Helena se encontraba sumergida en la plática con Pato. La muchacha se había puesto a pensar que el chico era su primer amigo desde que salió del orfanato. Al menos con él podía aumentar sus posibilidades de conquistar a los dos Max Bax en lo que contactaba a Leonora o Gonzalo y aclarar de una vez quién era su futuro esposo. La charola de los platos sucios estaba a un lado de ella reposando en un tripié con los que solía trabajar para servir las órdenes, mientras Pato le explicaba lo que tenía que hacer con Max Bax bibliotecario. Ninguno de los dos era consciente de que estaban siendo observados por el chico malvado que apretaba los puños a sus espaldas. La vio sonreír y en ese momento, tenía cierta coquetería en sus ojos y Max Bax malvado comprendió que tal vez tenía cierto interés en