Hermoso Rojo

8: Nunca estarás sola

Zac

Cerca…eso estuvo cerca

Mi mente no deja de repetir esas palabras. Fui estúpido al pensar que esto pasaría mucho después de su llegada, pero me equivoqué. Vamos Zac ni si quiera es asunto tuyo, sin embargo la mayor parte de mí se preocupa al llegar a ver una Lily…con el corazón roto.

Sé que ella me ha dicho miles de veces que está bien, pero la conozco lo suficiente como para saber cuándo miente. Todavía recuerdo esa época en la que me llamó a las 2:00 de la madrugada, se escuchaba apagada, derrotada…dolida, tan vulnerable. Lily es una de las personas más fuertes que conozco sorprendentemente ha superado diferentes obstáculos, uno de ellos y el más grande ,hasta hace unos meses, sus padres. Es triste ver a padres que no tienen el tiempo o la atención de estar con sus hijos.

Pero al parecer sus padres pasaron a un segundo plano…

—¿Qué piensas?—me saca de mis pensamientos la voz de Lily.

Le echo una rápida mirada por el rabillo de mi ojo—En nada…—me encojo de hombros—¿Por qué? —pregunto.

Siento la pesada mirada de Lily sobre mí cosa que hace que me ponga más nervioso de lo que estaba.

—Por nada—termina de decir después de unos momentos analizando.

Minutos después llegamos al lugar. Aparco en la acera.

—¿El centro comercial?—frunce el ceño.

Sonrío

—Sí, y vamos que hay mucho por comprar—comento antes de salir del auto.

Cierro la puerta detrás mío y al escuchar que Lily hace lo mismo me pongo en marcha hacia el centro comercial. Lily quien no deja de lanzarme preguntas me sigue el paso.

Entramos al centro comercial y la cantidad de gente es impresionante. Me volteo hacia Lily quién tiene sus brazos cruzados sobre su pecho optando una posición de “no me muevo hasta que me digas qué es lo que está pasando” Ruedo los ojos. Me acerco a ella poniendo ambas manos sobre sus hombros. La miro fijamente. Su cara trata de estar seria, pero ambos sabemos que no durará mucho.

Sonrío.

—Tranquila fiera, estamos aquí por tu regalo de bienvenida—le guiño el ojo. No hay respuesta por parte suya. Su cara sigue seria.

Ay esta mujer

Ruedo los ojos.

—Sólo vamos a que escojas el vestido que más te guste y si quieres también accesorios y esas cosas que las mujeres tanto les gusta—arquea una ceja.—Vamos, ya deja de estar seria, si no te saldrán arrugas—con mis pulgares le levanto las comisuras de sus labios para formar una brillante sonrisa.

Me rio.

—Pareces el joker—digo entre risas. Inmediatamente Lily se suelta de mi sonrisa forzada

—Idiota—musita tratando de ocultar la sonrisa que se empieza a asomar entre sus labios. Después de unos largos momentos decide rendirse.—¿Es necesario que sea vestido?

—Sí—respondo rápidamente.

—¿Por qué?—pregunta exasperada.

—¡Porque quiero regalarte un vestido! Y de preferencia largo…—creo que debí de omitir el último comentario.

Frunce el ceño

—Míralo de ésta manera es como si te hubiera regalado un vestido largo sólo que pensé que sería mejor que tú misma lo escogieras ¿sí?—trato de decir.

—Es lo que estás haciendo—dice seria.

Suelto una gran bocanada de aire—Sólo entra a la tienda que quieras y escoge el vestido que más te guste.—Lily no tan convencida se pone en marcha, antes de hacerlo dice algo que no pude escuchar, pero simplemente no le tomo demasiada importancia.

***

—Bueno, venga sal—digo un poco desesperado después del largo tiempo que hemos estado aquí.

Después de esto las cortinas se deslizan dejando ver a Lily con un impresionante vestido de noche n***o.

Mi corazón da un vuelco al verla vestida así. Por Dios y eso que sólo se puso el vestido imagínense cuando se arregle. Su vestido se ajusta bien a sus increíbles curvas, deja ver la parte de su cuello al descubierto y mis ojos no dejan de ver la abertura que tiene en las piernas que llega a parar hasta el muslo.

Maldita sea, pero si es una Diosa

—¿Zac?—interrumpe la dama sacándome de mis pensamientos.

