La Reina del Rancho

2190 Words
El mexicano que le apodaban ¡Caballo n***o! El que se estaba postulando como un gran aliado de David en los negocios ¡Ahora se encontraba frente a mí con dotes de conquistador, queriéndome impresionar con sus regalos y demás presentes que llevaba exclusivamente para mi ese día de nuestro primer encuentro! Solo que para su desgracia era completamente indiferente que me otorgara lo que deseara o lo que pretendía que escogiera de su repertorio de colecciones de joyas que lo acompañaban a donde sea que se dirigía ¡Porque eran sus preseas más valiosas y no existía otro narcotraficante que contara con una colección de joyas y diamantes valorados en mucho más que la fortuna del mismo David! Bueno eso era lo que decían las malas lenguas. Honestamente nada de eso llegaba a impresionarme, porque el hombre en lo personal que desea impresionar con su dinero y posesiones, no deja más claro que es lo único con lo cuenta en la vida para complacer a una mujer, mi vida era más sencilla en ese sentido. ¡No necesitaba de lujos para vivir cómodamente! Me bastaba con que no me faltara el alimento de cada día y el amor verdadero de un hombre que no me escondiera nada de su vida, por eso mismo es que, aunque Ariel contaba con su fortuna y su empresa, eso no era precisamente lo que me llamaba la atención y nunca fue de esa manera, sino más bien la manera en la que Ariel alcanzó conquistarme con su corazón y no con su dinero. ¡No le mostré mayor admiración al respecto! Me limite exclusivamente a agradecer el detalle y dejar que continuara cometiendo sus estupideces, porque en lo personal no me podría fijar en un hombre de rancho como el mexicano. —¡Estoy muy agradecida con su presente! Con el ramo de lirios es más que suficiente para sentirme agradecida con su presencia en este lugar, créame que no es necesario que me dé más muestras de afecto y cariño de su parte. —Exclamé al instante que recibí sus presentes. —Pero ¿Cómo no va a ser necesario preciosa, usted es toda una princesa y merece lo mejor o que no David? —Preguntó el mexicano a David con insistencia. David no era precisamente reservado, pero en esta ocasión era más que importante su deseo de conquistar al mexicano frente a mí en ese momento, por lo que David se limitó a sonreír y responder. —¡Por supuesto que si caballo! Lo que sucede es que Rubí es un tanto más sencilla que cualquier otra mujer que puedas conocer y ella se conforma con las cosas más sencillas de la vida, pero conmigo se ha topado que no puede escoger lo sencillo, ¡Conmigo es lujo o nada! Me imagino que contigo es igual lo que haces con tus mujeres. —¡Por supuesto que si David, pero no me delates delante de la señorita! Ha de pensar que soy un mujeriego, pero la verdad es que mujer no tengo, solo he llegado a tener novias que no han logrado cumplir mis expectativas en lo absoluto ¡Algunas de ellas han deseado salirse con la suya creyendo que por ser mujeres no les puedo hacer daño, pero se ve de inmediato que Rubí es toda una mujer de grandes alturas, que no se anda con rodeos y cuentos. David queriendo de alguna manera impresionar a ese hombre ranchero, estaba prácticamente engalanándome y posiblemente hasta ofreciéndome a ese hombre, tras mencionar con certeza de lo que supuestamente podría suceder. —Aquí estás viendo a la próxima reina del norte, esta mujer llamada Rubí es la madre de todos los cabrones que creen que tienen huevos para manejar este negocio ¡Rubí le sobran lo que a varios le falta! Así que me imagino que de alguna manera posible podrás congeniar de buena forma con ella en varios aspectos. El muy desgraciado no me quitaba la mirada de encima, mientras me tocaba observarlo en todo momento de frente y escuchar sus estupideces, tras escuchar a David, me tomo de la mano y me causa asco inmediato, pero lo soporte por respeto y la misión. —¿Qué tienes que mencionar al respecto Rubí? —Me preguntó el mexicano con seriedad. —Tu