Andrea....
Cuando llegamos a la clase aún me tiemblan las piernas, Federico habla por el móvil, parece ocupado, Jonathan me pregunta que porque me ayudaba ese pesado, pero le deje claro que había sido amable, me vio sufriendo por no poder sacar el enorme trabajo del auto.
- No viene con su novia y parece buscar entretenimiento, debes tener cuidado Andrea, no debes caer en alguna de sus trampas.
- No digas eso Jonathan, él no parece un mal sujeto.
-Tú lo dices por qué te gusta, pero solo te digo que tengas cuidado.
- Bueno, coloquemos esto en su lugar, dejemos ese tema.
Cuando la maestra llega Jonathan y yo comenzamos con la exposición sobre nuestro producto, le damos muestras a todo el grupo y al finalizar la maestra nos felicita.
Jonathan y yo solo estaremos juntos este curso, pues la realidad es que estudio medicina, pero quería conocer un poco sobre el tema de las empresas, él me dice que debería quedarme, que se me dan bien los negocios, pero la neurología es una rama que llamo mucho mi atención, son tan interesantes las funciones del cerebro, que llamo mi atención desde hace algún tiempo.
Cuando terminan las clases vamos a casa, mi padre dice que tendremos un evento social importante, le ha pedido un buen amigo suyo invertir en un hospital de niños, cuando lo dice me interesa, llama mi atención, pues quizá podría trabajar en el sí mi padre fuese dueño, sería maravilloso.
- Claro, está bien papá.
- Habrá recital de danza, llamaré a la abuela.
¿Cuando será querida?
Pregunta mi madre que ama ir a los eventos, al igual que mi padre, dice que ama la delicadeza de las maestras para con los eventos.
- El próximo sábado, será un evento con causa, para el fondo de ayuda a adultos enfermos del Medical Center.
- Bien, dame la invitación para agendar hija.
Se la tiendo a mi madre y voy a mi habitación.
Llamo a mi abuela que ama acompañarme cuando hay recitales.
- Hola, abuela, como estas.
- Hola, mi dulce Andrea, que placer escuchar tu voz.
- Abuela quiero informarte que habrá un recital el próximo viernes, será a beneficio, espero que puedas venir.
- Claro que sí, envíame los datos y tu abuelo y yo iremos a verte querida.
- Como han estado abuela, como sigues de tu corazón.
- Bueno con el corazón es siempre confuso, hay días buenos y días malos, hoy por ejemplo es un día bueno.
- Me da tanto gusto abuela.
Charlo con ella por algunos minutos hasta que mi madre me llama para cenar.
- Debo dejarte, iré a cenar, te amo abuela.
- Yo a ti mi dulce niña, nos veremos el viernes.
Bajo a cenar y veo que mis padres ya están aquí.
Solo somos nosotros, tuve un hermano, era mayor que yo, Austin, el tenía 5 cuando yo tenía solo 2, pero un día fuimos de vacaciones, Austin tuvo un ataque epiléptico, no sabían que tenía epilepsia, lamentablemente estuvo inconsciente unos minutos bajo el agua hasta que mi padre se dio cuenta, estuvo en coma unos días, yo no recuerdo mucho, era muy pequeña, pero por los vídeos y fotografías que mi madre oculta en el desván, podía ver lo dulce que era mi hermano, después de su muerte intentaron tener más hijos, pero la vida es cruel, mi padre siempre dice lo orgulloso que estaba de Austin, que él era el niño más educado, y que sería un hombre importante en los negocios, mi padre con el tiempo enfermo, parece no poder superar el haber perdido a su hijo, creo que para un padre es el golpe más duro, un hijo es el ser que más amas, creo que por ello es tan duro conmigo, creo que desearía que la que hubiese muerto fuera yo, para el tener a su hijo varón a su lado.
