Capitulo 3. La demanda de divorcio.
Nunca voy a olvidar el odio que senti cuando me entere que el auto de mis padres se vio obligado a salir de la carretera, cayendo a un precipicio donde fallecieron al instante, sin embargo, el tipo que fue el causante del accidente solo quedó en coma.
Prepare con mis abogados una demanda para acusarlo de asesinato en tercer grado, quería acabar con él, que ese viejo termine sus días en una cárcel del país, el problema fue que la familia de quien sería mi futura esposa exigía que le entregue la mayor parte de mi herencia como indemnización, ¿Por qué debía entregar mi patrimonio, cuando no tenia nada que ver en ese maldito accidente?
Esa misma tarde me enteré de que el hombre que estaba en coma era dueño de una de las empresas importadoras mas importantes de la ciudad, su patrimonio era muy similar al mío y ascendía a millones de euros, en ese momento supe justo lo que debía hacer. Si yo tenía que entregar mi patrimonio por un accidente que no había provocado, entonces ese hombre debía también perder el suyo, porque él sí era el culpable de todo.
Al enviar el sobre con la copia de la demanda que plantaría en el juzgado, nos enteramos de que el tal Fiorenzo Dalmasso tenía una hija, al parecer ella estaba en contacto con sus abogados, quería comenzar los trámites para hacerse cargo del dinero familiar, eso no podía permitirlo de ninguna manera, así que prepare junto a mi equipo legal un contrato matrimonial, para mí era muy fácil amenazarla con meter preso a su padre, en un juicio sería mi palabra y mi poder contra la de su padre que estaba en coma, además lo mejor de todo, es que la hija era una adolescente de diecisiete años, para mí era perfecto, con la amenaza y el contrato yo pasaría a tener posesión de todos los bienes y dinero de su familia hasta que ella sea mayor de edad, pero eso nunca lo iba a cumplir, así que daba igual lo que estuviera escrito en el contrato, ahora ni siquiera recuerdo su nombre, solo sé que el día que le llevaron los documentos era el mismo día de la boda, no podía darle tiempo para que busque a sus abogados, ni piense mucho en su decisión, solo recuerdo que ella hizo una sola exigencia a cambio de aceptar casarse conmigo, les pregunte a mis abogados si esa condición me afectaba y dijeron que no, así que acepte incluirla en el contrato, la verdad no tengo ni idea de que se trataba, pero no me importo en ese momento, tampoco me importara ahora.
La familia pensó que me había vuelto loco cuando anuncie que la boda no sería cancelada, todos los invitados asistieron esa tarde, algunos por el rumor de querer saber quién era la novia y otros por el simple hecho del chisme y el morbo. La boda comenzó y ella comenzó a caminar sola por la alfombra central de la iglesia, pensé al morarla que se veía patética, el vestido que sería para mi supuesta esposa le quedaba grande, con la justas tenía carne para vestir una parte de él, la mire bien y vi que ni siquiera tenía senos, el rostro no podía verlo porque estaba cubierta por un velo, cuando ella levanto los ojos para mirarme no podía contener más, el odio que sentía por ella y su padre, tampoco podía ver bien que rostro tenía, solo se podía ver que era una joven muy delgada y de cabello castaño, al ver sus manos pude notar que era sumamente blanca, al menos yo tengo algo de color.
La boda termino y por fin pude quitarle el velo al momento que el padre dijo que podían besarse los novios, al hacerlo me di cuenta de que había menospreciado su belleza, la joven era de verdad hermosa, pero el asco que me provocaba hiso que solo acerqué un poco mis labios a los de ella, el padre y los presentes pensaron que mi forma de actuar era parte de mi luto.
Al salir de la iglesia llena de periodistas chismosos sabia que ya no había vuelta atrás, estaba casado con la hija del asesino de mis padres y todo el país lo sabía. En el auto ella comenzó a hacerme una pregunta, no tenia ganas de responderle, no tenia ganas de escucharla, no tenia ganas de verle la cara, aguante la primera pregunta y se la respondí, pero a la siguiente me arrebate y la tumbe en el auto, cuando estaba sobre ella inmovilizando su cuerpo una sensación extraña se apodero de mí, algo dentro mío me decía a gritos que la besara, sin pensar en lo que hacía comencé a besar sus labios hasta dejarla sin aliento, senti sus manos intentando liberarse y cuando yo no tenia más aire la deje, vi como ella se alejo de mí, se sentó tan cerca a la puerta que si la abría podría lanzarla a la calle sin problema, pero yo no era igual a su padre, yo no era un asesino.
Llegamos a mi casa y vi como la muy torpe se bajó rápido del auto, lo último que quería era seguir viendo su patético rostro, gire sobre mis talones y le dije al hombre que manejaba el auto alquilado lleno de adornos de boda y esas cosas horribles,
-- llévenla con su padre o déjenla debajo del puente, no me interesa – me quede parado en silencio esperando a que ella vuelva a subir al auto y se largue de una vez de mi vida, logre ver en sus ojos una mirada que nunca antes había visto en una mujer, al parecer la joven estaba indignada o molesta, acaso se le cruzo por el cerebro que yo querría vivir con la hija del asesino de mis padres…
Ahora tres años después sigo solo, pero Lariza cada día esta más cerca de mí, ahora ella trabaja en mi empresa y me ayuda con todo lo que tenga que ver con el mundo social, como la boda de hace tres años fue tan comentada, en cada reunión o evento social al que asisto la pregunta constante siempre es “señor Carusso hoy tampoco lo acompaña su joven esposa”, no entiendo porque siempre tienen que incluir en el comentario que mi esposa es joven, pero en fin, es Lariza quien se encarga siempre de dar una excusa perfecta.
-- No debes cambiar tu buen humor por culpa de esa jovencita, recuerda que para todos ella sigue estudiando en el extranjero y tú como buen esposo estas esperando a que vuelva – me dice Lari, la verdad no me interesa donde está ni que estará haciendo, las propiedades que eran de su padre ahora son mías, me he encargado de ir poniendo todo a mi nombre, yo perdí la mayor parte de mi patrimonio por culpa de su padre, pero ahora he recuperado todo y tengo mucho más, llegamos juntos a la empresa luego de un almuerzo con unos nuevos proveedores de material químico, en mi escritorio encuentro un sobre dirigido a mi con mi nombre escrito en letras mayúsculas y negritas, quien carajos escribe un sobre de esa manera, observo que no tiene remitente pero al parecer fue dejado por una empresa de Courier, como carajos una empresa de ese tipo acepta enviar un sobre sin tener remitente.
Mi empresa tiene un fuerte servicio de seguridad, ningún sobre extraño llega a mis manos sin pasar por él, cogí el intercomunicador de mi escritorio y le marqué a mi secretaria,
-- Pero que haces Sebastián, porque molestarse por algo tan insignificante. Mejor ábrelo y sales de la duda – me dice Laritza, puede tener razón, pero las armas químicas ahora son el boom de cada día, de ninguna manera tocare ese sobre, si no me confirman lo que tiene adentro.
-- Hola Mary dime ¿ quién a dejado ese sobre sin remitente en mi oficina? –
-- Señor Carusso el departamento de seguridad lo trajo y me dijo que se trataba de algo personal, ellos mismos lo han revisado antes – la escucho decirme, su voz era un poco titubeante,
-- Algo personal, ok. Gracias – le corto el intercomunicador y miró el sobre que esta encima del escritorio, lo cojo y lo abro para sacer esos documentos que según el departamento de seguridad son personales,
-- Que carajos – es lo único que digo cuando veo en el título “Demanda de divorcio”