padrino David me está dando muy buenas referencias de ti, no es que desconfié porque he escuchado que has hecho grandes trabajos, tampoco deseo condicionarte conmigo, porque en definitiva lo único a lo que he venido es a pasar unos excelentes días con ustedes, comprar algunos kilos que me hacen falta ¡Pero deseaba hacer negocios contigo específicamente! ¿Entonces que tienes para mencionar? Estaba en una situación en la que, si daba a expresar lo que realmente sentía en ese momento, de seguro se podría armar un revuelo por mis palabras, pero en lugar de ello y dejar de mostrarme como una amable señorita de pueblo, me arriesgue y hable con la verdad y tratando de cerrar el negocio ahí mismo, bajo aquel gran calor que nos azotaba en esa ocasión y de pie bajo esa carpa que se había instalado en el lugar. —¡Con el perdón de David! Deseo dejar algo claro, que no me siento ni soy una de esas mujeres cualquiera que se entrega a los hombres solo por su dinero, no aspiro a ser la mujer de un narcotraficante o de un sicario de mierda, aspiro a ser precisamente la persona y la mujer que ponga de cabeza el mundo de la mafia y que todos tiemblen solo al saber que Rubí está en escena. La braveza con la que me estaba expresando, a David le pareció muy impertinente de mi parte, a lo que intento interrumpirme en ese momento al notar la expresión del mexicano de frente. —Rubí por favor no menciones esas cosas, estamos reunidos para cerrar un negocio, no para destruirlo. Pero entonces el mexicano lo interrumpió para que me dejara expresarme, lo que no causo esa tranquilidad evidentemente en David. —¡No la calles David, deseo escuchar su filosofía de vida! Habiendo logrado mi objetivo que me terminara de escuchar, no me limite en pronunciar sin quitarle la vista de enfrente un solo segundo. —Deseo que todos los hombres de mierda que creen poseer huevos, se les revienten en la mano porque esta mujer está más que preparada para arrodillarlos a todos, así que si me pregunta ¿Deseo ser solo su mujer? Siento que se ha equivocado de mujer y de lugar, aquí hemos venido a negociar, a hacer dinero y no a pensar en ¿Cómo llevarme a la cama? —Exclamé con furor y sin bajar la mirada un solo segundo. —Si eso es lo que busca, se equivocó, porque no soy una mujer prepaga de mierda que se vende, así que ese es mi punto de vista y mi propuesta ¿Acepta o no? A David no le pareció en la manera que me termine de expresar en ese momento, los ánimos se caldearon y algunos comenzaron a sudar de una manera distinta a lo habitual, de seguro estaban pensando que el mexicano se ofendería con mis palabras y que de pronto una batalla campal acontecería en el lugar, por lo que David intento reprenderme para luego ser interrumpido por el susodicho de rancho que estaba frente a mí. —¡Rubí, discúlpate de inmediato con el invitado! —Con el ceño fruncido y muy molesto conmigo en ese instante, a lo que el ranchero se adelantó y respondió. —¡No la reprendas David! Mira que tener esos huevos para hablarme de esa manera ¡Sí que son huevos! —Exclamó entre risas el mexicano. El muy desquiciado, se acercó de inmediato a mi rostro y colocando su nariz justo en la mía, sacó su arma y los demás a su alrededor comenzaron a temblar de lo que podría suceder, ¿Quizás? David no se involucraría por lograr su negocio o quizás accionaria de inmediato, de eso no me enteré y jamás me enteraría de haber sucedido, el asunto es que no me moví un centímetro, no le quite la mirada un solo momento y el odio que se veía en sus ojos era más que impresionante. ¡Con toda seguridad puedo llegar a asegurar que se molestó tanto que su orgullo se había ido a la mierda, me tragué su orgullo y lo hice pedazos! Caballo n***o saco su arma y apuntando su arma hacia el cielo provoco tres disparos con su arma plateada, todos los presentes temblaron y algunos ya se estaban haciendo los muertos en la acción, pero al momento exclamo con su nariz rozando la