Recobro la compostura. Me aclaro la garganta. — ¿Sí?

Lily pone los brazos en jarras—¿Y bien? ¿Cómo me veo?—pregunta sonrojada. Es fácil ver cuando ésta se sonroja, su pálida piel la delata.

—Te ves…Hermosa—respondo sin pensarlo.

—Gracias…—responde Lily. Se ve hacia el espejo examinándose dando una que otra vuelta.—No lo sé, siento que es demasiado formal creo que me vendría mejor un vestido casual además... —ve la etiqueta del vestido—no me jodas esto vale más que la tienda entera—niega con la cabeza—definitivamente no

Inmediatamente la detengo—Espera para empezar uno tú no eres la que paga, dos es perfecto para la ocasión ¿crees que te verías bien ir de casual a una gala?—corto al instante al escuchar eso.

Idiota tenías que hacer Zac

—Mierda—maldigo al ver que yo mismo me he exhibido.

La expresión de Lily inmediatamente cambia.

—¿Perdona? ¿gala? ¿de qué carajos hablas?—pone los brazos en jarras.

—Eh…—trato de pensar una excusa, pero ninguna se me cruza a la mente.

Piensa, piensa

Levanto la mano para llamar a la señorita

—Nos lo llevamos—anuncio antes de que la pelirroja refute—Tomen el cargo a ésta cuenta—la señorita asiente y se va.

—¿Estoy pintada o qué mierda?—pregunta con un tono más serio. Mi mirada viaja hasta el suelo—Mira Zac respeto lo de hace un rato porque no tenía nada que ver conmigo, pero esto, esto sí que tiene así que me dices o te juro que…—le corto.

—Está bien, está bien—respondo. Miro hacia diferentes direcciones todo sea para evitar su mirada de fiera.—Tu madre, eso fue lo que pasó—frunce el ceño pero no hay respuesta por parte suya al ver esto prosigo—La razón por la que llegué tarde fue porque me llamó tu madre que ¿de dónde sacó mi número? Ni puta idea y no quiero saberlo. Me dijo que ella y tu padre los invitaron a una gala y querían que fueras así que…—ella empieza a hablar.

—Ella te pidió que me convencieras porque sabía que si ella me lo pedía iba a negar, pero sabiendo que eras tú cabía la posibilidad de que no—termina de decir.

—Exacto—respondo.

—Pero supongo que eso no es todo hay más ¿no es así?—dice de manera irónicamente—porque sabe que me iba a enterar de esto y al hacerlo iba a negarme rotundamente aun sabiendo que tú me lo pidieras así que te dijo algo ¿no?

—Me dijo que te convenciera, que no tenía opción—resoplo—yo aun así la cuestioné…gran error—niego con la cabeza—Lily sé que esto es una mierda, pero no quiero conocer la furia de Nina Martin.

—Oh y créeme que no quieres—comenta. Por un momento se queda pensando, como si estuviera analizando sus posibilidades, pero al ver que no tiene opción decide hablar. —Está bien iré a la maldita gala…—me dirige la mirada—supongo que la cuenta es de ella ¿no?—asiento con la cabeza—bien al menos algo bueno saldrá de aquí.

—¿El qué?—respondo confuso.

—Irás conmigo a la gala como acompañante—a punto de replicar me corta—me la debes y lo sabes a parte tenemos su cuenta así que podemos comprarte el traje más caro que hayamos visto en la puta vida tan si quiera así jodemos un poco a mi madre—me guiña el ojo.

***

Aparco el coche enfrente de su casa. Bueno al menos ya no conoceré la furia de la señora Martin. Lily se quedó con el vestido y ahora yo tengo un nuevo traje que vale más que éste coche al igual que un reloj de mano cortesía de la cuenta de la señora Martin.

—Bueno, llegamos—anuncio. Mi mirada va hacia Lily quien se encuentra con la mirada gacha hacia sus manos.

—Lamento que mi madre te metiera en esto—alza su mirada para chocar con la mía—pero te mentiría si te dijera que no me alegro de que te haya metido en esto—sus ojos ladean por un momento.

Se me cruza una sonrisa cerrada en los labios

—Y yo te mentiría si te dijera que no es mi primera gala—ríe—y me alegra que sea contigo, sabes que estoy para lo que necesites…siempre. Al menos es lo que puedo hacer de tanto que me has ayudado—confieso.

