Hermoso Rojo

19: Enamorado empedernido

Zac

Después de que Lily de la nada cortara la llamada extrañado y curioso al saber lo que estaba pasando me senté sobre el borde de la cama decidiendo entre si llamar o esperar por la suya. Momento después recibo un mensaje proveniente suyo.

Peliardiente: Acabo de ver a la Sra. Beckham con alguien que no es su esposo…

Abro los ojos de par en par e inmediatamente escribo con rapidez.

Yo: Dime que soy un pervertido y que lo estoy malinterpretando

Peliardiente: Es lo que piensas…

Yo: Sigues allí?! Te vio?! Con quién estaba?!

Peliardiente: No me vio…espero. Y no sé con quién estaba pero estoy segura que no era su esposo...era más joven. Al final Cindy salió a buscarme y tuve que decirle que no encontraba el baño.

El nombre de una persona se me viene a la mente. No me sorprendería saber que él sepa de esto, pero para confirmarlo decido enviarle un mensaje.

***

—No era necesario que vinieras conmigo—comento mientras trato de acomodarme el cuello de la camisa. Con todo mi esfuerzo trato que se vea decente pero éste no cede. Gruño y trato de nuevo.

Estúpido cuello

Me veo en el espejo y después de un buen rato batallando con el puto cuello de la camisa me quedo satisfecho por mi trabajo. Al menos me quedo decente. El traje me queda un poco justo pero lo suficiente como para caminar y alzar los brazos. Está a la medida.

Sonrío de forma coqueta para mí mismo.

—Si vistiera así todos los días me confundirían como el cliché CEO joven de una empresa exitosa. Por eso prefiero las camisas con estampados y sudaderas, prefiero mantener mi belleza oculta—comento un tanto orgulloso al ver al hombre en el espejo.

Que ardiente hombre

Lily quién se encuentra detrás mío se echa a reír. Después de eso por décima vez se pone a revisar su teléfono y una mirada de decepción se le cruza por el rostro.

Una punzada me atraviesa.

Todo este tiempo cada mensaje que le llega lo revisa de inmediato. Henderson es el problema. Sí, me contó que le habló y que ahora su relación es de “amigos conocidos” sin embargo es imposible ignorar toda la historia que esos dos llevan.

Donde hay fuego cenizas quedan después de todo.

Niega con la cabeza para después dirigirse a mí—Lo que digas Zac—dice para luego levantarse y acercarse hacia donde yo estoy. Me doy la vuelta teniendo a Lily frente a frente. Le dedico un guiño de mi parte.

—Admítelo, soy todo un galán—tomo de su delicada mano para besarla como todo un buen caballero.

En el momento en el que mis labios hacen contacto con su mano una sensación me recorre de pies a cabeza. Es una sensación que es extraña y a la vez emocionante de sentir. Sus mano se siente tan suave bajo mi tacto, tanto que me hace preguntar cuándo fue la última vez que toqué unas manos tan suaves.

Esbozo una sonrisa cerrada aún con mis labios tocando la mano de Lily.

—¿Qué?—pregunta Lily al ver mi gesto. Dirijo mi mirada hacia ella y le regalo una sonrisa.

—Nada—contesto con simplicidad. Aún con mi mano sosteniendo la suya doy pequeñas caricias circulares con mi dedo pulgar sobre su suave dorso.

Lily se sorprende ante mi tacto sin embargo no se aparta. Sus ojos analizan los míos buscando cualquier indicio de algún tipo de broma de mi parte la cual no encuentra. De repente todo a nuestro alrededor se esfuma, como si todo sobrase centrándose la atención sobre nosotros. Solo ella y yo.

Ella y yo…

Sus ojos siguen haciendo contacto con los míos. Los dos no nos movemos y creo que aún no tenemos la intención de hacerlo. Dejo su mano transportando la mía lentamente sobre su brazo dando una leve y lenta caricia. Ella al sentir esto fija su mirada a su brazo aun no sabiendo lo que está pasando.

Sonrío.

Dejo de acariciar su brazo y me atrevo a acomodarle uno de sus pelirrojos mechones sueltos detrás de su oreja.

—Mejor—menciono. Ella por su parte esboza una leve sonrisa.

Lily se acerca unos centímetros más y por un momento pienso que llega el momento menos y más inesperado de toda mi vida. Siento como mi pulso se acelera y como esa sensación se va intensificando cada vez más en mi interior.

Queda lo suficientemente cerca como para pasar sus suaves brazos alrededor de mi cuello sin embargo éstos no lo tocan.

Lily termina de acomodar la camisa de mi cuello.

—Te faltó esta parte—dice mientras se concentra en la parte arrugada que creí haber arreglado.

Bien ahora me siento estúpido por creer que iba a pasar algo más.

Lily se aparta y me anima a mirarme por el espejo lo cual hago. Definitivamente el cuello estaba mal puesto.

—Gracias—agradezco lo cual ella solo sonríe. A punto de decir que nos llevamos este traje la llamo.

—Lily…—ella solo se acerca. Sin previo aviso mis manos se posan sobre sus hombros y le deposito un pequeño beso en su frente. Sin darle tiempo de responder la rodeo con mis brazos.—Quita esa cara—comento mientras mis dedos van jugando con su cabello rojizo.

Una pequeña risa por parte de Lily se escucha.

—¿Qué cara?

—La de “no debí de haberle mandado mensaje”—un olor a vainilla invade mis fosas nasales y cierro mis ojos para poder tenerlo grabado en mi mente.—O la de “Que estúpida fui”

Ella no dice nada y solo me sorprende enrollando sus brazos alrededor de mi cintura.—Te quiero Zac—hunde su cara sobre mi pecho.

Lo sé, pero no te imaginas el como yo me siento contigo.

Desafortunadamente me tocó ser en esta historia el mejor amigo empedernido por el amor y atención de su mejor amiga. Y sí esa es mi forma de decir que me enamoré de peliardiente, pero eso ya se lo esperaban, pero lo que no se esperaban fue lo que pasó después.