13: No era solo cariño

2824 Words
Lily Era verano, el ambiente se sentía húmedo, el sol estaba a su máximo resplandor y cada vez la temperatura iba subiendo, es decir, un día estábamos a 35 grados y al otro día llegábamos a los 40 grados. El clima estaba de locos. En temporada de verano mucha gente en Alemania acostumbra a dar más paseos en sus bicis, es curioso porque algunas mujeres adornan sus bicis con flores y adornos más primaverales a los cuales son dejados hasta que acabe la temporada. Supongo que es porque el periodo de calor que tienen es corto. Llevo aquí casi seis meses y he aprendido mucho, así como son; varias costumbres, tradiciones, lugares e inclusive gente. Supongo que después de todo no fue mala idea venirme con mis papás, sé que al principio me molesté con ellos por no haberme tomado en cuenta, por no haberme informado acerca de la decisión que iban a tomar o al menos al cerca del viaje y de hecho aún lo estoy, pero después de todo no es tan malo. Mi relación con mis padres sigue igual, nada ha cambiado con ellos. Respecto a mi mejor amiga, Emma, hablo con ella los días que podemos ya que el cambio de horario es fatal, con Zac, bueno él y yo hicimos un acuerdo en el cual es, que por un tiempo determinado él se tenía que desvelar para que pudiéramos hablar y luego iba a ser al revés, después yo tenía que desvelarme, es decir, cada quién se tenía que acoplar al horario del otro sólo por la mitad del tiempo que me voy a quedar. Pero… ¿adivinen quién no ha podido desvelarse? Sí, Zac. Porque él siempre se queda dormido a la mitad de las conversaciones, pensándolo bien ahora ni en la mitad sino ya ni si quiera se molesta en pretender en estar escuchando ahora lo único que oigo son ronquidos y a veces palabras extrañas que murmura al hablar, sí Zac habla cuando duerme y eso da miedo. Sonrío al recordar esas llamadas “nocturnas” que he tenido estos días. Camino sintiendo el sol en su máximo punto, lo bueno es de que traigo puesto un vestido si no ya me estuviera muriendo de calor. Veo a varias personas pasar con sus bicis o algunas paseando con sus mascotas, otras simplemente gozando del maravilloso paisaje, así como yo. Creo que elegí bien al no traer mi bici hoy y disfrutar de este pequeño paseo. Mi celular vibra. Checo mi celular algo extrañada ya que mis padres definitivamente no pueden ser, Emma tampoco ella últimamente no ha tenido mucho tiempo por estar en exámenes finales y bueno Zac de seguro está durmiendo. Nuevo mensaje de número desconocido Frunzo el ceño. Posiblemente será uno de esos mensajes que te envían la compañía telefónica. Abro el mensaje. “De ti Julieta, quiero escuchar ¡Amado mío!, una nueva vida en la que dejaré de ser tu Romeo”. Al leer el mensaje inmediatamente sé de quién se trata. Henderson. Desde mi partida perdí contacto con él, no me apetecía mucho seguir con lo que sea que tuviéramos. Sí, he vivido cosas desastrosas con diferentes chicos pero con Mark, bueno él no se compara. El hecho de seguir pensando que alguna vez fue la persona que me haya chantajeado con un vídeo mío ebria sólo para que fingiera ser su maldita novia e impresionar a sus padres. Es repugnante. Y no sólo eso, sino que también voy de estúpida a caer en sus juegos de “caricias sin compromisos”. Malditas hormonas. Sí, puede que Mark haya cambiado, pero eso no cambia los hechos. Él se disculpó y yo acepté su disculpa, pero como dicen se perdona más nunca se olvida. Así que decidí tomar este nuevo viaje para empezar de nuevo y ¿qué mejor manera de empezar ésta “nueva vida” dejando atrás y perdiendo contacto con la persona que me hizo pasar un mal momento? Pero al parecer la vida me la está jugando. Decido ignorar el mensaje de Mark y seguir como si nada hubiese