¿Pero qué fue lo que mencioné? ¿Sería posible que me escucho mencionar esas palabras que estúpidamente mencione? Pareciera ser que los gritos anteriores y el deseo que comenzaba a desbordarse desde su interior no permitieron que me escuchara mencionar eso, sin embargo, no podría permitirme interrumpir el momento con preguntarme o hacerle entender con mi expresión que mencioné algo indebido en ese instante.
Tras horas entregándonos esa noche, descubrí lo que era hacer el amor nuevamente, descubrí y experimente lo que era ser amada y deseada por un Dios del olimpo, porque con toda certeza puedo asegurar que en cada vez que me entregaba al deseo de Ariel, cambiaba su forma humana para convertirse en Zeus y hacerme vibrar de emociones y de placeres que jamás había llegado a experimentar hasta ese punto, porque Ariel no era sólo fuerza placer y deseo, también controlaba el espacio y el momento para bajar al pozo y sacar tanta agua como fuese necesaria.
Eran cantidades enormes de agua las que lograba sacar de mi pozo para dejarme completamente húmeda y completamente satisfecha por todo lo que lograba hacerme sentir mientras se encontraba abajo de mi vientre explorando cada parte de mi ser e introduciendo esa parte de su cuerpo húmeda que más que sólo para hablar también servía para dar placer.
Sin duda Ariel lograba enseñarme cómo hacer el amor de tal manera que no se confundiera con sólo tener sexo, porque combinaba las dos acciones de tal forma que el sexo se convertía en pleno amor y todo ese amor que expulsaba su corazón y deseo se transformaba en el sexo más codicioso y deseado que una mujer necesitara experimentar, por lo que sin temor a equivocarme Ariel me estaba haciendo sentir la mujer más satisfecha posible que existiera.
Después de tanto placer y deseo ¡Aun existía algo que debía sin seguir dudando dárselo a conocer de inmediato, porque el tiempo apremiaba y seguramente David estaba ansioso de saber cuál era mi respuesta!
De todo esto dependía directamente de lo que esa madrugada después de haberme entregado a piel desnuda al deseo de Ariel, solo Ariel tenía la última respuesta de cualquier forma y lamentablemente tendría que hacer hasta lo imposible para que Ariel aceptara realizar el trabajo que se me encomendó, aunque era inevitable pensar que no deseaba que se involucrara en eso.
Definitivamente no era un tema fácil de tratar, no era como pedir que me vendiera un auto o que saliéramos a pasear en cualquier otra ocasión, hablar de mi pasado con Ariel en ese momento y lo que también era mi presente.
Definitivamente no era como contar la tabla del diez, porque en ese instante había mucho más en juego que un simple regaño de un profesor o de una madre que corrige a su hijo mientras estudia.
Esa noche que ya era de madrugada estaba en riesgo y en juego la vida principalmente de Ariel y posteriormente podría llegar a mencionar que también mi vida, porque de alguna manera estaba completamente comprometida a entregar buenos resultados a David por mis servicios.
Definitivamente no debía fallar en ningún momento de lo que estaba a punto de provocar, pero de alguna manera deseaba que Ariel se encontrara completamente cansado, para que al momento que comenzará a contar mi vida, no tuviera ningún tipo de reacción violenta o inesperada de su parte, pero que asimismo también se encontrara consciente para saber y tomar una decisión al respecto. Todo consistía en la buena voluntad de mi amor y si estaba dispuesto a complacerme en ese momento.
Necesitaba que su corazón estuviese dispuesto a complacerme con la propuesta, así que de alguna manera sin más rodeos mientras lo abrazaba y besaba su pecho incansablemente y mis manos se mantenían muy cerca de su vientre bajo acariciando esa parte íntima de su cuerpo para que en cualquier momento acabara por completo en mi interior y que si así lo deseara poder continuar, pero muy posiblemente eso ya no podría suceder si en dado caso llegara a reaccionar de una manera negativa que hasta cierto punto sería considerable creer y pensar que tenía toda la razón, pero de igual forma no perdía nada con intentarlo y hasta cierto punto sobornarlo de esa manera.
Sus palpitaciones y respiraciones se hicieron más intensa mientras con mis labios termine por provocar que derramara ese exquisito elixir de Dioses, no deje nada a desperdicio, su dulce sabor era casi tan dulce como su corazón, ¡Una exquisitez! Su mirada me hizo saber que disfrutó hasta el último segundo de placer que experimento, eso sin duda me lleno de entera satisfacción, pero lo más duro y lo que podría acabar con mi relación, estaba a punto de salir de mis labios.
—¡Mi amor qué pensarías si te hiciera mención en este mismo momento que estoy a punto de confesarte a lo qué me dedico y porque es qué me desaparezco en muchas ocasiones de repente y sin dar mayores explicaciones al respecto! ¿Qué pensarías?
