La muerte por asfixia se considera una de las peores maneras de perder la vida. Sentir que la vida te es negada mientras estás consciente y tratas con todas sus fuerzas de sobrevivir con cada movimiento, con cada intento de respiración, con cada pensamiento de que un milagro se manifieste en ese momento. Dicen que toda tu vida puede pasar en menos en un segundo ante tus ojos, recordando todo lo que has hecho en tu vida terrenal. Para Helena, las campanas del cielo sonaron y una vez más estuvo agradecida con su vida al ver como un milagro se manifestaba ante ella al ser sacada del agua y respirar con el afán de volver su vida al cuerpo. Perdió la noción del tiempo, tan solo vio n***o y minutos después se encontraba parpadeando su vista para dejar que el sol le recordara que seguía viva,