—¿Enserio?—pregunta con un hilo de voz. Yo asiento.—¿puedo confesarte algo?—pregunta a lo cual yo respondo que sí. Lily se gira completamente hacia mí. Quedamos frente a frente.—Me siento sola…me siento tan sola en este jodido mundo…—su voz se empieza a entre cortar—Siempre ha sido así…desde pequeña mis padres no estaban conmigo, mi madre nunca me arropó, mi padre nunca me enseñó a andar en bici, todas esas cosas que se supone que deben de hacer los padres con sus hijos…—sus ojos empiezan a tornarse vidriosos—y eso es una mierda, es una mierda que una niña haya aprendido esas cosas por sí solas o inclusive que aún no las haya aprendido del todo—cierra por un momento los ojos y toma una gran bocanada de aire. Mi mano viaja hasta su espalda para darle suaves masajes. Saca la bocanada de aire que estaba reteniendo.—Cuando me fui me sentí más sola que antes y no te voy a mentir sí la pasé muy mal, sin embargo cuando empezamos a hablar todos los días…de alguna manera ya no me sentía sola…Emma ella siempre estuvo allí, pero aun así no quería que se preocupara por mí porque la conozco y sé que es capaz de viajar de un país a otro por una tontería como esta…—la corto e inmediatamente corto la distancia entre nosotros para rodearla con mis brazos. Lily hace lo mismo y hunde su cabeza sobre mi pecho.

—No es una tontería el hecho de sentirte sola ni nada con lo que hayas vivido—le susurro.

—Gracias…—musita.

—Nunca estarás sola peliardiente—deposito un beso sobre su cabeza e ignoro la corriente eléctrica que se descarga en mí—Y cuándo te sientas así inmediatamente enciende la bati-señal y verás que tu bat-man irá al rescate.

Lily se separa un poco para sonreír.— ¿Quién? ¿Christian Bale?—pregunta con un tono burlón.

Ruedo los ojos.

—Ja Ja que gracioso Martin.

Me da un leve golpe—Es broma Bat-man—sonrío.

Nuestras caras están a tan sólo unos pocos centímetros. Nuestras respiraciones chocan. Mi mirada viaja directamente hacia sus labios, esos rosados y carnosos labios que siempre lleva…mi pulso se acelera a medida en que nos acercamos.

Sólo un poco más

Mis labios rozan por un poco los suyos.

Está vulnerable

Me detengo al igual que ella. Mi mirada va hacia su rostro. Sus mejillas tornaron un color rojo. De nuevo está sonrojada.

Esto está mal, no, y no esto no puede pasar…no en este estado.

Recargo mi frente con la suya. Cierro los ojos pensando muy bien lo que voy a hacer y decir.

—Que descanses Lily—deposito un beso en su mejilla. No hay respuesta por parte suya. Por un momento su rostro expresa decepción, pero de inmediato trata de cambiarlo.

—Igual Zac—con esto sale del coche dejándome con el corazón agitado y la respiración un poco irregular. Mi mirada va hacia la entrada de su casa y veo que ya no está.

Recargo mi cabeza sobre el volante. Paso desesperadamente mis dedos sobre mi cabello. Miro hacia el techo de mi auto y resoplo.

—¿Qué acaba de pasar?—pregunto para mí mismo.

Después de un momento procesando lo ocurrido un impulso hace que saque el celular y le escriba a Liam.

Yo: Puedes hablar?

Sr. Cortesía: En este momento estoy algo ocupado, pero dame una hora

Niego con la cabeza.

Yo: No importa no es urgente…mejor olvídalo

Sr. Cortesía: Seguro? Si es urgente x mí no hay problema

Yo: Seguro. Sólo es algo de un nuevo videojuego que salió xD

Guardo mi celular intentando olvidar del tema, pero una persona viene a mi mente.

Mark

Yo: Tengo un problema…uno muy gordo

Mark: Que tienes una gran adicción a los jugos? Sí ya me di cuenta ;)

Oh de seguro ya notó la falta de jugos en su refrigerador

Yo: -_- no es gracioso

Mark: sí lo es :)

Yo: Bueno no tiene nada que ver con mi adicción a los jugos sí?

Mark: ¿?

Yo: ¿Alguna vez has tenido un amor no correspondido?