Siempre pienso en él, veo vídeos de lo hermoso que era, como me cargaba entre sus brazos, pues era una bebe pesada para un niño delgado como él, estaba tan lleno de vida, unas preciosas mejillas rosadas, siempre sonriendo, me besaba las mejillas y me decía Andy, era su pequeña muñeca de juegos, mi madre decía que desde el día que nací él jamás se separó de mí, cuando comenzó el colegio fue complicado porque no quería alejarse de mí, que diferente sería mi vida si tuviese un hermano mayor.
El siguiente viernes estoy preparándome para salir rumbo al lugar donde será la presentación de la escuela de danza donde estudio, tendré un solo, por fin después de tantos años seré la estrella de esta puesta, la profesora Reynolds me elijo, dice que debería dedicarme a esto, que tengo una preciosa figura, porte, elegancia, pero aun cuando adoro bailar, no lo veo como algo a lo que desee dedicarme.
Cuando llegamos la profesora nos recibe, me da un abrazo y a mi familia, pues los aprecia por que siempre apoyan estos eventos, en esta ocasión mi madre p**o y organizo los aperitivos para después de la demostración de danza.
- Ve a prepararte, sabes cuál es el orden, tu solo será el último...
- Si maestra, me voy.
Me despido de mis padres y abuelos, y voy hacia donde están mis compañeras.
Hacen la primera llamada, ya todas estamos listas para la primera demostración.
Al finalizar la primera todos en el público nos dedican aplausos de pie, así con las dos siguientes actuaciones, para al final, con todo mi estómago lleno de nervios me prepara la profesora Reynolds, llevo un leotardo color n***o, una falda de chifon del mismo color del leotardo, mallas del color de mi piel, y zapatillas de tela, especiales de ballet.
Salgo con todo el porte y elegancia, la profesora me dio las últimas indicaciones antes de comenzar, me coloco en medio del escenario, el secreto para no estar nerviosa es solo ver a la nada, no prestarle atención a nadie, cosa que no es complicada en este lugar, pues el público esta a oscuras, la única luz es la que esta sobre mí.
La música comienza a sonar, clásica, tan romántica, comienzo a danzar, arabesco, grand jeté, giras de una manera tan sencilla, pareciera que volaras en muchas de las ocasiones, caigo al suelo con sumo cuidado, de manera elegante y coloco mi mano sobre mi hombro, mi rostro refleja el dolor de la pieza, es entonces que los aplausos no se hacen esperar, me pongo de pie, y mis compañeras vienen al escenario para recibir los aplausos de todos los presentes por las distintas presentaciones, agradecemos y vemos que lanzan rosas al escenario, todas estamos felices pues dimos nuestro mayor esfuerzo.
La danza es un excelente ejercicio, pero te ayuda a expresar en muchas ocasiones el dolor que quizá llevas en tu interior, o la felicidad, es maravillosa.
Vamos todas a el salón donde sirven los aperitivos, mi madre hizo un excelente trabajo con el evento, nos piden ir a un lugar del salón donde está la decoración, nos hacen fotografías con nuestras familias y algunas con la profesora, quien es muy amable siempre.
Mis abuelos me abrazan y besan como siempre les encanta venir a estos eventos, aman verme bailar, y yo se los agradezco, ellos son increíbles personas. Mis padres rápidamente se alejan para conversar con sus amigos, mis abuelos hacen lo mismo, termino como siempre viendo las fotografías del evento pasado, me encanta participar, además esta ocasión apoyamos a una clínica de enfermedades, apoyaran tanto a niños como adultos mayores, es maravilloso que con solo una actuación podamos apoyar, las personas pagan una entrada que se dona por completo a la causa.
¿Jamás imaginé que la danza te gustara?
Escucho su voz y me saca de mis pensamientos.
- Lo lamento no quería asustarte.
- No, tranquilo, es que estaba observando las fotografías, normalmente termino sola, mis abuelos y mis padres siempre tienen con quien charlar.