Me observó fijamente, pero sin apartar esa mirada llena de excitación y de amor, para entonces exclamar aun con la mirada llena de deseo por mí, aun con la mirada extasiada del ultimo orgasmo en su cuerpo —¡Te diría que no es el momento para hacerlo!
Con toda certeza no era el momento, por lo que abrazándome a su cuerpo respondí. —Seguramente es así, pero también has estado con esa intriga en cada uno de los momentos en los cuales nos hemos separado, pero créeme que sinceramente no puedo seguir ocultando esta situación, porque eres la persona que me ha logrado enamorar y cautivar de una manera completamente especial y única, por lo que considero que es momento que sepas la verdad sobre mí y sinceramente esperaría de alguna manera posible que no salgas huyendo de esta habitación.
Su rostro me hizo pensar en eso momento que posiblemente no debí haber prometido algo que no era considerable pensar que debía suceder.
Con una extrema incertidumbre en su hermoso rostro pronunció con premura, preguntando con la segura duda en su interior. —¿Salir huyendo, a que te refieres con eso exactamente?
—Porque no es nada fácil de hacerlo saber, pero principalmente me causarías un enorme dolor saber que después de confesarlo no fue una buena decisión de mi parte, pero así mismo también tendría que velar por tu seguridad y eso es algo de lo cual literalmente primero preferiría morir, a que te suceda algo, así que después de lo que te he mencionado ¿Deseas conocer mi vida?
De alguna manera sabía en mi interior que no se iba a negar a escucharme, porque su deseo de saber la verdad sobre mí era muy grande, así que en definitiva lo que tenía para hacerle saber, tendría que ser ese día sin temor a su reacción, pero no puedo negar que estaba completamente desesperada sin conocer su reacción después de conocer la versión de mi vida, a lo que me quede atenta a escuchar su reacción.
—¿Por qué tendría que salir corriendo? —Volvió a preguntar con incertidumbre.
Sin dejar de hablar me hizo saber lo que en ese momento llegó a pensar, a pesar que lo ocurrido en Massachusetts definitivamente dejaban muchas incógnitas. —Definitivamente lo que deseo en la vida es saber de ti, sinceramente he llegado a considerar algunas opciones de ti, aunque me quedó muy claro que definitivamente tú no te dedicas a lo de los servicios íntimos, pero pueda que existan otras opciones que sería un tanto más difícil de asimilar, pero que de igual manera arriesgándome a tu verdad estaría dispuesto a escuchar y permanecer a tu lado sin importar ¿Cuál es esa verdad?
Era demasiado bueno para ser verdad, aun así, me arriesgué y le pregunté. —¿Estarías dispuesto a permanecer a mi lado si sabes la verdad? ¿No te importa de verdad?
Aunque mi reacción fue inmediata, creo que Ariel se estaba arriesgando a la verdad y también a permanecer a mi lado sin pensarlo dos veces.
—¡Créeme cuando te digo que no me importa cuál es tu pasado y tu presente! Definitivamente el pasado no lo podemos cambiar, aunque así lo deseáramos con toda la plata y el dinero del mundo, pero el presente que estás viviendo y atravesando para llegar a tu futuro ¡Eso sí podríamos de alguna manera hacer algo al respecto para cambiar este presente que puede afectar tu futuro!
Simplemente me repetía en mi mente en ese momento, ¿En qué momento el destino o los Dioses me dieron ese regalo en la vida de conocer a Ariel? Por lo que parecía ser que el único camino era contar toda la verdad sin importar de lo que se tratara esa verdad, a lo que terminó por exclamar.
—Así que cuéntame lo que tengas para decirme, porque te prometo que me voy a quedar enredado entre tu piel y tus piernas y no me voy a despegar de tus pechos y ojos hermosos ¡Si supieras que es lo único que deseo! ¿Si me dieran a elegir entre mi destino en la empresa y tu persona? Puedes estar más que segura que lo único y lo que siempre voy a escoger será quedarme contigo, así que sin temor a nada mi vida, sin temor a nada deseo de mi corazón, cuéntame la verdad de tu vida.
Definitivamente esas palabras me llenaron de una fuerza increíble en mi interior, brindándome el valor que necesitaba en ese momento, no había más que pensar y estaba segura que sin importar lo que tuviese para decirle se quedaría a mi lado, sólo existía el pequeño detalle que después de comentarle sobre mi vida tendría que hacerle saber que literalmente ya lo había comprometido a realizar el trabajo de las caletas, por ello era imprescindible que esa madrugada no dejará de desear mi cuerpo.
No me hacía creer que mi cuerpo era su recompensa, pero llegaba sentir que en el mismo instante que aceptara mi propuesta indecente, ese hombre no iba a salir de esa habitación por lo menos en una semana porque me lo iba a devorar de mil maneras posibles.
—¡La verdad amor que esta es mi confesión y lo primero que quiero decirte que tengas claro desde el principio es que soy una mujer que trabaja para la mafia! Una mujer que ha crecido y se ha alimentado de la mano del cártel más grande de Guatemala y de América, el cártel de David Selvanegra.