pasado. Pero como dije, hoy la vida decidió hacerme complicada la existencia. Te conozco y sé que no me contestarás… pero sólo quería decirte que espero te encuentres bien. No tengo justificación para lo que te hice ya que prácticamente te usé y fui un estúpido. Lo lamento, aunque creo que ya no necesitas escucharlo. Sólo espero quedar en buenas condiciones contigo, aunque creo que eso no será posible pero sólo me conformo en que leas éste mensaje. Sin más que decir espero me perdones Julieta. Ese mismo día, por primera vez sentí compasión hacia Mark. De lo poco que lo conocía en ese momento sabía que estaba arrepentido por lo que había hecho y bueno después de todo somos humanos. Así que hice lo que no debí de haber hecho. Le contesté su mensaje, prácticamente le contesté con un “Todos merecen una segunda oportunidad” Pasó el tiempo y las vagas y cortas conversaciones que tenía con él se convirtieron en desvelos tanto para Mark como para mí. Él me contaba como su hermana a veces lo sacaba de quicio, a lo cual agradezco a mi pequeña cómplice por hacerle la vida imposible a su hermano. Yo le contaba cómo eran las cosas aquí, la gente, comida, idioma etc. Y por primera vez tuvimos una relación de amistad sólida, es decir como dos personas que pudieron superar sus problemas y dejarlos atrás para seguir adelante. Mediante iban pasando los días pude tener un panorama amplio de quién era Mark, sí a veces puede llegar a ser un creído y soberbio que haría cualquier cosa para conseguir lo que quiere, sin embargo me di cuenta que él llegó a convertirse en mi refugio. Le contaba sobre los problemas de mis padres y él, aunque estuviera al otro lado de la línea me ayudaba con su silencio, escuchando atentamente a cada una de mis palabras. Por primera vez empecé a agarrarle cierto cariño a Mark. Desde ahí supe que las personas sí que podrían cambiar. Hasta que un día que me llamó. Ese mismo día conocí a un Mark vulnerable. —¿Mark?—pregunto algo extrañada. No recuerdo haber acordado con él ésta llamada. —Julieta…—se escucha una leve risa de su parte. —Pensé que no contestarías —Sí, pero no recuerdo que…—-empiezo a decir, pero me veo interrumpida por su voz —Lo sé…—suspira. No decido hablar y paciente espero a que continúe.—Tuve una pelea con mi padre—dice finalmente—No fue de esas típicas peleas que tenemos. No, ésta fue diferente. —dice con un hilo de voz. Siento el dolor en sus palabras. Por lo que sé Mark vive separado de sus padres, nunca me ha contado la razón. Tampoco se lo he preguntado. Lo único que sé es que Mark y yo estamos en la misma situación con respecto a nuestros padres. Mark vuelve a hablar.—Están hartos de mí Lily, al parecer soy la vergüenza familiar—dice con un tono triste. —¿Cómo sabes eso?—intento reconfortarlo.—Puede que siempre estén ocupados, pero eso no significa que no te quieran, después de todos son tus padres.—contesto reflexionando lo que acabo de decir, que al parecer lo dije más para misma. Es increíble como luego uno no toma sus propios consejos. Un bufido se hace presente al otro lado de la línea —Sí claro. Pregúntaselo a mi padre que él fue el quién me lo dejó bastante claro.—Un silencio se apodera de la línea. No decido hablar, sinceramente no sé qué decir. Mark tiene su carácter y de alguna forma entiendo a sus padres, es decir, ahora ya está cambiando, sin embargo no me imagino cuántas cosas hizo como para que sus padres ya no lo aguanten. —Aunque. De alguna forma los entiendo—decide hablar—Si contamos todas las cosas que he hecho…que te hice…—Me pongo tensa al recordar esa oscura época. A punto de decir algo Mark habla. —No te veas obligada a decir algo, solo quería que alguien me escuchara.—Y se lo agradezco porque sinceramente no sabría que decirle. Al no obtener respuesta por parte mía continua.