- Si, ahora lo hacen con los míos, me obligaron a venir, debíamos apoyar, quería traer a mi novia pero...
¿No le gustan estos eventos supongo?
Él me observa, parece algo triste, pero lo niega.
- No, no es eso, la verdad es que mis padres son algo... Complicados, prefiero que no venga a conmigo, no deseo que le hagan alguna grosería.
- Lo imagino, mis padres también son... Complicados, pero los amo, jamás dejaría de hacer algo que me pidieran, aun cuando en ocasiones no comprendo a mi padre siempre pienso que lo que me pide que haga es por mi bien.
Él se queda serio y sonríe.
- Hace mucho prácticas la danza...
Me pregunta con una sonrisa, Dios, se ve aún más apuesto sonriendo.
- Em, si, desde que tenía 4 años, mi madre siempre dice que las jóvenes que estudian danza mantienen una figura decente, que tienen gracia y elegancia, la verdad yo lo hago porque me lleva a otro lugar, cuando comienzo a escuchar la música es como si me transportara a un lugar muy lejos de aquí, sabes, es maravilloso, dejo de prestarle atención a las personas, imagino que estoy sola completamente, no lo sé, nunca has deseado estar lejos, vivir una vida que imaginas solo en tus sueños...
Él me observa con un rostro que no comprendo, creo que piensa que estoy loca.
¿Debes pensar que estoy loca verdad?
Él sonríe y lo niega.
- No, yo creo que es maravilloso poder escapar a un lugar así, poder decidir una vida que no tienen planeada, vivimos casos similares, mis padres buscan a una chica con quien casarme, me obligan a ser cortes, pero yo amo a Grace, aun cuando ellos no la aceptan quisiera que algún día eso cambiara.
Cuando lo escucho me siento triste, pues la verdad es que me gusta mucho, pero si algo sé, es que en el corazón no se manda, él la ama, y yo tendré que darme cuenta de que lo que yo sueño jamás será realidad, él ya está ocupado.
¿Estás bien?
Me pregunta cuando me quedo callada.
- Si, yo, solo pienso en que tienes mucha razón, si la amas deberías ser feliz con ella, nadie tendría que obligarte a nada.
Caminamos y le explico pacientemente sobre las fotografías, le cuento que en la última gala tuve una caída justo antes de salir a bailar.
- El tobillo me dolía espantosamente, si vez mi rostro estaba llorando por el dolor tan intenso, pero creí que podría hacerlo, al final si lo logre, pero salí directo a emergencias, eran vacaciones, así que ese mes nadie me vio con la férula, un esguince, pero gracias al cielo sano pronto, y ahora estoy como nueva.
Él ríe junto a mí, parece que disfruta de mi compañía, y la verdad es que yo disfruto de su cercanía, él no tiene la menor idea de que me gusta, que es perfecto, además siempre huele tan bien, es como olor a pino, melocotones, algo así, pero de inmediato te atrae hacia él, es como si desearas absorber todo ese delicioso aroma.
Me guía hacia una de las mesas desocupadas, un mesero nos lleva algo de té y tarta de cereza, mi favorita, aun que no pedimos nada, quizá por cortesía lo hizo.
- Deliciosa...
- Es extraño sabes...
Lo observo, pues no se a que se refiere.
¿Que es extraño?
Él me observa, no ha dejado esa sonrisa, parece relajado, jamás lo había visto así, cómodo, no lo sé.
- Que jamás había visto a una chica disfrutar así, tan naturalmente de un postre...
Me avergüenza un poco, que va a pensar de mí...
Él toma mi mano y dice que no lo haga, que no me detenga por él.
- No quería incomodarte, al contrario me alegra que estés tan cómoda disfrutando algo tan delicioso.
Él toma la tarta y sin cubiertos la lleva a su boca y la devora.
- Anda Rinaldi, no sabes disfrutar de un buen postre...
Me provoca mucha risa y también termino por disfrutar la tarta.
