—¿A dónde vamos Iliang? —pregunta Ana Julia, quien vinee sentada con Malcolm al lado en los asientos posteriores de la camioneta de Ales. —Necesito que me acompañes a hablar con uno de los chicos y luego regresamos a casa a trabajar sobre el resto de los pendientes —le explico mirando mi móvil que acaba de anunciar la llegada de un mensaje e Ingrid. —Pude haberme quedado para adelantar lo que sea necesario —aduce Ana Julia. —Ya entendí esto —Interviene Ales. —¿Qué? —pregunto. —La trajiste como elemento distractor —asienta Ales mirando al frente de la vía. —No lo llames así —me quejo—, pero sí para facilitarle a Anthoni tomar una decisión, o mejor dicho, para ponerle difícil dudar en apoyarnos. —Las mujeres y sus trampas, ustedes todo lo piensan —responde ales moviendo la cabeza a lo