—Bueno, creo que iré a…ver cómo arreglar las cosas—se despide—Gracias Julieta por escucharme y por todo. —dice, aunque éstas últimas palabras no sonaron como si estuviese agradeciendo por haberlo escuchado. Una sonrisa se hace presente en mis labios —Cuando quieras—respondo.—Me alegra que me hayas tenido confianza en contármelo—me sincero y es la verdad. Sé perfectamente que le es difícil hablar de estos temas, al igual que a mí, así que de verdad aprecio mucho esto. Mark murmura una cosa que no logro escuchar, pero no le doy importancia y con esto termina la llamada. La tarde pasa y vuelvo a mi temporal vida normal. Admito que hubo ratos en lo que me quedaba consternada sobre la situación de Mark. Pensé varias veces en marcarle para preguntarle cómo estaba, pero al final decidí en darle su espacio. Creo que ya fue mucho el hecho de que se haya abierto conmigo. Más tarde me vuelve a entrar una llamada. Rápidamente veo de quién es proveniente y sin pensarlo dos veces contesto. —Quiero verte—Es lo primero que mis oídos captan. Es Mark. Confusa trato de hablar, pero éste prosigue—Te extraño maldición, extraño esos tiempos en los que fingías ser mía…—Frunzo el ceño. Viendo la hora y comparando con la hora de allá calculo que será eso de la madrugada. La voz de Mark vuelve a estar presente—Lo que más extraño son nuestras sesiones privadas de…—lo interrumpo antes de que siga. —Mark, ¿estás bien? ¿tomaste?—pregunto con tono acusador. Una pequeña risa por parte suya se escucha del otro lado de la línea. —Sólo un poco Julieta, pero tranquila que tu Romeo aguanta todo—ruedo los ojos. Pero si será estúpido. —¿Estás solo? ¿Hay alguien que te pueda llevar? ¿dónde estás?—no es que yo pudiese hacer algo estando desde aquí, pero al menos podría llamar a Zac para que vea cómo está. —En mi habitación—suelta. De repente empiezo a sentir un gran alivio recorrer por mi cuerpo. Bien, Henderson decidió tomarse una sesión de ahogamiento en penas. Suspiro. —Lily…—su voz se torna tranquila, pero a la vez seria. No contesto y dejo que prosiga—Nunca borré el vídeo…—dice e inmediatamente mi respiración empieza a acelerarse. ¿Qué? sus palabras empiezan a resonar en mi cabeza. Sé perfectamente de qué video habla. Ese ha sido un tema tabú para mi desde entonces. Trato de tranquilizarme. El mismo me había dicho que lo había borrado todo, cualquier copia o rastro de ello. Unas intensas ganas de gritar y espetarle todo en la cara, aunque en realidad no sería en la cara sino más bien en los oídos, se hacen presentes pero me contengo. No seas estúpida Lily y por primera vez piensa antes de actuar. Mark después de un largo rato en silencio comienza a hablar. Más le vale que valga la pena o si no le juro que con esto le cuelgo y en definitiva corto cualquier contacto con él no sin antes de asegurarme de que ese maldito vídeo lo haya borrado totalmente. —No hasta después de que empezáramos a hablar. Cuando decidiste darme una segunda oportunidad y empezabas a tan si quiera intentar establecer una relación ya sea de amigos y decidí que era hora de borrarlo. —¿Y qué?—espeto—¿Si no te daba otra oportunidad ibas a volver a chantajearme?—trato de calmarme ya que estoy empezando a alzar la voz. —No quería perderte.