- Lo siento, mi madre no me deja comer estas cosas.
¿ Que? ¿Los postres?
Ella baja la mirada y asiente.
- Las cosas que te hacen subir de peso, sabes, jamás he probado una hamburguesa...
Él abre muy grandes los ojos y se asombra.
- No te creo. ¿Es verdad? ¿Jamas has probado una hamburguesa?
- No, jamás, mi madre me lo tiene prohibido, dice que esas cosas son terribles para las finas caderas de una dama.
Ambos reímos, el más que yo porque no puede creer que de verdad jamás haya probado algo tan simple.
- Básicamente me dices que solo comes ensaladas y comidas sin grasas.
- Bueno, también como pasta, pero en pocas porciones, eso es algo que mi madre me ha inculcado, de hecho cuando salgo a pasear, a algún centro comercial he tenido la intención de comprar una, pero sabes una cosa, la culpa me mata, no tengo el valor de hacer.
- No puedo creerlo Rinaldi, eso no puede seguir así, vamos, escaparemos de este lugar, hoy comerás tu primera caloría...
Sonrió, pues pienso que bromea, pero él me observa y no parece hacerlo.
- Ja, ja, ja, que gracioso...
Pero él dice que no bromea.
- No podría dejarte así, siendo tan infeliz, iremos a comer una hamburguesa.
- No, mis padres no me darían permiso, además quizá los tuyos tampoco.
- Quieres ver, puedo convencer a cualquiera de lo que sea...
- Yo no.... no sé....
Y antes de que pueda negarme él me lleva de la mano hacia donde están charlando cómodamente nuestros padres.
- Buenas tardes, Señores Rinaldi.
Los padres de Federico lo observan asombrados al ver que me lleva de la mano.
Yo incómoda me suelto.
- Quería pedirles su autorización para llevar a comer a Andrea, somos buenos amigos y compañeros de la Universidad, ella teme pedir permiso, pero le prometo que la regresaré a casa en no más de 2 horas, unos compañeros se reunirán en el centro comercial...
Mi padre me observa, pero enseguida el señor Garzon y él sonríen.
- Claro Federico, eres un joven de mi entera confianza, si Andrea lo desea claro que puede ir, mientras te comprometas como caballero que nada va a sucederle, tu familia para mí es muy respetable muchacho.
- Claro señor, la regresaré sin un solo rasguño.
Asombrada me quedo boquiabierta, mi padre me observa y me saca de mi asombro.
- Anda hija, no hagas esperar a Garzon, ve a cambiarte.
- Mi madre se acerca a mí y me guía hacia donde está el escenario, pues tras de él están mis cosas y el lugar donde nos cambiamos.
- Mucho cuidado, eres afortunada, el joven Federico le agrada a tu padre, sabes que jamás deja que andes sin cuidados, excepto por Jonathan a quien le tenemos confianza.
- Si, la verdad me dejo bastante sorprendida, que él pidiera permiso, yo creí que papá se negaría.
- Bien, compórtate, conoces las reglas, está bien.
- sí.
Me pongo una falda corta color café claro, y una blusa color rosa palo, unos botines en color n***o, tomo mi bolso y mamá dice que Gerónimo se llevara mis cosas a casa cuando terminen ellos.
- Gracias mamá.
Ella me da un abrazo y me deja ir hacia la puerta donde está Federico esperando por mí.
Camino como si fuera entre nubes hasta llegar a él, me observa y sonríe.
¡Lista!
- Sí..
Le digo nerviosa, con algo de miedo.
- Bien, vamos.
Él me toma de la mano, Dios siento que voy a desmayarme cuando lo siento tan cerca de mí, sé que quizá solo sea este momento, pero pienso disfrutarlo en cada segundo que esto dure, sé que la ama, y que a nada puedo aspirar, sé que quizá esto que hace es por lástima, una pobre chica que jamás ha probado una hamburguesa, pero pienso disfrutar de su compañía.