mía. —¡Eres extremadamente provocativa Rubí! No se me apetece llamarte prepago, porque me has dejado más que claro que no lo eres y estas hecha para cosas grandes, así que entonces ¿Qué debemos hacer ahora para comenzar a negociar los kilos por los que he venido, en la cama o en la mesa, tú decides dónde? Aquí solo soy tu socio y podríamos en algún momento hacer que esto funcione y convertirte en la reina de mi rancho. Como no deseaba seguir estableciendo un vínculo de conversación en ese momento, con el perdón del amor de mi vida, tuve que adelantarme a los hechos y provocar que ese maldito del mexicano comenzara a rendirse a mis pies, no podría permitir que me tomara como a una cualquiera, porque al parecer y eso era a lo que apuntaba que eso era específicamente lo que iba a suceder. ¡Pero estaba más perdido que yegua en el desierto si creía que eso iba a suceder entre nosotros! Lo bese delante de los idiotas que siempre me estuvieron deseando hasta en sus peores sueños húmedos, lo que al momento de ver como besaba al mexicano, se excitaron tanto que respiraron tan profundo en su maldito cuerpo que nadie salió herido ese día ¡Al menos no ese día! Tras besarlo, David se sorprendió la manera bruta en la que actué, pero inmediatamente le hice saber la razón preguntada. —¡Ya veremos donde es más conveniente cerrar el negocio! Solo te adelanto que esto no es barato de conseguir y aunque no tengo un precio colgando de mi frente como esas putas que están en la finca, mi mercadería si la tiene y David sabe que mi mercadería es de alta calidad y no puede ofrecerla a cualquiera, por lo que me imagino que, si has de contar con el dinero suficiente como para comprar los quinientos kilos, porque no se vende menos que eso. —¡A usted le compro el mundo entero si esa fuera la posibilidad para quedarme con el mejor premio de la vida! entonces me imagino que nos están esperando con un banquete en la finca, porque creo que esta temperatura me va reventar por estar así de cerca de usted Rubí, por lo que, si no puedo ahora mismo tenerla en mi cuerpo, entonces me da permiso para cogerme a unas cuantas hasta que usted se decida a probar esta piel y de paso le entrego el dinero que pida por la mercadería. —¡Le puedo dar permiso, solo que no se me valla a cansar mucho! Porque después no quiero que me ponga de excusa que me tarde mucho para llegar con usted y me valla a dejar con este ardiente deseo esperando más de usted, ¡Me cumple o le corto los huevos por poco hombre! Pareciera que de un momento a otro me dejaba en segundo plano para dirigirse a David, le pareció raro que me expresara así y no tardo en expresarse. —¡David, esta mujer sí que es de cuidado! No me imagine que esta mujer fuese así, pero me encanta, me divierte que así sea, mejor nos vamos a comer algo porque siento que el azúcar de tanta emoción se me está bajando. Se sintió el cambio en el ambiente y en David especialmente, respiro tan profundo como consiguió hacerlo, para luego conducirnos a la finca, solo que me tuve que ir con el maldito asqueroso del mexicano, nunca había besado a un maldito loco como ese y menos acostarme para conseguir lo que David me forzó de lo que debía realizar, de cualquier manera, estaba preparada para hacer lo que fuese necesario y no permitir que ese maldito me tocara un solo pelo. Después de todo no iba a permitir que introdujera su asqueroso deseo en mi entrepierna, porque después de todo solo resulto ser un pequeño inconveniente que después me encargue de solucionar conforme el tiempo avanzo y el momento me lo permitió con ese potrillo en lugar de ser un caballo. Mientras nos alejábamos, Salomón se acercó a David y no alcance a escuchar lo que mencionó ese otro desgraciado. —¡Patrón, entramos en acción ahora! —Exclamó Salomón entre dientes. —¡Haz lo que tengas que hacer, pero de inmediato! No hay que perder el tiempo, este negocio es nuestro.
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