–Buenos días preciosa, ¿Ahora eres tú la acosadora? –Preguntó Hugo con la voz ronca despertando en la enorme cama de su suite en el departamento de Dubái y Julia estaba sentada en un sillón delante de él vestida con un bonito conjunto de lencería blanco, mirándolo como si estuviera a punto de comérselo. –¿Así que el champagne es tu debilidad, Torres? –Preguntó Julia con una sonrisa traviesa. – No sabes cuanto me alegra saber eso. –Murmuró ella sin apartar la vista de Hugo que la miraba extrañado intentando despejarse. Habían tenido una noche de locos después de la gala, subieron a la habitación e hicieron el amor por todo el departamento, aprovechando que estaban solos y aún después de todo el champagne que habían tomado en el salón de eventos, en el departamento dejaron vacías otras dos