Los cuatro regresaron a Madrid después del increíble fin de semana que significaría un antes y después para las parejas. Lo habían disfrutado al máximo sin preocuparse por nada, sin pensar en nada ni en nadie. Hugo y Julia estuvieron lo que quedaba del viaje burlándose de sus amigos por la aventura que habían tenido en la terraza del Burj Khalifa, y de cómo el guardia de seguridad le había dejado su propia camisa a Kelly para que pudiera abandonar el lugar, ya que el carísimo vestido de diseñador de Bea había quedado inservible después de su momento de pasión con Felipe. Dubái se había resumido en fiestas, sexo, turismo, y varios momentos románticos para las parejas, pero lo bueno siempre pasa rápido y llegó momento de regresar a la realidad. Ya de vuelta a la ciudad la ciudad la rutina