Siempre supe que le tenías envidia a tu hermana, pero, ¿llegar a esos extremos? Hacer uso de algo así para quitarle su novio, te crié mejor que eso. - ¡Yo no le envié nada a este tipo! Cómo crees que voy a enviarle información tan valiosa a cambio de que tengamos algo, que estoy tan necesitada para agarrar este esperpento de hombre. - ¡No le digas así a mi novio! está bien que me envidies, pero tampoco te metas con él solo porque no te prestó atención. Papi, no puedes dejar que te traicione así sin consecuencias, imagina tu imagen ante los empleados, imagina cómo quedaría yo como directora – Solloza la maldita, qué buena actriz es, la nominaría a un premio si pudiera. - ¡Se acabó! Anna, deberás recoger tus cosas y salir de aquí. Y así, con una Abigail haciendo todo lo posible por no mostrar su sonrisa de victoria, me tocó renunciar al trabajo por el que tanto me esforcé, con palabras que dolieron. Porque aunque estoy acostumbrada a las injusticias de mi padre, este trato frente a todos me ha dolido. - Entonces no tengo nada más que decir, prepararé mis maletas y saldré de esta casa, de la empresa, de todo. Aguantándome las lágrimas y subiendo a mi habitación me preparo para dejar el que fue el hogar de mi familia por generaciones. - Gané – me dice victoriosa Abigail, mientras yo empaco mis cosas, y sí, ella al igual que siempre ha ganado. ALONSO Al fin puedo deshacerme de esta muchacha que de poco o nada me ha servido, porque a pesar del trabajo impecable que hizo (debo admitir), no consiguió esta empresa me devuelva toda la vida de lujos a la que estoy acostumbrado. Por lo menos podré dejar de verla a diario, es tan parecida a su madre > Como una maldición viviente que me recuerda a la mujer que fue un fastidio en mi vida. Aunque bueno, algo bueno tuvo porque me dejó todo el dinero que me merecía, pero la vida tan injustamente me negó… Y me está negando nuevamente. Estoy maldiciendo al mundo cuando suena mi celular. - Alonso, ¿cómo estás? Lo que me faltaba, el arrogante de Armando, ex mejor amigo de mi ex mujer, padrino de la hija que es un dolor de cabeza para mí. Porque su esposa y él eran la adoración de Camila, junto a Mauricio formaron el grupito de los ricos, poderosos e inaccesibles, grupo al que nunca me dejaron pertenecer… Digo, que nunca quise pertenecer. Pero ahora que son la familia más importante de aquí me toca tolerar. - Resolviendo algunos problemas, tú sabes, del trabajo, de mi alocada hija. - Sé que estás en una mala situación y necesitas ayuda, por eso mi llamada, no sé si estás interesado en trabajar en unos temas juntos. Si te parece podemos reunirnos mañana quizás y… - Para qué esperar a mañana hombre, si somos vecinos, en este momento voy hasta a tu casa. - Es un poco tarde, creo que mejor… - Somos hasta compadres, por favor, ya estoy caminando para allá. - Bueno… Si estás tan entusiasmado ven. Cuelgo y me arreglo un poco para irme, cómo podría desperdiciar una oportunidad así, hacer negocios con los Ponce sería nuestra salvación. Ellos tienen mucho dinero y yo, pues yo lo necesito.
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