—No entiendo ¿por qué razón vine hasta aquí? —pregunta Ana Julia cuando íbamos bastante avanzados en el retorno a nuestra casa. Volteo a ver a Ales, con la intención de ver cuál de los dos le respondía lo evidente y que ella parece no querer ver o mejor dicho aceptar. —Ana —Ales toma la palabra—, hasta que estuvimos en la casa de Anthoni comprendí la táctica de Iliang —voltea a verme—, por cierto, eres peligrosa mujer —hace una pausa para decirme esto tomando mi mano para apretarla en un gesto cariñoso mientras maneja—. El caso es que Anthoni parece tener una especie de adoración contigo —retoma la respuesta para Ana Julia—; ahora nos odia, o cree odiarnos, y la única forma que lograríamos que nos recibiera y nos escuchara era distrayéndolo, ¿y de qué mejor forma podríamos lograrlo? 0ùp