—defiende, pero eso hace que me enoje aún más. —¿Perderme? Si nunca fui tuya Mark, nunca—mi voz empieza a descontrolarse. Escucho un largo suspiro a través de la línea —Ya lo borré Lily así que ya te puedes quedar tranquila—dice como si estuviera a punto de perder la paciencia lo cual hace que mi enojo aumente. No tiene ningún derecho. —Y sí lo sé, soy un imbécil que sólo piensa en sí mismo, pero créeme que he tratado de cambiar eso. Desde que me disté una segunda oportunidad de tan si quera llevar las paces contigo, desde ese momento decidí en cambiar comenzando por borrar todo. Recuerdos empiezan a llegar a mí. Recuerdos que traté de dejar atrás. Y yo de estúpida creyéndole de todo a este hombre, lo sabía, sabía que nunca debí confiar en él. En este momento sus palabras son esos unas simples y vacías palabras. Siento como mi cuerpo empieza a tensarse y todo lo que he estado conteniendo durante todo este tiempo simplemente explota a través de mis palabras. —Es que eres un imbécil, engreído, soberbio que sólo piensa en sí mismo, no importa cuántas veces digas que cambiarás siempre serás jodidamente igual—espeto sin contenerme.—Sabía que darte una segunda oportunidad fue un maldito error, no sabes lo mal que lo pasé en esos tiempos.—grito a todo pulmón sin saber contenerme. —Julieta...—le interrumpo. —¡No me llames así!—digo harta de la situación. —Mi nombre es Lily—le recuerdo. Estoy empezando a perder la poca paciencia que me queda—¡No quiero escucharte más Mark, esto se ha acabado, no me vuelvas a llamar o a tratar de hacer contacto conmigo!—advierto. —¡¿Y crees que no he intentado hacer eso?!—responde subiendo el tono de voz.—Todo este maldito tiempo he tratado de hacerlo y no sabes cuánto. Pero al final me arrepentí de todo, de mis errores y al menos quería recuperarte. —Volviéndome a chantajear ¿no?—intuyo irónica. —¡¿Es que no puedes dejar de una maldita vez eso atrás?! Ya te lo he dicho millones de veces que lo siento ¿qué más quieres que te diga?—Y eso fue la gota que derramó el vaso. —Nada. Eso es lo que quiero. Que ya no me digas nada—espeto—Y sí, no puedo dejar eso atrás Mark, aún no puedo, porque nunca vas a cambiar. Nunca lo harás.—empiezo a sentir la ira consumiéndome poco a poco.—Estoy harta. Harta de ti, harta de todo esto y ahora que lo pienso tal vez tus padres tengan razón, tal vez ya vi por qué están hartos de ti. Porque tú solo piensas en ti y en nadie más y eso te dejará solo en tu puta vida.—mi respiración es un desastre después de haberle dicho todo esto. Al fin lo saqué. Todo eso que había estado consumiéndome al fin lo dije. Silencio. Es lo que se escucha después de aquellas palabras. No después de un rato en el que su voz se hace presente. —Ya veo. Gracias por tus sinceras palabras Martin—y sin más cuelga. Me quedó ahí. Petrificada con el celular aún en la mano, pensando en lo que acababa de pasar. Un extraño sentimiento de culpa se empieza a hacer presente en mí. No, no, no. Ahora no Lily Martin no te sientas culpable se lo merecía y tú lo sabes. Más aún si no había borrado tu vídeo, tómalo como una venganza por lo que te hizo. Al fin pudiste sacártelo de encima, tuviste lo que querías que era dejarlo atrás, olvidarlo, perder cualquier tipo de contacto. No merece tu compasión, ni tu pena y mucho menos tu amistad. Era hora de que alguien lo pusiese en su lugar. Pienso Guardo mi cedular decidida a continuar con mis actividades. Y así fue, continúe como si nada hubiese pasado, tratándome de autoconvencer de que se lo merecía, de que no me arrepentía de haberle dicho tales palabras, de que lo tomaría como una oportunidad que me dio la vida para vengarme, sin embargo…muy dentro de mí sabía que la había echado a perder. Por mucho que se lo haya merecido no tenía derecho de tocar fibras sensibles en su contra, no si no quería volverme como él. Lo peor es de que así fue...sabía que ya estaba jodida en el momento en el que me di cuenta que Mark Henderson había hecho lo que por mucho tiempo un chico no había hecho…robarme el corazón. Todas esas pláticas nocturnas que compartimos surtieron efecto en mí. Ese fue mi fin. Ese cariño que le tenía…no era sólo cariño.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD